¡Cuidado, spoilers! En este artículo hablamos libremente sobre el remake y la película original de 'Lilo & Stitch'.
El remake de 'Lilo & Stitch' ha sido lo suficientemente bueno como para sanear el tropiezo histórico de 'Blancanieves' en cines. Disney tiene plena confianza en el regreso de Experimento 626 y por ello, según rumores, tienen ya más secuelas de esta particular comedia de ciencia ficción en camino. Si bien es cierto que la historia original luce fantástica en live-action a nivel de imagen, los cambios establecidos en narrativa y personajes se cargan por completo la esencia de la cinta de animación de Chris Sanders y Dean DeBlois y eso es un problema.
Son demasiado diferentes: Disney cambia 'Lilo & Stitch' con su live-action y el remake se carga lo mejor de la original
El primero de los cambios que invadió las redes fue, como ya bien sabréis a estas alturas, la eliminación del Capitán Gantu del remake. Es una decisión arriesgada pero la verdad es que en lo que respecta a desarrollo de la trama prácticamente no se nota, puesto que la reestructuración de Disney hace que los actos se sucedan de forma diferente y el camino hacia el clímax toma otro camino, de igual forma con dosis de acción, comedia y por supuesto carga dramática.
Prescindir de ese colosal alienígena hace que los personajes de Jumba y Pleakley, encarnados en live-action por Zach Galifianakis y Billy Magnussen, respectivamente, obtengan un mayor protagonismo sirviendo como dúo cómico y responsable de aportar el humor absurdo. Aunque en la obra original sendos extraterrestres ya formaban parte del relato, aquí se les da un peso más significativo asumiendo tareas de Gantu y por ende un tono antagónico hacia el final. Sin duda, de los cambios más pasables, pero notables igualmente.
Ahora bien, el problema real y donde Disney mete la pata es al modificar radicalmente el carácter y personalidad de Stitch. El también conocido como Experimento 626, allá a principios de los 2000, fue presentado como un ser violento, malo y cargado de ira, y es que fue creado para sembrar el caos y la destrucción. La llegada del personaje a Hawái y su relación con Lilo es lo que convierte al alienígena en un ser entrañable que quiere disfrutar de una nueva vida de amor.
En el remake, no obstante, eso no está tan marcado porque Stitch, a pesar de ser presentado de igual forma como un experimento peligroso, no despliega su carácter feroz quedándose simplemente como un extraterrestre desubicado y gamberro que debe aprender a convivir en familia por primera vez. Se trata de una versión del protagonista absolutamente desdibujada que no hace justifica a lo que fue en el pasado, pero de igual forma funcionará entre los más pequeños y las nuevas generaciones por su adorable aspecto y su comportamiento infantil.
La relación entre Lilo y Nani sí está bien llevada en el live-action y lo único que rasca es cómo los servicios sociales intentan llevar a la pequeña a una familia de acogida para que, grosso modo, pueda tener una estabilidad y mejor futuro. Dejando a un lado los cambios en el elenco, que ponen a Cobra Bubbles en segundo plano, aquí es donde Disney más acierta, poniendo el foco en lo dramático y estableciendo modificaciones menores sin mayor relevancia. Pero, de nuevo, el vínculo de las hermanas con Stitch no se construye igual debido a ese cambio de carácter y el conjunto no acaba de funcionar.
En resumidas cuentas, el remake de 'Lilo & Stitch' es una versión descafeinada de la cinta de 2002 con un protagonista puesto del revés -haciendo especial hincapié en el humor- y un montaje final que coge cachos de la obra de Chris Sanders y Dean DeBlois y los reestructura en base a un nuevo planteamiento que busca ofrecer el mismo mensaje final al público: la importancia de la familia y la aceptación de las diferencias.















