La saga Terminator va a resetearse, como si de un ordenador se tratase, con la nueva Terminator 7 -aún sin título oficial-. Como os contábamos hace unos meses, la nueva película estará enfocada al terror, apostando por un tono oscuro, lleno de gore y con más tintes de slasher que de blockbuster de acción. Teniendo en cuenta la cantidad de fracasos que ha acumulado la licencia en los últimos años, Terminator parece que se enfocará en imitar a una de las más recientes fórmulas de éxito en el género: Halloween.
Terminator es un jaleo de secuelas y cronologías: hay que parar
Terminator ha ido de mal en peor en lo que a secuelas se refiere. Tras completar una trilogía con una paupérrima tercera parte, en 2009, la saga intentó mirar al futuro de la guerra contra las máquinas con Terminator: Salvation, explotando el escenario postapocalíptico tras el éxito de Skynet en el juicio final.
Luego, a tenor del fracaso en taquilla de la cinta protagonizada por Christian Bale, se intentó devolver el estilo original de viajes en el tiempo y asesinatos calculados con Terminator: Génesis, que tampoco conquistó a nadie pese a tener a Emilia Clarke en el reparto. Más tarde, con James Cameron a la cabeza y Tim Miller en la dirección, llegó Terminator: Destino Oscuro, que fue otro batacazo y dejó tocada y hundida a la saga.
Había grandes planes e incluso se ha debatido su papel como secuela, pero los responsables de la saga han querido mirar a otro lado y comenzar desde cero. ¿El motivo? La cronología es un caos, hay demasiadas secuelas y líneas temporales distintas y la gente no sabe a qué atenerse a día de hoy. La película de terror y ciencia ficción original en 1984, The Terminator fue un éxito tanto para el público como para la crítica, convirtiéndose rápidamente en un clásico de culto gracias a sus bien rodadas escenas y a su memorable villano principal, un ciborg que persigue sin descanso a sus víctimas. James Cameron consiguió que muchos se replantearan el género slasher, y ahora, muchísimos años después, es el género slasher el que le tiende la mano.
Las nuevas películas de la saga Halloween de David Gordon son el ejemplo perfecto para Terminator
Las películas de Halloween siguieron una trayectoria similar a la saga Terminator, con una licencia llena de secuelas, cronologías y subsagas propias, cada una de su padre y de su madre. Durante años, los directores y productores se las arreglaron para seguir sacando entregas que variaban poco o nada la fórmula de John Carpenter. Pero el reinicio de Halloween de 2018 a cargo del director David Gordon Green salvó la papeleta al ignorar absolutamente todo después del Halloween de 1978, continuando de forma directa la primera película. Se volvió a los orígenes, se cimentó la fórmula original y se apostó por actualizar los tropos que hicieron del filme todo un éxito de taquilla.
Las películas de Terminator se desmoronaron poco a poco en taquilla debido a su cronología complicada, sus cruces, los viajes en el tiempo imposible y su inconsistencia argumental. La elección de Halloween de 2018 como ejemplo a seguir simplificará la historia de la serie, ya que se tendrá un terreno limpio y lleno de posibilidades, justo donde quedaron las dos primeras películas, ignorando por completo el desorden posterior. Se acabó la continuidad confusa y contradictoria, hay que volver a los orígenes slasher del primer filme de Cameron, apostando por el terror e intentando que la tensión y las muertes brutales, así como la incesante persecución del T-800, lo guíe todo.
¿Y qué hacemos con John Connor? ¿Y con el villano? ¿Y Arnold Schwarzenegger?
¿Traerá la nueva Terminator de vuelta a John Connor? Una buena pregunta. El salvador y líder de la Resistencia contra Skynet y su tiranía ha sido el eje de muchas secuelas y continuaciones tras Terminator 2: El día del juicio final. En las dos primeras películas, las máquinas intentaban matar a Sarah Connor (Linda Hamilton) y posteriormente a John Connor (Edward Furlong), con los héroes evitando el apocalipsis inminente relacionado con el auge de las inteligencias artificiales. Pese a que las secuelas exploraban otros aspectos de Connor e incluso del aciago futuro de la humanidad, quizás este reinicio tenga que buscar la manera de cambiar la historia o hacerla más atractiva. Terminator 3: Rise of the Machines, intentó seguir la historia de un John Connor adolescente vagabundo, oculto entre las calles tras la muerte de su madre, buscando la manera de sobrevivir sin llamar la atención. ¿Podría adaptarse esto con un actor ya en su vejez o madurez?
La saga Terminator es la historia de los Connor y su rol en el futuro de la resistencia humana contra las máquinas, así como una evolución constante de las máquinas enviadas al pasado por Skynet para asesinarlos. En un principio tuvimos al T-800, que a posteriori sería reprogramado en la primera secuela para eludir al T-1000, una versión más letal. A lo largo de las décadas, los robots fueron más y más complejos, atesorando trucos imposibles, aspectos más agresivos y diseños discutibles. Ninguno logró superar al metal líquido. Eran demasiado complicados, por lo que volver a la simplicidad de la Terminator original de 1984, tiene que ser imperativo. Nada de ciborgs raros o muy modernos. El T-800 sigue siendo icónico y funcional. Un ser artificial capaz de perseguir a su objetivo sin descanso.
Sobre el aspecto del ciborg tenemos otra diatriba. El T-800 es Arnold Schwarzenegger. Es más: la saga es Arnold Schwarzenegger en todo su significado. Si se decide regresar a los orígenes, habría que buscar la manera de incluir al austriaco de alguna forma, como se hizo con el aspecto de Michael Myers o Leatherface, rostros icónicos del cine y de sus respectivas licencias. Aunque la decisión de reinterpretar la fórmula implica también transformar al villano, es imposible pensar en Terminator sin su estrella. En cualquier caso, el reinicio de Terminator, que tendrá la estructura de un thriller slasher, tendrá que reprogramarse para mantener un equilibrio entre gore, acción y tensión.