Los aeropuertos suelen ser sinónimo de estrictos controles de seguridad, pero un hombre de 46 años logró burlar todos los protocolos en Heathrow y abordar un vuelo a Nueva York sin pasaporte ni billete de avión. Craig Sturt, el protagonista de este insólito suceso, se coló entre los pasajeros en la Terminal 5 y disfrutó de comida y bebida gratis durante el vuelo de British Airways antes de ser descubierto en el aeropuerto JFK.
Detención y fuga tras su llegada a EE.UU.
Las autoridades estadounidenses lo detuvieron inmediatamente tras comprobar que no portaba documentación. Siguiendo los protocolos de seguridad, fue devuelto a Londres en un vuelo chárter y entregado a la Policía Metropolitana, que lo arrestó el día de Navidad. Sturt fue acusado de fraude y delitos contra la seguridad de la aviación, iniciando así un proceso judicial en su contra. Sin embargo, el caso tomó un giro inesperado cuando el acusado escapó del hospital de Reading, donde había sido ingresado tras su arresto.
Su fuga llevó a que se emitiera una orden de búsqueda en Reino Unido, convirtiéndose en el objetivo de una operación policial que culminó con su captura en Richmond, al sur de Londres. La insólita vulnerabilidad de los controles de Heathrow ha generado una fuerte polémica, con el ministro del Interior, James Cleverly, exigiendo explicaciones y calificando el incidente como un "fiasco humillante" tanto para el aeropuerto como para las fuerzas de seguridad fronteriza.
Preocupación por la seguridad aérea en Reino Unido
La posibilidad de que una persona sin billete ni identificación logre abordar un avión en pleno siglo XXI ha generado una gran preocupación sobre los protocolos de seguridad aérea en Reino Unido. Expertos advierten que, de haber sido un individuo con intenciones más peligrosas, las consecuencias podrían haber sido catastróficas. Desde Heathrow aseguran que todos los pasajeros pasan por controles de seguridad, pero colaborarán con la investigación para revisar y fortalecer las medidas vigentes.
Mientras tanto, British Airways ha confirmado su cooperación con las autoridades para esclarecer cómo pudo producirse una brecha de seguridad de tal magnitud. Por su parte, la Policía Metropolitana sigue investigando el caso y ha reiterado su compromiso de reforzar los procedimientos para evitar que situaciones similares vuelvan a ocurrir en el futuro.
