El crowdfunding fue una de las mayores revoluciones de principios de la década gracias a Kickstarter, una plataforma que permitía que cualquier emprendedor presentara su proyecto al público y que fuesen los mismos consumidores quienes lo financiasen e invirtiesen en él. Por supuesto, esto no tardó en llamar la atención de muchos estudios de desarrollo que no encontraban el apoyo necesario por parte de las editoras para sacar sus videojuegos adelante, derivando en un auténtico boom de títulos financiados a través de la plataforma.
Gracias a este fenómeno hemos podido disfrutar de auténticas joyas que nunca habrían visto la luz de otro modo, aunque no todos los juegos han corrido la misma suerte y también nos hemos llevado una buena ración de decepciones y títulos que, sin ser malos, no terminaron de estar a la altura de las expectativas. En esta ocasión nos toca hacer un
Los mejores juegos financiados en Kickstarter
La buena noticia es que Kickstarter nos ha dado muchas más alegrías que penurias, aunque el camino no ha sido siempre fácil. Un buen ejemplo de ello lo tenemos en Kentucky Route Zero, uno de los primeros juegos en financiarse de esta manera en 2011 y que hasta este mismo año no ha conseguido lanzar su último episodio. Por suerte, lo que comenzó con una modesta recaudación de 8.583 dólares ha acabado por convertirse en una fantástica aventura gráfica con un toque muy especial a la que deberíais de darle una oportunidad a poco que os guste el género, ya que la larga espera hasta su final ha merecido muchísimo la pena.
Otro de los grandes éxitos de Kickstarter lo tuvimos en FTL: Faster Than Light, un roguelike de Subset Games en el que debíamos gestionar una nave espacial mientras viajábamos por diferentes galaxias. Los 200.000 dólares que recaudó (el objetivo inicial era de tan solo 10.000) sirvieron para que este pequeño equipo indie diera forma en apenas unos meses a una aventura adictiva como pocas que se convirtió rápidamente en uno de los juegos más jugados y vendidos de Steam.
Tampoco nos podemos olvidar de Wasteland 2, la secuela que nos trajo inXile Entertainment del clásico de rol de 1988. Tras recaudar casi tres millones de dólares consiguió estar a la altura de las expectativas y dejarnos con una odisea que supo contentar por igual a los amantes del rol occidental y a los fans del original. Un caso parecido tenemos con The Banner Saga, una aventura de rol y estrategia por turnos con un fuerte componente narrativo que nos llevaba a un oscuro mundo de ambientación vikinga para narrarnos una historia inolvidable a través de una intensa y emocionante trilogía. Los amantes de los juegos al más puro estilo Diablo también nos llevamos una gran alegría con Grim Dawn, un fantástico y entretenidísimo ARPG creado por Crate Entertainment, un estudio que cuenta entre sus filas con muchos de los principales responsables de Titan Quest.
Más allá del software, en Kickstarter también encontramos el germen de la actual carrera por la realidad virtual, una tecnología que tras estancarse y quedar abandonada durante años, resurgió con más fuerza que nunca gracias a la campaña de financiación de Oculus Rift, las gafas de realidad virtual de Oculus VR con las que, por fin, esta tecnología consiguió llegar a los hogares de una forma convincente.
Los avances que se hicieron en este campo fueron enormes, animando a otras compañías a invertir en este tipo de tecnología, incluyendo a HTC y hasta a la propia Sony.
Volviendo a los juegos, Chivalry: Medieval Warfare de Torn Banner Studios nos dejó con un divertidísimo juego de acción en primera persona multijugador competitivo ambientado en la edad media que no dejó de mejorar actualización tras actualización para ofrecernos batallas tan intensas como emocionantes.
Pero Kickstarter no es solo para pequeños estudios independientes, ya que compañías tan veteranas como Obsidian Entertainment también se han visto obligadas a recurrir al crowdfunding de vez en cuando. En este caso concreto, el resultado fue Pillars of Eternity, una aventura de rol occidental tradicional con vista aérea que nos dejó con la boca abierta con su exquisita escritura y su nostálgica jugabilidad. Los fans de los juegos de coches tampoco fueron dejados de lado con Project Cars y su secuela, dos simuladores completísimos y repletos de opciones para todos los gustos que fueron financiados en esta plataforma.
La estrategia y simulación espacial también tuvo su momento de gloria con Elite: Dangerous, la cuarta entrega de una serie mítica que tuvo que financiarse en Kickstarter. Por suerte, Frontier Developments supo estar a la altura y regalarnos un juego que no decepcionó. De igual modo, gracias al crowdfunding pudimos disfrutar de Freedom Planet, un notable juego de plataformas fuertemente inspirado en las aventuras de Sonic para Mega Drive que nos permitió volver a disfrutar de unas sensaciones muy clásicas mientras nos sumergíamos en una aventura con una narrativa sorprendentemente extensa y elaborada.
Además de Wasteland 2, inXile Entertainment también supo aprovechar esta plataforma para recaudar dinero y dar forma a Torment: Tides of Numenera un atípico y original RPG occidental con una ambientación muy particular, aunque si tuviésemos que mencionar uno de nuestros juegos favoritos salidos de Kickstarter no dudaríamos en nombrar Shovel Knight de Yacht Club Games, una auténtica maravilla deudora de los juegos de plataformas y acción de 8 bits que no ha parado de recibir apoyo y nuevos contenidos de forma completamente gratuita.
Volviendo a los juegos de rol occidental, nos vemos obligados a destacar Divinity: Original Sin y su secuela, ambos financiados mediante crowdfunding y considerados como dos de los mejores títulos de toda la historia del género. Y con razón. A Hat in Time también se merece su mención destacada, ya que ha sido de los pocos juegos de esta década que han conseguido ofrecernos un gran plataformas 3D inspirado en los clásicos de Nintendo 64, algo que, por desgracia, cada vez se ve con menos asiduidad. Si no lo habéis jugado, no podemos hacer otra cosa que no sea recomendároslo, ya que ofrece todo un torrente de alocadas ideas acompañadas por una jugabilidad sobresaliente. Kickstarter también es el origen de uno de los mayores fenómenos "videojueguiles" de la época, ya que fue aquí donde Toby Fox financió su sorprendente Undertale, uno de los títulos más inesperados y únicos que jamás hemos tenido el placer de jugar.
Otra saga que necesitó recurrir a este método de financiación para asegurar su continuidad fue Shantae de WayForward. El resultado fue Shantae: Half-Genie Hero, un precioso título de plataformas con muchísimo encanto y buen hacer. En el otro lado de la balanza, Heart Machine consiguió reunir los fondos necesarios para dar forma a Hyper Light Drifter, un auténtico juegazo inspirado en aventuras como The Legend of Zelda que fue capaz de sumergirnos en un mundo muy original y único del que no quisimos salir. A destacar también Night in the Woods, un juego muy, muy especial que esconde una historia madura y muy real que no se olvida con facilidad.
¿Os gustan los metroidvanias? Pues gracias a Kickstarter hemos podido disfrutar de auténticas joyas del género, como La-Mulana 2 (secuela del título de culto de Playism Games) o Bloodstained: Ritual of the Night, la secuela espiritual de Castlevania que ha dirigido el mismísimo Koji Igarashi, el máximo responsable de esa obra maestra llamada Castlevania: Symphony of the Night. Y ojo, ya que Hollow Knight también recurrió al micromecenazgo y pocos juegos mejores de este estilo vais a encontrar. De igual modo, no podemos olvidarnos de que el estudio español The Game Kitchen consiguió financiar el más que notable Blasphemous de esta manera, uno de los mayores triunfos patrios en la plataforma.
Si lo vuestro son los roguelikes, quizá os sorprenda que uno de los mejores de los últimos años, Darkest Dungeon, también recurrió a la financiación colectiva, dejándonos para el recuerdo un título imprescindible en el que debemos explorar mazmorras, luchar contra horrores cósmicos y mantener la cordura de nuestros héroes. Esta plataforma también ha permitido que títulos tan sorprendentes como Superhot hayan podido ver la luz del día, una original aventura de acción en primera persona en la que el tiempo solo pasa cuando nos movemos, permitiéndonos hacer auténticas virguerías si medíamos bien nuestras acciones. Finalmente, Ron Gilbert, toda una leyenda de la industria por ser uno de los máximos responsables en la creación de The Secret of Monkey Island, volvió a ofrecernos una maravillosa aventura gráfica de point and click con Thimbleweed Park, un título que se financió con el dinero de los fans del género.
Proyectos que estuvieron bien, pero que pudieron estar mejor
Evidentemente, no todos los proyectos salieron igual de bien parados y también tuvimos una buena ración de juegos financiados en Kickstarter que, a pesar de ser más que dignos y muy entretenidos, les faltó cierto puntillo de brillantez. Un ejemplo de esto lo tenemos en Octodad: Dadliest Catch, una obra con una propuesta muy loca que, a pesar de divertir, no pasaba de ser más que una simple curiosidad con la que echar una tarde.
De igual modo tenemos Broken Age, una ambiciosa aventura gráfica de Double Fine con el legendario Tim Schafer a la cabeza que nos hizo pasar un buen rato y nos contaba una bonita historia, pero que se quedó lejos de ser esa obra de mecánicas clásicas que nos prometieron, relegando los puzles a un papel relativamente secundario y no demasiado elaborado. Lo mismo se puede decir de République, un juego con una propuesta muy interesante y que hacía muchas cosas bien, pero cuyos defectos eran igual de visibles.
El regreso de The Great Giana Sisters también se financió en Kickstarter con el entretenido Giana Sisters: Twisted Dreams, un plataformas 2D que funcionaba bien, pero que se quedaba muy lejos de los principales referentes del género, especialmente en lo que a diseño de niveles se refiere. Volviendo nuevamente a las aventuras gráficas, el micromecenazgo permitió que Revolution Software recuperase la mítica saga Broken Sword con The Serpent's Curse, una quinta entrega que cumplía lo que prometía, pero que distaba de la excelencia.
Born Ready Games también probó suerte con Strike Suit Zero, un juego de mechas con combates espaciales muy vistoso, pero al que le costaba ofrecer buenas misiones y unas batallas mínimamente memorables. Shadowgate fue un bonito remake de una mítica aventura gráfica de 1987 que, a pesar de sentirse fuera de su época, nos hizo revivir momentos muy nostálgicos, tanto de satisfacción como de frustración, olvidándose de pulir lo que ya fallaba en el original.
Continuando con las aventuras gráficas, Red Thread Games nos trajo Dreamfall Chapters: The Longest Journey, la tercera parte de una saga muy especial que se quedó un tanto a medias en todo lo que propuso, pero que seguía enganchando por su historia. Por otra parte, Chasm fue un metroidvania de Bit Kid que contaba con ciertos elementos aleatorios en su diseño de niveles apuntaba muy alto, pero que al final se quedó simplemente en "uno más". Era divertido y nos garantizaba unas cuantas horas muy disfrutables, pero palidecía al lado de los principales referentes del género.
Tampoco podemos olvidarnos de Kingdom Come: Deliverance, el ambicioso (y polémico) juego de rol medieval de corte realista de Warhorse Studios, una obra que dividió a la comunidad por culpa de sus múltiples errores (tanto jugables como de programación), pero que en el fondo escondía un título con cierto interés si conseguíamos pasarlos por alto y sumergirnos en su mundo. Por su parte, Armello intentó ofrecernos un curioso y divertido juego de mesa con muy buenas ideas, pero que no llegó a enganchar tanto como nos hubiese gustado. Por otra parte también tenemos The Flame in the Flood, un peculiar juego de supervivencia con mecánicas roguelike que contaba con una ambientación muy interesante y única, pero a la que le faltaba cierta chispa y pulido en lo jugable. Algo parecido le ocurrió a Crossing Souls, una simpática aventura desarrollada en España que siempre nos dejaba ver un potencial que nunca llegaba a explotar.
Uno de los casos que más nos duele poner aquí es el de Yooka-Laylee, un ambicioso plataformas 3D de Playtonic que quería ser el sucesor espiritual de Banjo-Kazooie, un objetivo que se quedó lejos de cumplir. Sí, las mecánicas estaban ahí y no se puede negar que era divertido y entretenido como pocos, pero su diseño de niveles dejó que desear y los controles y la cámara tenían muchísimo margen de mejora. Al final, se quedó "simplemente" en un buen juego que no consiguió hacer sombra a la aventura en la que se inspiró. Por último, Sundered es otro metroidvania con elementos roguelike que contaba entre sus principales armas con un apartado audiovisual increíble, pero cuyas mecánicas y diseños acabaron por resultar en un título mal medido y que podría haber dado mucho más de sí.
Las decepciones
Desgraciadamente, Kickstarter también nos ha dejado para el recuerdo unas cuantas decepciones. Por ejemplo, entre ellas tendríamos Anima: Gate of Memories, una aventura de rol y acción basada en Anima: Beyond Fantasy que, tras dos campañas en Kickstarter, acabó resultando en una aventura mediocre y con muy poco que rescatar que intentó abarcar más de lo que podía apretar. Siguiendo con esta tendencia también tendríamos Carmageddon: Reincarnation, la fallida resurrección de este polémico clásico, un juego a evitar en todos los aspectos.
Otro de los fracasos más predecibles y sonados fue el de Ouya, una consola basada en Android que prometió de todo y apenas duró un par de años antes de dejar de fabricarse y recibir apoyo. Peter Molyneux también probó suerte en la plataforma para financiar Godus, un simulador de dios que fue un auténtico despropósito y que acabó cancelado antes de salir de su fase de Acceso Anticipado.
Otro creativo de renombre que acudió a Kickstarter fue American McGee con Akaneiro: Demon Hunters, una aventura de rol y acción al estilo Diablo que nos llevaba a un mundo que mezclaba el Japón feudal con el cuento de Caperucita Roja. Suena bien, ¿verdad? Pues si sois lo suficientemente valientes como para atreveros a probarlo en Steam (es gratuito) no tardaréis en descubrir los motivos por los que hemos decidido incluirlo en esta sección. Los amantes del terror también pasaron miedo de verdad (y no por los motivos adecuados) con Among the Sleep y Agony, dos títulos que prometieron mucho y que acabaron quedando totalmente relegados al olvido. Siguiendo con la temática de terror tenemos el aburridísimo Friday the 13th: The Game, un multijugador asimétrico a evitar y sin gracia alguna.
Por supuesto, en este repaso no nos puede faltar Mighty No. 9, probablemente uno de los proyectos peor gestionados de toda la plataforma. Keiji Inafune prometió con él un sucesor espiritual de Mega Man, pero el resultado final, tras innumerables retrasos, no pudo ser más decepcionante y mediocre. Lamentablemente, el regreso de los carismáticos ToeJam & Earl con Back in the Groove tampoco supo convencer con un juego que pasó con más pena que gloria, y el ambicioso y esperado We Happy Few acabó resultando ser un juego de supervivencia del montón y repleto de fallos.
Finalmente también nos vemos obligados a mencionar Shenmue III, un juego que estamos seguros que algunos de vosotros no consideraréis como una decepción, pero que nos ha dejado con un sabor de boca muy agridulce tras tantísimos años de espera y que se ha quedado lejos de cumplir las expectativas de lo que cabría esperar de un videojuego a estas alturas.
Los juegos que seguimos esperando
Para finalizar nuestro repaso por todo lo que ha dado de sí Kickstarter, no podemos olvidarnos de esos proyectos que todavía tienen que llegar al mercado, entre los que se incluyen algunos casos muy llamativos, como los de Unsung Story y Project Phoenix, dos SRPG que cuentan con la participación de grandes nombres de la industria, como Yasumi Matsuno (Vagrant Story, Final Fantasy Tactics) en el primer caso, que llevan más de un lustro financiados y de los que todavía no sabemos prácticamente nada. Star Citizen es otro de esos títulos que comenzó su andadura en Kickstarter y que luego siguió recaudando dinero por otros medios, convirtiéndose así en el juego que más dinero ha recaudado mediante micromecenazgo, haciendo superado ya la increíble cifra de 250 millones de dolares. ¿Su fecha de lanzamiento? Quién sabe, pero la financiación inicial la obtuvo en 2013 y ya estamos en pleno 2020. Otro título al que le está costando salir adelante es al remake de System Shock que está preparando Night Dive Studios, el cual se financió en 2016, mientras que Wasteland 3 por fin verá la luz en mayo tras cuatro años de desarrollo.
Como veis, estos últimos diez años han dado para mucho y, evidentemente, no nos han cabido todos los juegos que se han financiado a través de Kickstarter, así que os invitamos a que nos digáis qué títulos de los que no hemos mencionado destacaríais y si hay algún proyecto en el que hayáis aportado vuestro granito de arena y qué tal ha sido vuestra experiencia con la plataforma. ¡Esperamos vuestras respuestas!