Hoy volvemos a la década de los ochenta, exactamente a 1988, año en el que, poniéndonos un poco en situación, los usuarios de NES recibieron su Megaman 2, también su inolvidable Captain Tsubasa, nació el gran Forgotten World a la vez que el gran Parodius de Konami, y hacía ya un año que los usuarios de MSX disfrutaban del primer Metal Gear.
En estos años nacieron juegos que empezaban a llenar los grandes huecos que la casi recién nacida industria tenía por cubrir. Muchos repetían fórmulas ya conocidas para hacer juegos en ocasiones demasiado similares entre sí, pisando sobre seguro, apostando por un éxito casi garantizado, haciendo pequeños cambios en los gráficos, un pequeño retoque en el sonido... pero hacer cosas parecidas a lo que ya existía dice muy poco de los que lanzan al mercado un juego así -de la misma manera que pasa actualmente- y de su ambición a la hora de demostrar su talento.
Pero The Bitmap Brothers no era una de esas compañías que tan solo se limitaban a copiar algo y dejarlo tal cual y, sin dudarlo, si por algo se caracterizó esta peculiar compañía fue precisamente por esto: talento. Grandes juegos, que muchos fueron punteros en el año que fueron lanzados, también algunos otros, abrían pequeños caminos entre tantos juegos parecidos y fórmulas exprimidas hasta la saciedad.
Speedball, otro esbozo de éxito
Tras su éxito inicial que obtuvo con Xenon, The Bitmap Brothers ideó un juego de corte futurista "cyberpunk" que tomaba elementos de varios deportes como el balonmano y el hockey sobre hielo, haciendo uso de la violencia y con varios elementos que puntúan además de los propios goles en la meta.
En su primera versión lanzada en noviembre del año 1988 inicialmente para Atari ST, nos encontrábamos con un recinto completamente metálico y cerrado, en el que cinco jugadores por cada equipo se daban de mamporros por el control de la bola, que rebotando en las paredes y por un agujero que teletrasportaba al otro extremo, y recolectando en pleno partido power ups y demás items.
Sin duda Speedball podemos decir que se inspira en la película Rollerball, del canadiense Norman Jewison -que venía del escándalo de la película Jesucristo Superstar- lanzada en cines en el año 1975, película de la que podemos leer la sinopsis y ver algunas de las similitudes con Speedball en Filmaffinity: "La tranquilidad social es absoluta, pero la gente carece de libertad. Se desahogan con el Rollerball, un violento juego donde los jugadores corren peligro de muerte." Aunque representado en la película en un escenario redondo para dar mejor vision a los espectadores y desplazándose en patines, sí mantiene las similitudes de la indumentaria con protecciones y de la bola de hierro con el objetivo de cada equipo de introducirla en un agujero en el caso de la película y en una portería custodiada por un guardameta en el juego.
El concepto era novedoso y con una ambientación diferente a lo visto en videojuegos similares, por lo que, aunque esta primera parte no causó el impactó de su segunda entrega, fue sin duda el esbozo que su segunda parte terminó de limar.
Brutal Deluxe, el juego del éxito
Fue con esta coletilla con la que Speedball 2 fue lanzado al mercado. Y fue con Speedball 2: Brutal Deluxe la entrega con la que The Bitmap Brothers culminó su obra en forma de deporte futurista e híper violento.
En el año 2105, -la primera entrega se situaba en el año en que se fundó la liga, en 2095- nos cuenta cómo este deporte es retomado, pues la primera liga de Speedball falla debido a la extrema violencia y corrupción. Este "juego" se ve destinado a practicarse en la clandestinidad, pero unos años mas tarde, en un intento por recuperar el interés del público y la audiencia, la segunda liga de Speedball resurge de sus cenizas con el nacimiento de un nuevo equipo: Brutal Deluxe.
De nuevo como en la segunda entrega de Xenon, The Bitmap Brothers se pone las pilas y lleva el rendimiento gráfico mucho más allá que su primera entrega: personajes más definidos, más "metálicos", más cuadros de animación, estadios mucho más grandes y un largo etcétera hicieron de esta segunda entrega el culmen de la saga.
¡Ice cream! ¡Ice cream!
En 1990 se lanza su segunda parte, con muchas novedades, como por ejemplo: se pasaba de cinco jugadores por cada equipo a nueve, para aprovechar el también mayor espacio que dotaban al juego los inmensos campos en comparación con su antecesor. Más power ups, recolección de dinero para mejoras las equipaciones y las habilidades en próximos encuentros.
También había diferentes sistemas de puntación aparte de los propios goles en portería, como era introducir la bola metálica por una rampa que daba algunos puntos, o en botoneras que rebotaban en ellas para mandar la bola a otra parte del campo, y en los laterales encontrábamos un sistema de cinco estrellas que al habilitarlas todas nos recompensaban con más puntuación. Aparte de esto, la aparición repentina de algunos ítems que otorgaban a el jugador que los recogiera poderes especiales como, por ejemplo, una velocidad inusitada.
También con componentes estratégicos en el campo, como otra botonera en el lateral que, al pulsarla, devolvía al jugador la bola de color dorado, otorgándole el poder de derribar al próximo oponente que la tocara, por lo que si la lanzábamos al portero y ningún oponente se lanzaba a recibir ese golpe, inevitablemente la bola acababa dentro de la portería.
Brutal Deluxe era el equipo más débil del campeonato y nuestra misión era mejorarlo durante los partidos por medio de la puntuación en los partidos y el dinero que recolectásemos, haciendo bastante difícil la primera parte de los partidos, y subiendo las cualidades de nuestros hombres, como eran la agresividad, la inteligencia, la velocidad, ataque, etc..
De nuevo la versión de Amiga fue la que más destacó, aunque la versión de Megadrive no andaba lejos. Atari ST se quedaba sin el sonido de lujo que sí tenían otras conversiones. Sonido que, por otra parte, estaba escrito por Simon Rogers, y ganó en 1991 el Golden Joystick Award por la mejor banda sonora.
Fue lanzado en: Atari ST, Amiga, Amiga CD32, Commodore 64, PC, NES -baju otro nombre-, Sega Master System, Game Boy, Game Boy Advance, Sega Mega Drive, Windows Mobile, PlayStation, Xbox 360, iPhone y Ipad.
Si, habéis leído bien, Speedball , fue lanzado en todas esas plataformas, aunque PlayStation (Speedball 2100, de poco éxito) Xbox 360, Iphone y Ipad (Speedball 2 Evolution) son las más recientes, y es así porque se tratan de remakes que toman como base principal el juego de 1990, y no otros refritos que también fueron lanzados por otras compañías y, aunque muchos de ellos con gráficos 3D, no consiguieron recoger el espíritu y sobre todo la velocidad de el mejor juego de la saga.
Otras versiones, como decimos, se quedaron en el camino por salirse del legado marcado de su tremendamente exitosa segunda saga, donde en cada plataforma a la que fue versionada fue un juego destacado del catálogo.
La semana que viene descubriremos otra de las sagas más recordadas de los Bitmap Brothers, y aunque repasaremos todos sus juegos de la A a la Z en una columna final, ¿en qué saga pensáis? La pista está ahí.