Análisis de FTL: Faster Than Light (iPhone)

FTL: Faster Than Light debería ser algo así como el paradigma de lo que un juego indie -sin que nos guste demasiado la etiqueta pues a veces se suele usar con mucha ligereza o de forma despectiva-, bien pensado y bien avenido, puede dar de sí. FTL podría haber salido hace veinte o treinta años, en cualquiera de las plataformas de entonces, y considerase un clásico indiscutible y un ejemplo a seguir por los cientos de juegos similares que le podrían haber precedido. Pero centrémonos. FTL para iPad no es una simple versión reducida ni tampoco una adaptación venida a menos -práctica habitual cuando hablamos de versiones táctiles para iOS o Android-, es toda una revisión idéntica a la entrega original y a su reciente actualización, aumentada con nuevos contenidos, niveles y objetos. En otras palabras: FTL para iOS es la edición más completa y redonda del juego que asombró a crítica y público hace unos meses.

Un ingeniero espacial

En FTL se nos brindará la posibilidad de ser una suerte de coordinador y piloto de la Federación Galáctica, el nuevo organismo y orden mundial, que en el futuro, controlará los envíos, rutas y defensas especiales, y que, como en toda historia, también tiene sus rebeldes, opositores y enemigos. Subset Games va un poco más allá del germen del género, que suele ser común a todos los títulos ambientados en el espacio, y nos invita a tripular y gestionar nuestra propia nave. Lo bueno de FTL, como videojuego, es que nos sorprenderá una y otra vez, gracias a lo aleatorio de los hechos que viviremos en nuestra aventura por los confines del universo.

Nuestra misión es la de proteger -con nuestra vida- la información más delicada que os podáis imaginar, y llevarla a lo más lejos que seamos capaces, esquivando peligros y enemigos -como piratas y otra suerte de criaturas- por sectores espaciales de lo más convulsos. FTL tiene un gran componente de exploración -con su correspondiente dosis de peligro e imprevisibilidad-, ya que con cada partida o viaje que emprendamos, iremos saltando de un sistema a otro, de un planeta a otro, descubriendo lugares y zonas diferentes con cada aventura. En nuestro galáctico recorrido, lo mismo toparemos con un enorme campo de asteroides, que nos encontraremos con ávidos piratas o bucaneros especiales. El riesgo, de una forma u otra, siempre estará presente.

Subset Games de esta manera establece sus propias reglas jugables de cara al usuario. Por una parte, tenemos un simulador de construcción y mejora, y por otra, una suerte de juego de rol con componentes de exploración, y bien podríamos decir de estrategia a tiempo real -a su estilo-. Una partida a FTL nos revela que en su sencillez de planteamiento, se esconde una de las jugabilidades más absorbentes que jamás hemos llegado a probar, manteniéndonos en tensión con su deliciosa combinación de acción, simulación y estrategia. En FTL tenemos un plantel de naves enormes, con diseños, armas, características y estancias propias -factor a tener muy en cuenta, el del interior de cada una-, que podrán ir siendo mejoradas en función de nuestros éxitos y viajes espaciales.

Cada nave es casi un propio personaje al que mejorar, modificar y entender, ya que cada tipo de buque especial, adolece de su propios problemas y disfruta de sus intrínsecas ventajas, pese a que hay cuatro grandes recursos y características que son comunes a todas ellas: combustible, misiles, chatarra y personal o drones. En FTL, tendremos -al comienzo- una corta y explotada tripulación, que irá de un lado a otro arreglando sistemas, reparando problemas o sirviendo a diferentes propósitos. El personal es pieza clave, pues se encargan de todo el trabajo sucio de mantenimiento, funcionamiento y mejora de la nave, pero es bastante fácil perderlos y verlos fallecer ante nuestras narices -aunque en la nueva versión del juego han incorporado una máquina clonadora en el equipamiento de la estación médica-. De todas formas, no hay que preocuparse: siempre habrá alguien, en cualquier nave o estación espacial que nos encontremos, dispuesto a enrolarse en nuestra aventura.

Al principio, en nuestro periplo por la supuesta soledad del espacio -decimos supuesta, porque pronto nos daremos cuenta de que pasa de todo entre un sistema y otro, y que lo que parece abandonado, luego no lo está-, nos costará un poco adecuarnos a la rutina que nos plantea el juego, ya que es difícil prever que pasará de un momento a otro. Habrá situaciones en las que no nos encontraremos organismos alienígenas ni piratas hostiles, y otras, en las que acabaremos de salir de una batalla para meternos en otra. Las batallas son abundantes -pese a que el juego no abusa de ellas-, y son un reto diferente en cada ocasión.

Como os decíamos, cada nave tiene sus pros y contras -escudos, armas, velocidad-, y cada buque o caza enemigo, también tiene su propia estrategia de defensa y ataque. Los intercambios de golpes son distintos en función de nuestro adversario -algunos incluso intentarán abordarnos a la primera-, y observaremos como el juego, pese a seguir un intercambio de ataques bastante guionizado, oculta enormes posibilidades. ¿Qué queremos decir con esto? Pues que pese a que pequemos de novatos al comienzo de nuestra andadura especial, luego iremos adquiriendo a fuerza de galones y malas experiencias, el conocimiento necesario para poder seguir adelante y solventar casi cualquier problema y emboscada que se nos ponga por delante con la ayuda de nuestra tripulación.

Siguiendo al hilo, uno de los aspectos que más debemos tener en cuenta, y del que hay que cerciorarse de que vamos más o menos sobrados con él -combustible y oxígeno a un lado-, es la chatarra. La chatarra es el recurso primordial, sobre el que suele girar todo, y el que marcará en más de una ocasión el éxito de nuestra partida. Con la chatarra podemos comprar de todo así como mejorar nuestra nave -adquirir o personalizar nuestro equipamiento-, y nos brinda a su vez la posibilidad de perfeccionarle el casco, repararla en caso de fallos o daños o contratar más personal. En el espacio o conviertes en chatarra a tu enemigo, o acabas como tal. Y si en FLT morimos, moriremos para siempre, sin continuaciones o partidas salvadas que nos hagan volver a la partida que estábamos siguiendo en ese momento.

FTL es un juego carismático a nivel visual y sonoro, con algunos atisbos de genialidad, y que nos demuestran, una vez más, que el hiperrealismo no es el único camino a seguir en cuestiones de evocar e impactar al jugador. La interfaz está muy bien adaptada al iPad -nada de problemas de distribución, y mucho menos de lag-, y el juego se comporta a la perfección, sin ralentizaciones ni fallos en su traslación al tablet de Apple.

Entrando en los terrenos del aspecto gráfico, cabe destacar que FTL en iOS sigue exactamente la misma estela que la versión original para PC, con ese estilo retro tan especial, sabiendo combinar con cabeza y razón la distribución de teclas y elementos de información, y haciéndonos sentir como si de verdad estuviésemos una de esas olvidadas space operas de la televisión de los sesenta. De hecho, si habéis disfrutado de los panales de información de Star Trek, y reconocéis esos colores y formas -llenas de barras de energía, escudos y láseres- sabréis de lo que estamos hablando. El sonido y la banda sonora también se encuentra a un nivel excelso, con unas piezas geniales -algunas inéditas de esta versión-, y unos efectos especiales variados y bien mezclados. FTL es compatible con Game Center y no se encuentra traducido al castellano.

Una versión mejorada y actualizada

Faster Than Light, es su versión para iPad, es un compendio de las actualizaciones que han ido saliendo para plataformas como PC y Mac, y al mismo tiempo, añade novedades, ajustes y cambios jugables y gráficos, exclusivos para el tablet de Apple. Ahora se ha añadido un nuevo trozo de mapa estelar -todo un sector llamado, "Abandoned Sector"-, lleno de nuevas especies, enemigos y naves especiales e instalaciones, se han ajustado algunos eventos y parte del trasfondo del juego y se ha apostado por ampliar muchas de las zonas espaciales ya existentes. Pero hay más, pues Subset Games ha querido ajustar y ofrecer al jugador nuevas tácticas con las que vencer y abatir a la I.A -o machacarnos la misma a nosotros-, y ahora podemos sabotear naves enemigas, controlarlas con el poder de nuestra mente.

Conclusiones finales

FTL para iPad, es la versión más completa, revisada y actualizada del juego que aunó a crítica y público en su momento para PC y Mac. Su traslado a la pantalla táctil del tablet de Apple es notable -mucho más intuitiva la interfaz táctil que la que disfrutamos en su día con el ratón en PC-, y la inclusión de añadidos, actualizaciones y nuevo contenidos a la ecuación jugable original, la hacen la versión del juego más atractiva si cabe, otorgándole así mismo el plus de la portabilidad -algo con lo que la versión de PC no cuenta-. FTL ofrece al jugador una delicada balanza, en la que exploración, estrategia y rol se entremezclan con una brillante presentación visual y sonora, y con una mecánica de juego francamente adictiva, fácil de asimilar, pero increíblemente difícil de dominar a la perfección.

Faster Than Light: Advanced Edition quizás sea un juego más caro de lo habitual, pero francamente recomendable. A poco que hayáis disfrutado del encanto de la ciencia ficción de sobremesa o de la mítica e ingenua space opera tan propia de la televisión, sabréis disfrutar y sacarle el partido a la aplicación. Es tal su grado de inmersión, que se nos antojará muy complicado dejar de jugar, pese a que sabemos que en cualquier momento, y de manos de cualquier bicho galáctico o pirata, puede llegarnos la muerte permanente. Y en Faster Than Light, al igual que en el escenario de la Kobayashi Maru de Star Trek, la muerte y el final, siempre están presentes.