Esta particular compañía de videojuegos forjó su leyenda con grandes títutlos. Sin duda era una compañía atípica, pues sus integrantes no eran los típicos personajes que se escondían del público y eran parte activa en la prensa de el Reino Unido.
La imagen que se tenía por entonces sobre los programadores de videojuegos, que eran considerados "bichos raros", contrastaba directamente con los Bitmap Brothers, puesto que se daban a conocer, como hemos dicho, formando parte activa de la prensa y se mostraban abiertamente con una imagen que rompía con los estereotipos mencionados, pues los miembros de esta compañía aparecían siempre en fotografías en vez de limitarse a ser una compañía sin rostros.
Posando incluso como si de estrellas del rock se tratasen, lograron desmarcarse del resto con personalidad propia, tanto en sus juegos, como en su manera cercana de mostrarse a los "jugones", y también colaborando con demos de sus juegos incluidos en algunas revistas del sector.
Como ellos mismos se califican, fueron "ferozmente independientes y totalmente de propiedad privada" algo que no solo se vio en muchos de sus juegos, algunos de ellos casi calificables como apuestas personales, sino que también fue el sello que hizo de esta compañía una empresa de videojuegos diferente y con sabor propio.
Sus grandes sagas y los otros
Actualmente asistimos al cierre de compañías de videojuegos, fugas de programadores de unas a otras empresas, cambios de nombre, fusiones... y aunque dejaremos esa parte para el final de este repaso temporal, podemos decir que The Bitmap Brothers sigue viva, pero ¿de qué manera sigue viva una compañía que no saca un juego desde el año 2003?
Pues bien, la respuesta la encontraréis al final, porque ahora no toca hablar de su decadencia y la parte triste, sino de los otros grandes juegos que, junto a Xenon, Speedball y Z, también formaron parte de "los hermanos del mapa de bits" y que para muchos de nosotros ocupan una parte de nuestros gratos recuerdos, así que dejemos el año 2011 y volvamos a 1990.
En este año, justo de el bum de Xenon 2, fue lanzado el juego Cadaver para Amiga, Atari ST, Ms Dos y Acom Archimedes.
Este juego de aventuras nos ponía en la piel de un enano que avanzaba a lo largo de un calabozo resolviendo todo tipo de acertijos recogiendo, lanzando, tirando y apilandlo objetos. En este juego de perspectiva isométrica se podía utilizar un limitado número de armas, puesto que el principal motivo y su forma de avanzar era resolviendo los rompecabezas.
Juego de lógica, destreza, con el mismo buen gusto gráfico de siempre y con multitud de secretos a descubrir, tuvo una secuela al año siguiente que amplió el número de niveles y fue ganador de los premios Golden Chalice 1990 Adventure Game of the Year, Generation 4 1990 Best Foreign Adventure y Golden Chalice Adventure Game of the Year.
1991 fue un año prolífico, pues Gods salió a la venta también en este año y nos trasladaba a la antigua Grecia, donde el jugador controla a Hércules en su aventura para lograr la ansiada inmortalidad.
En ver de ser un plataformas lineal, Gods basa su jugabilidad en mostrar mapas laberínticos que requieren una precisión bastante limada a la hora de controlar al personaje.
Gods destacó por su gran inteligencia artificial, pues los enemigos se adaptaban al nivel del jugador, haciendolos más dóciles o más agresivos según la pericia demostrada por nuestras experiencias, algo destacable para la época.
Lanzado originalmente para Commodore Amiga, Atari ST, MS-Dos y Acorn Archimedes, pronto fue versionado para Mega Drive y Super Nintendo, aumentando un poco su dificultad al elevar la velocidad del juego.
Megadrive
Super Nintendo
El siguiente juego que también vio la luz en el generoso 1991 fue Magic Pockets, juego de plataformas lateral sin muchas complicaciones y también lanzado para Amiga, Atari St, Ms Dos y Acorn Archimedes.
Un joven, conocido como el "Bitmap Kid" tiene unos pantalones mágicos con unos bolsillos con una cantidad infinita de espacio de almacenamiento de los que sacará multitud de objetos para combatir a los enemigos a través de una cueva, la selva, ríos y zonas de montaña.
Desenfadado y alocado plataformas que dejó un fugáz y buen sabor de boca.
Otra de las grandes sagas fue The Chaos Engine, que con sus dos entregas en 1992-3 y 1996 demostró que The Bitmap Brothers era una fuente de nuevas ideas y mundos con personalidad propia.
El juego era un "run and gun" con la típica vista cenital de la marca, y ambientado en la inglaterra victoriana en un mundo Steampunk. Un viajero en el tiempo se queda atrapado en una misión de reconocimiento en la Inglaterra de 1800, donde sus conocimientos y tecnología (basada en las novelas de Julio Verne y buena parte de la "cultura steampunk") son robados por un malvado inventor, el Barón Fortesque.
Éste, con toda aquella información sobre esta tecnología, crea la Chaos Engine, que dará a su creador el poder sobre el espacio-tiempo. Como no, algo sale mal y toda Inglaterra es sumida en una devastación que hace al mundo cortar comunicaciones completamente con el Reino Unido, que es declarada zona catastrófica.
En esta pesadilla steampunk, un grupo de mercenarios con marcadas diferencias intentarán llegar hasta el Barón y su máquina para acabar con esta pesadilla en forma de terribles criaturas mutantes salidas de vete tú a saber dónde y qué época gracias a la Chaos Engine.
Su grandioso modo de dos jugadores lo convirtió en uno de los grandes juegos que podíamos disfrutar en compañía de un amigo, o controlado por el juego si no había un segundo jugador. El legado de Gauntlet era evidente, pero como todo juego de los Bitmap Brothers, estaba adornado por unos geniales gráficos, una banda sonora fantástica y una ambientación cuidada hasta el extremo.
En su secuela logran destruir la maquina del caos, pero quedan atrapados en una linea temporal al hacerlo. Para sobrevivir deben ayudar al Barón a reconstruir la máquina, aunque solo uno de todos ellos podrá viajar y escapar de ese espacio temporal.
El juego cooperativo de la primera parte se convierte en un modo de supervivencia y de uno contra otro a pantalla partida. A través de varias rondas, el jugador debe matar al oponente, uno de sus amigos en la primera parte, tantas veces como pueda, ayudado por diferentes armas, completando diferentes puzles o recogiendo objetos.
Lanzado en las plataformas Amiga, Amiga CD32 y Mega Drive (el primero fue convertido a más plataformas) hizo que 1996 fuera el año culmen de los Bitmap Brothers, pues también en ese mismo año fue lanzado el juego de estrategia Z.
Ese año, ese maldito año fue en el que vimos los dos últimos juegos que brillaron con luz propia de esta singular compañía, pues como hablamos en el anterior artículo, el paso a las 3D mostraron que los Bitmap Brothers dominaban el "pincel de las 2D" como nadie, pero las 3D como muchos otros.
Kill Switch, Z: Steel Soldiers y World War II: Frontline Command fueron los juegos en 3D que demostraron la decadencia de la compañía, tanto fue así que despues de la secuela de Z, las dos cabezas pensantes de los Bitmap Brothers deciden desligarse de ésta y pasan a formar Tower Studios, compañía independiente que ha lanzado hace poco Speedball 2 evolution para iOS y que tiene la idea de llevar varios de estos títulos a éstas y otras plataformas.
Si hace poco nos enterabamos que Kavcom obtenía la licencia de el primer Z para lanzarlos en plataformas como iPhone, iPad, iPad Touch, PC, Mac, Android y Blackberry demuestras que The Bitmap Brothers no está muerta, sencillamente aún hoy vende sus licencias que antaño funcionaron con gran éxito.
Por esto podemos decir que The Bitmap Brothers "no ha muerto" aunque quizás si lo haya hecho, o más bien se ha marchado sin decir adiós.
¡Hasta siempre, The Bitmap Bros!