Pese al respiro momentáneo, la lluvia no cesa en buena parte de España. Madrid, Andalucía y Valencia encadenan semanas bajo el agua mientras los pronósticos aún no se atreven a ponerle fecha al final del temporal.
La AEMET ha dado su explicación a este fenómeno, y aunque muchos celebran este aluvión de tormentas y precipitaciones, no son pocos los que están un poco hartos. Sin embargo, pese a la persistencia de las precipitaciones, el país sigue lejos de su récord histórico.
El cielo se desplomó: España experimentó su jornada más lluviosa en los años 80 desde que hay registros
Para encontrar el día más lluvioso jamás registrado hay que viajar a la comarca valenciana de La Safor, en noviembre de 1987. Entre las 07:00 del día 3 y la misma hora del día 4, la ciudad de Oliva acumuló unos impresionantes 817 litros de agua por metro cuadrado. Sin embargo, si ampliamos el marco temporal, la vecina Gandía se lleva la peor parte: sumando las precipitaciones de las últimas horas del día 2, la cifra total asciende a 864 litros en menos de 24 horas.

Pese a la magnitud del episodio, aquel diluvio histórico dejó solo dos víctimas mortales. Y es que la cantidad de lluvia no lo es todo. Factores como el tipo de suelo o la distribución de las precipitaciones pueden marcar la diferencia entre una tormenta intensa y un desastre absoluto, como el que vivimos con la última DANA en España.
Mientras tanto, algunos expertos advierten que fenómenos como estos podrían volverse más frecuentes. Según un estudio de Advancing Earth and Space Science, el cambio climático está alterando los patrones meteorológicos, intensificando las lluvias y empujando a muchas regiones hacia episodios más extremos. La pregunta ya no es si lloverá más, sino cuándo romperemos el próximo récord.