Análisis de Brothers in Arms DS (NDS)
El realismo en los videojuegos es un factor muy recurrente en los últimos años. En ocasiones llegando hasta los límites de la polémica, los juegos de acción con altas dosis de realismo en lo que se refiere a gráficos y ambientación están a la orden del día. Entre estos juegos, encontramos los que tienen que ver con la "realidad" histórica, en su gran mayoría juegos de ambientación bélica, como las sagas Battlefield, Medal of Honor o Call of Duty. Y ya dentro de estos últimos, encontramos los juegos localizados dentro del marco de la Segunda Guerra Mundial, época que causó conmoción en su momento y que, aún hoy, continúa fascinando a muchos.
Así, nos encontramos con la saga Brothers in Arms, serie de videojuegos que ha pasado por casi todas las plataformas y que hoy en día es todo un referente en lo que a juegos bélicos, ambientados en la Segunda Guerra Mundial, se refiere.
Y después de varios títulos, Ubisoft y Gameloft han decidido sacar a la luz el nuevo título de dicha serie para la portátil de Nintendo, en el que podríamos decir que es el único en su especie para dicha consola.
La Segunda Guerra Mundial al alcance de la mano.
El juego se desarrollará casi exclusivamente en el llamado Modo Campaña. En él dispondremos de tres capítulos diferentes, en el que nos enfrentaremos a las tropas enemigas en diversos escenarios representativos de la Segunda Gran Guerra: Normandía, Túnez y Ardenas. Cada uno de estos escenarios se divide en varias misiones, completando entre todas ellas un total de trece misiones donde veremos la crudeza del conflicto bélico en todas sus facetas. Este podría ser uno de los puntos en los que el juego parece flaquear: las misiones son pocas, y no excesivamente largas, con lo que el juego puede completarse en apenas diez horas. En contrapartida, disponemos de varios niveles de dificultad para cada misión, que iremos desbloqueando a medida que avancemos el juego, con lo que la duración del mismo se ve sustancialmente (aunque no excesivamente) incrementada.
A pesar de la corta duración del juego, la experiencia del mismo es grata, aunque el planteamiento es excesivamente sencillo. Sin ningún sostén argumental, nos meteremos en la piel de un soldado del ejército aliado y deberemos avanzar en las diferentes misiones con el único propósito de acabar con la amenaza nazi. Y nos será fácil saber cómo, ya que en todo momento el juego nos indicará qué debemos hacer, cuándo, cómo y dónde… La verdad es que el juego estará guiado en todo momento: no nos deja demasiadas opciones a elegir, ni tan siquiera podremos explorar los escenarios como en otros juegos de acción, seguramente debido a las limitaciones técnicas de la Nintendo DS. Pero este hecho no desmerece demasiado el conjunto, ya que la dificultad de las misiones y la fluidez e intensidad de la acción ayuda a que no caigamos en el hastío a las pocas horas.
El control del juego nos recordará a uno de los grandes juegos de acción para la portátil de Nintendo: el Metroid Prime Hunters. En ambos juegos manejamos los pasos de nuestro protagonista con la cruceta, miramos en todas las direcciones desplazando el stylus por la pantalla táctil (la cámara sigue nuestro movimiento en la pantalla superior) y disparamos el arma con el botón superior izquierdo (L). Además, las funciones de menú y de selección de armas las realizamos también a través de la pantalla táctil.
En Brothers in Arms podremos no sólo elegir y cambiar el arma, sino realizar determinadas acciones con algunos objetos y lanzar granadas, modificando el ángulo y la potencia de lanzamiento de las mismas. También dispondremos de unos prismáticos para poder apuntar con mayor precisión (aunque esto nos dejará al descubierto frente al fuego enemigo) y podremos recargar las diferentes armas de una manera clara y precisa, de fácil aprehensión y que satisfará tanto a los jugadores novatos en esta clase de juegos como a los ya experimentados.
Pero no sólo iremos a pie durante el juego: en determinadas misiones podremos utilizar vehículos de asalto y tanques, que no cambiarán sustancialmente en su modo de manejo, pero que resultarán más difíciles de controlar debido a los obstáculos del terreno, a algunos puntos muertos de la cámara que no nos dejarán ver convenientemente con qué objeto nos hemos quedado encallados, y a que las misiones en sí serán de difícil realización. La verdad es que la incursión de vehículos en el juego es una bocanada de aire fresco en el transcurso de las diferentes misiones a pie, aunque se echan de menos los vehículos aéreos en la gama de opciones a elegir.
Modo multijugador
El modo multijugador del juego adolece de bastantes carencias, reflejo de que no se ha tenido el cuidado necesario en este apartado para un juego que podría haber explotado mucho mejor las características del sistema. Para empezar, no contamos con la opción online, cosa que reduce con mucho la experiencia multijugador del título (los usuarios de los títulos de la serie para PC conocen a la perfección las posibilidades de entretenimiento del combate online).
Por otro lado, podremos disfrutar con la opción de multijugador local, en la que contaremos con cinco mapas distintos y dos modos de juego posibles: enfrentamiento individual o por equipos. En ambos, dispondremos de dos facciones (americanos y nazis) a las que podremos unirnos para entrar en el juego y derrotar al bando contrario, superando el número de muertes en un tiempo determinado de este último. Pero de nuevo encontramos fallos, ya que no disponemos de un modo cooperativo donde poder realizar misiones entre varios y, desgraciadamente, cada jugador debe disponer del juego original, cosa que limita ciertamente las posibilidades de aprovechar el modo multijugador del juego.
Apartado técnico
La ambientación es muy realista, y la sensación de inmersión dentro del conflicto bélico en cada una de las misiones es digna de elogio. Todos los elementos característicos de la Segunda Guerra Mundial están recreadas de manera notable: los uniformes de los soldados, los escenarios, las armas… En lo que respecta al apartado visual nos encontramos con unos gráficos muy bien elaborados en su mayoría, y una física muy trabajada. Así, disfrutaremos destruyendo edificios, veremos explosiones que afectan a los personajes y objetos cercanos o granadas que explotan levantando una leve humareda. Todos estos son detalles que demuestran un cuidado especial por el entorno gráfico, como hasta ahora pocas veces habíamos tenido la oportunidad de ver en la portátil de Nintendo.
Aún así, las texturas, que en ocasiones son muy trabajadas, en otras dejan mucho que desear, como en el caso de los cuerpos de los combatientes caídos, que no dejan de ser un amasijo de píxeles y colores. Por otro lado, los fondos desaparecen y reaparecen continuamente para permitir un movimiento más fluido de los personajes en pantalla, y ciertamente esto se consigue, aunque puede llegar a marear el hecho de los objetivos a los que nos dirigimos aparezcan y desaparezcan de la pantalla (menos mal que siempre contamos con un cursor que nos indica la posición y distancia de nuestro objetivo). A pesar de todo, los gráficos son muy notables y la gama de colores en tonalidades sepia ayuda al conjunto a ambientar a la perfección el juego en la Segunda Guerra Mundial.
El apartado sonoro es dispar e irregular: a una excelente ambientación sonora plagada de efectos, voces en inglés y alemán y otros detalles que nos ayudan a localizar perfectamente el juego, se le suma una banda sonora típica de este tipo de juegos, bastante escasa en el desarrollo de las misiones, y que pasa sin pena ni gloria por encima de la acción (en contadas ocasiones) y durante los menús (sobretodo). La verdad es que, dado que se han cuidado tanto los efectos de sonido durante el juego, se podría haber tenido más en cuenta la banda sonora del mismo.
En el apartado de la jugabilidad, podríamos decir que la precisión y velocidad del movimiento mediante el uso de la pantalla táctil no son del todo idóneas, cosa que dificulta en ocasiones el manejo del personaje y el enfrentamiento contra varios enemigos a la vez en los momentos de mayor tensión. Es, ciertamente, engorroso en ocasiones, pero tampoco demasiado grave y puede solventarse con un poco de práctica.
Conclusiones
Brothers in Arms viene a llenar un vacío en la Nintendo Ds: la falta de títulos de acción con temática inspirada en la Segunda Guerra Mundial. Es un título notable que gustará a muchos, sobretodo a los que gustan de las experiencias bélicas más próximas al realismo, pero que lleva algunos defectos sobre sus espaldas, como podrían ser la falta de un argumento sólido, algunas texturas que dejan mucho que desear y la dificultad de explotar totalmente las posibilidades del modo multijugador. Pese a todo, la ambientación, el atractivo gráfico y la soberbia manera de utilizar la paleta gráfica, junto a un control sencillo e intuitivo, hacen de Brothers in Arms DS un título a tener en cuenta.