La industria cinematográfica está mirando con recelo las maniobras económicas de Donald Trump. Los aranceles y los cambios comerciales del presidente de Estados Unidos pueden dejar tocados a Hollywood y sus futuras películas, en parte por la jugada y el contraataque que está preparando China: prohibir por completo el estreno de los blockbusters del verano.
Y eso, lógicamente, es un problemas. Estas superproducciones que compiten no solo por dominar el box office, sino por dejar una huella en la cultura pop. Y este 2025, dos viejos conocidos del ring —DC y Marvel— regresan al cuadrilátero con propuestas que no solo buscan ganar dinero, sino redibujar su propio destino: Superman y Los 4 Fantásticos: Primeros pasos. Ambas pueden verse muy afectadas sin la recaudación comercial del mercado chino.Tormenta en el multiverso: Superman y Los Cuatro Fantásticos pueden tener problemas en taquilla por culpa de Trump y encienden las alarmas en DC y Marvel
Ambas películas aterrizan en julio con ambiciones descomunales y sin el fenómeno sociocultural de un Barbenheimer a la vista, pero con un interés palpable por parte del público. No tanto por su rivalidad directa, sino por lo que representan dentro de un género en plena transición. Hay expectativas. Hay escepticismo. Y, sobre todo, hay una industria mirando de reojo cómo responden los fans.

El 11 de julio, James Gunn levanta el telón del nuevo Universo DC con Superman, una película que no solo introduce a David Corenswet como el nuevo Hombre de Acero, sino que marca el verdadero punto de partida del ambicioso plan de Warner para reconstruir su universo superheroico desde cero. Todo empieza aquí. Y todo puede desmoronarse si el público no compra la propuesta.
Dos semanas después, el 25 de julio, Marvel pone sobre la mesa su propia apuesta fuerte: Los Cuatro Fantásticos: Primeros pasos, un reboot largamente esperado que finalmente integrará a la Primera Familia en el UCM. Tras el tropiezo de Capitán América: Brave New World y la relativa expectación con Thunderbolts, este filme se perfila como el verdadero termómetro de salud de la franquicia, especialmente ahora que el multiverso ya no seduce como antes.
Pero si la cercanía de fechas y el desgaste natural del género no eran ya suficientes retos, un nuevo frente se abre de forma inesperada: China. Las recientes tensiones comerciales entre el gobierno estadounidense y el de Xi Jinping han desembocado en una represalia preocupante para Hollywood: la reducción "moderada" de películas estadounidenses que se proyectarán en salas chinas.
Lo ha confirmado el propio gobierno del país asiático, según recoge Variety, con un comunicado que no deja lugar a demasiadas interpretaciones, “La acción errónea del gobierno estadounidense de abusar de los aranceles a China inevitablemente reducirá aún más la preferencia del público nacional por las películas estadounidenses. Seguiremos las reglas del mercado, respetaremos las preferencias del público y reduciremos moderadamente la cantidad de películas estadounidenses importadas”, concluía.

A día de hoy, Thunderbolts mantiene su fecha de estreno en China (30 de abril), lo que sugiere que la medida aún no tiene aplicación retroactiva ni inmediata. Pero las dudas son muchas, y las certezas escasas. ¿Afectará esta limitación a los estrenos de julio? ¿Estarán Superman y Los Cuatro Fantásticos entre los sacrificados?
Perder China supondría para ambas películas un revés mayúsculo. Estamos hablando del segundo mayor mercado cinematográfico del planeta, clave para alcanzar cifras de taquilla global que justifiquen presupuestos multimillonarios y garanticen la viabilidad de futuras entregas. En este contexto, lo que parecía una batalla de verano entre dos grandes franquicias se convierte en un drama geopolítico con capa y spandex. Marvel y DC, más que nunca, necesitan un milagro.