Análisis de Picross E eShop (Nintendo 3DS)

Nintendo es conocida mundialmente gracias a las licencias de Mario, Zelda y demás sagas de primera categoría. No obstante, en la historia de la compañía hay cientos de títulos menos populares pero de excelente calidad, que siempre quedan en las sombras de los grandes lanzamientos, pero que quien adquiere uno de esos títulos, acaba disfrutándolo como el que más. Este es el caso de PICROSS, un juego desarrollado por Jupiter, que presente en el catálogo de las consolas de Nintendo desde la Game Boy, ha pasado prácticamente desapercibido. Afortunadamente, la "Touch Generations!" ha ayudado mucho a levantar un género que parecía destinado a desaparecer, los juegos de lógica y cálculo matemático.

PICROSS e es una nueva entrega para Nintendo 3DS que nos llega a través de la eShop a un precio ajustado.

Si te gustan los juegos de lógica y cálculo, este de "pintar por números" (o "Crucigramas de imágenes" tal y como lo llama Nintendo) seguramente no te decepcionará.

Un puzle japonés

La historia de los Nanogramas se remonta a 1987 cuando el japonés Non Ishida ganó un premio por hacer ilustraciones de rejilla realizado mediante las luces de un rascacielos. Ese mismo año, un creador de puzles profesional llamado Tetsuya Nishio se basó en el algoritmo que Non Ishida inventó para sus dibujos de rejillas, de modo que indicando el número de luces que hay en cada fila o columna, el jugador podría desvelar el dibujo oculto en ella. Al siguiente año se inició su publicación en medios de papel siendo rápidamente exportado a otros países. De ahí nació PICROSS (de Picture Crosswords), con dos juegos para Game Boy y hasta nueve entregas para el servicio de juegos de descarga para Super Nintendo, el Nintendo Power.

¿Pero cómo se juega a Picross? Pues tenemos una tabla de como mucho 15x15 cuadros. Cada fila y cada columna tiene indicado el número de cuadros pintados que tiene, con la posibilidad de que haya distancia entre grupos pintados. Con los valores dados, y simplemente echando cuentas, podemos fácilmente averiguar qué cuadros podemos pintar, aunque claro está, la dificultad está en que algunas de las incógnitas son realmente difíciles de calcular. Por ejemplo, cuando nos encontramos con una fila o columna en la que nos indican que hay 8 cuadros seguidos pintados, calculando todas las posibles posiciones de estos, deduciremos que los 6 cuadros centrales son sin duda cuadros pintados, dejándonos 2 incógnitas en cada uno de los extremos.

A base de ir despejando incógnitas, iremos descubriendo el dibujo oculto, y se puede dar el caso incluso de que seamos capaces de ver el dibujo antes de haber despejado todas estas, por lo que pasamos directamente a dibujarlas. Si no os queda claro, no os preocupéis, porque en el juego se incluye una sencilla guía que nos pondrá al día en los procesos de solución de estos puzles. Lo único que realmente se necesita es tener ganas de pasar un buen rato pensando delante de la consola.

Pantalla táctil o cruceta, tú eliges

Sin duda, uno de los motivos por los que Nintendo y Jupiter decidieron recuperar los PICROSS fue la presencia de la pantalla táctil y la "Touch Generations!", y es que gracias a la precisión que tiene tocar sobre los cuadros es algo realmente intuitivo y rápido. Eso sí, en las tablas más pequeñas tendremos que controlar nuestro pulso y sobretodo, tener perfectamente calibrado el lápiz táctil, porque nosotros hemos tenido ciertos problemas a la hora de tocar una casilla y que nos detecte como que estemos tocando la contigua, ocasionándonos errores involuntarios. Afortunadamente, para los más torpes está la posibilidad de usar con la cruceta tradicional o el Slide Pad, con lo cual no es tan intuitivo pero sí que puede ser la mejor solución para aquellos que no sean capaces de dar con la precisión requerida.

¿Cómo y cuándo realizamos un error os preguntaréis? Pues cuando marcamos una casilla como si fuera parte del dibujo sin que ese cuadro no lo sea. La penalización suma dos minutos al contador de tiempo, por lo que para aquellos que quieran conseguir un período competitivo, no sale a cuenta tocar por probar. Es mejor ir despejando las incógnitas poco a poco, marcando con una X todos los cuadros que consideramos que no se tienen que pintar (si erramos al marcar un cuadro como no válido para el dibujo no habrá penalización alguna). A fin de cuentas esa es la gracia de PICROSS e, tener presente los números para tratar de adivinar los cuadros que no pueden estar pintados y cuales sí, siempre teniendo en cuenta que el tiempo máximo de todos los tableros es de 60 minutos.

Recomendado solo para los aficionados al género

PICROSS e para Nintendo 3DS es como el resto de las entregas de la serie. A nosotros nos encanta, igual que nos gustan otros juegos de lógica y cálculo, pero hay que tener en cuenta que no es un videojuego al uso. Como juego de lógica, nos ofrece por lo menos 150 dibujos que descifrar, divididos en 4 categorías diferentes. Fácil, con 15 piezas rápidas de solucionar sin que nos cueste demasiado, Normal, con 60 piezas que nos llevará mucho más trabajo, 60 en modo libre en donde no nos penalizarán los errores, y una categoría Extra que nos ofrece más dibujos con alguna que otra sorpresa para los fans.

Pero lo cierto es que por mucho modo que le metan, la base del juego siempre es la misma, más fácil o difícil, pero es la misma experiencia de juego, así que si no os gustan este tipo de puzles lógicos donde hay que contar, simplemente no os lo descarguéis. Aquí no hay nada de lo que hablar más allá de eso, ni siquiera de gráficos 3D, por que el efecto prácticamente es anecdótico. La banda sonora es relajante y acompaña bien al puzle, pero poco más que comentar.

Si no lo habéis probado nunca, por el precio de 5€ podéis encontraros con contenido para darle al coco durante unas buenas horas. Quizás jugar en una 3DS normal se haga un poco pesado, por la precisión y el esfuerzo visual que requiere durante tan largas sesiones (en la Nintendo 3DS XL es mucho más cómodo de jugar), pero como suele pasar con este género, jugarlo en una consola con lápiz y las posibilidades que otorga el marcar casillas, más las ayudas visuales, resulta mucho más accesible y entretenido de jugar que sobre papel, por lo que consideramos que sin duda vale la pena.