Análisis de Surgeon Simulator (iPhone)
Surgeon Simulator 2013, cautivó a un gran número de jugadores en PC -sobre todo a muchos de la denominada generación Youtube, que inundó a posteriori con sus vídeos el portal multimedia de Google-, en parte por su endiablada jugabilidad, y en parte, por su truculento aspecto gráfico, que no se corta un pelo en mostrarnos las más horripilantes y desagradables operaciones. Ahora, en iOS, nos llega una adaptación táctil del celebérrimo título, que se acerca al tablet de Apple con maestría y la misma dosis de gore y sangre del original, aunque con sutiles diferencias.
Sierra, corta, trasplanta… ¡Y repite!
Moralistas y jugadores de sensibilidad ligera: no os toméis en serio Surgeon Simulator, ni intentéis trasladar lecciones y deontológicas a través de su brutal jugabilidad. Surgeon Simulator Touch es una divertida broma grotesca, que nos ofrece, de forma hilarante, la posibilidad de solventar las más diversas operaciones.
Sí, en la app debemos abordar desde un trasplante de corazón, a uno de córneas, pasando por una extracción dental o una operación con riñones de por medio -algunas exclusivas de la versión para iPad-. Se dice pronto, pero cada una de ellas exige una complicación extra, una cantidad de conocimientos y una responsabilidad a la hora de mantener el paciente con vida -porque al fin y al cabo, es eso lo que marca el éxito de nuestra cirugía-.
Surgeon Simulator nos invita a que seamos el mejor cirujano posible, pero no será fácil. Para empezar, debemos tener en cuenta que el control del juego, es igual o más dificultoso que el de su versión para PC. Si teníamos complicaciones en PC, en el iPad, no serán menos. En el tablet tendremos toque a un dedo y a doble dedo, entre otras tortuosas combinaciones, para cortar, serrar, trasplantar e interactuar. Uno de los atractivos de Surgeon Simulator es su endiablado control, que nos costará Dios y ayuda dominar por completo, y eso que es obscenamente reducido y sencillo. Por mucho tutorial y práctica que tengamos a nuestras espaldas, se nos atragantarán una y otra vez las operaciones, dando los más nefastos y sangrientos resultados.
En cada operación -que como hemos dicho anteriormente en el análisis, son varias-, como cirujanos debemos tener un montón de elementos en cuenta. Podemos tocar, encender e interaccionar con casi cualquier cosa que os imaginéis: desde la anestesia al vaso de precipitado, pasando por el desfibrilador -de lo más útil teniendo en cuenta que nuestro paciente puede fallecer en cualquier momento- o la consabida inyección. Usar las herramientas, como los escalpelos, bisturís, sierras o martillos -sí, habéis leído bien- en Surgeon Simulator, no es nada fácil. Cada objeto tiene su función específica, y unos beneficios -así como unos riesgos-, que quedan en mano del jugador. ¿Nos arriesgamos a romper el esternón con el martillo o por el contrario nos es más cómodo tirar de sierra? ¿Qué será mejor o peor para el paciente?
Es bastante divertido ver como con cada acción -premeditada o no-, la partida toma un cariz u otro. Una mala praxis en la mesa de operaciones puede llevarnos a una hemorragia temprana, un paro cardiaco, un malfuncionamiento de cualquier órgano… Sí, el objetivo de cada intervención puede ser claro, y quizás incluso podemos llegar a vislumbrar el camino a seguir en cada operación, pero con voluntad y deseo no se vive, y tampoco se gana, y en Surgeon Simulator, los errores, ¡se pagan!
Es entonces un título difícil, grotesco, que se debe jugar con una sola mano -pese a que aquí, en la versión de iPad, controlamos sus dedos-, ¿divertido? A todas luces. Surgeon Simulator, haciendo un símil, es lo más parecido a un capítulo donde Mr.Bean -personaje interpretado por el genial Rowan Atkinson- acabase delante de una mesa de operaciones, con sonoras carcajadas para el respetable y terribles consecuencias para el afortunado enfermo. Da lo mismo las veces que intentemos repetir una partida -la app ofrece varios récords y logros a través de Game Center para invitarnos a ello-, las consecuencias y los momentos álgidos de cada una, pueden ser completamente distintos los unos de los otros. Además, si nos aburrimos, siempre podemos hacer el loco con las camillas a través de los corredores del hospital o competir con los bisturíes en el modo multijugador.
Sí, podemos aceptar que Surgeon Simulator llegue a cansar una vez superemos -de la forma que sea- las operaciones que se nos ofrecen, y aunque cada partida sea diferente, la repetición siempre sobrevuela sobre la app y la mecánica de juego. Surgeon Simulator funciona a la perfección en el iPad, pareciendo casi un juego concebido en un principio para esta plataforma. Su apartado técnico no es puntero -tampoco lo pretende-, pero encaja y mantiene exactamente la misma estética que su versión para PC, adecuándolo, claro está, a las vicisitudes y limitaciones del tablet de Apple. La versión para iPad, se encuentra en completo inglés.
Conclusiones finales
Surgeon Simulator -o Surgeon Simulator Touch, como realmente corresponde el título a esta versión-, es una versión más que aceptable de uno de los juegos más controvertidos, divertidos y famosos del año pasado. Quizás no guarde su frescura, pero sabe adaptar su mecánica jugable, y sus bondades -que no eran pocas- a la pantalla táctil del iPad. ¿Merece la pena pagar los más de cinco euros que dice costar la app? Creemos que sí, pues todo lo que hizo a Surgeon Simulator un juego de culto en PC permanece en su versión para iOS, aún con las limitaciones y diferencias de una versión a otra.