Análisis de Sonic MegaCollection (GameCube)
Sega, conociendo la popularidad de su mascota y en un acertado homenaje a su brillante carrera, ha decidido lanzar nuevamente para la máquina de Nintendo una recopilación que recoge varias de las joyas de los 16 bits que encumbraron a la empresa, a su máquina del momento MegaDrive y que sin duda implantó una "way of life" en millones de usuarios en todo el mundo. En esta ocasión, el efecto Sonic ha sido perfectamente recompuesto en esta recopilación que se presenta como la más completa de las existentes hasta el momento, pero que no ha llegado a colmar las expectativas generadas desde su anuncio y deja las puertas abiertas a un futurible volumen 2.
Gráficamente, la recopilación es una conversión pixel a pixel de las versiones aparecidas en su día para Sega MegaDrive, hecho que por una parte puede llevar a pensar que Sega ha optado por la vía fácil convirtiendo a nuestra GameCube en un emulador de MegaDrive a fin de evitar mejoras gráficas, pero que puede tener una segunda lectura que no es otra que el intento de la compañía por respetar fielmente el juego original, lo cual nos permitirá observar la evolución gráfica de la saga y los importantes avances tecnológicos que se iban sucediendo entrega tras entrega.
Exactamente lo mismo ha ocurrido con el apartado sonoro, que vuelve a ser un calco del utilizado en su día para MegaDrive (generado por un chip de sonido inferior al utilizado en SuperNintendo) y que servirá para rememorar las melodías clásicas que siempre han confirmado a Sonic como un juego sencillo pero muy pegadizo musicalmente hablando.
Las tres primeras entregas se caracterizan por un alto colorido de los escenarios y un estudiado y divertido diseño en el desarrollo de las fases en las que Sonic debía recolectar monedas y ayudar a sus amigos en desenfrenadas carreras a través de scrolls horizontales.
La evolución gráfica entre los tres capítulos es notable, si bien la mayoría de fans de la saga han coronado a Sonic The Hedgehog 2 como el mejor de la trilogía, gracias a la incursión de Tails, al lanzamiento con giro y a un entorno gráfico que aportó notables mejoras a la primera entrega.
Sonic & Knuckles continuaba la línea de las tres primeras entregas incorporando la posibilidad de poder manejar a Knuckles, mientras que Sonic 3D constituía un atrevido intento de acercarse a las tres dimensiones apostando por un juego en perspectiva isomètrica con algún que otro componente de exploración que probablemente pasará a la historia como uno de los Sonics con menor aceptación por parte del público.
Sonic Spinball se apartaba de la temática tratada en los juegos anteriores y básicamente se centra en un juego donde el erizo es una bola que corre por un tablero de pinball y donde debemos buscar contacto con las palancas a fin de desbloquear nuevas zonas y poder seguir avanzando, en otro de los juegos que pasó bastante desapercibido a pesar de su intento por ampliar el foco de acción y temática del erizo de Sega.
Por último, Dr.Robotniks Bean Machine, un título divertido en el que el objetivo era ir creando líneas con bolas de diferentes colores y destruirlas, en un sistema de juego bastante similar a Puzzle Bubble o Columns, y que se convertía en un juego especialmente adictivo en su modo para dos jugadores.
La jugabilidad de todos y cada uno de los títulos es incuestionable. El mando de GameCube se adapta a la perfección a las exigencias de cada juego. Y es que la saga Sonic siempre se ha caracterizado por una excelente jugabilidad en la que deberemos ser rápidos y hábiles a la hora de sortear enemigos, recolectar monedas y salvar a nuestros amigos a través de los amplios y geniales escenarios donde se desarrolla la acción.
Se echa en falta algún vídeo a modo de entrevista con los miembros del Sonic Team, alguna versión mejorada de los juegos que presenta la colección, el impagable Sonic Mega CD o una presentación más trabajada (al estilo de la impresionante edición especial de Sonic Adventure 2 para Dreamcast, que incluía 2 monedas y un libreto con las portadas de todos los Sonics de la historia). A pesar de todo, la aportación de los extras mencionados son sin duda un buen complemento a la colección de títulos presentadas en este recopilatorio.
Parece que Sega está decidida a convertir a Sonic en un fenómeno mediatico al más puro estilo Pokemon, por lo que esperamos que en adelante, los títulos que lleguen, sean conversiones o juegos nuevos, mantengan un alto nivel de calidad y no caigan en una sobreexplotación de la mascota de Sega. Sonic Megacollection, de momento, es un buen argumento para volver al pasado y mirar al futuro.
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