Hay montones de historias alrededor de la figura de Steve Jobs, el magnate de la tecnología que nos dejó demasiado pronto a causa de un cáncer y fue todo un innovador creativo que inspiró a miles de personas en todo el mundo. Como genio que era, su personalidad y su firme carácter en el trabajo demandaba que quienes estaban a su lado estuviesen siempre motivados y dispuestos a dar el 100 % cada día, lo que implicaba, entre otras cosas, que nadie llegase tarde a la oficina.
Jobs odiaba que lo hiciesen esperar, por lo que el día que su secretaria llegó tarde al trabajo, lo menos que uno podía esperarse era una reprimenda, o tal vez algo peor: el despido (al fin y al cabo, nadie era imprescindible en Apple). Sin embargo, el cofundador de Apple hizo todo lo contrario con esta mujer y decidió darle un regalo que muchos ya quisieran para sí.
El día que Steve Jobs sorpendió a su secretaria con un regalo para que nunca más llegase tarde al trabajo
Contaba a Wral News Ron Givens (el que fue director de calidad de Apple durante los años 1981 a 1986) pocos días después de que el visionario Jobs hubiese fallecido en 2011, que hubo una ocasión en la que Steve sorprendió a todos en la oficina con un regalo de lo más inusual para su propia secretaria.
Según la anécdota de Givens, que por cierto no consta en la biografía oficial de Jobs escrita por Walter Isaacson (aunque en entrevistas a empleados se ha repetido de formas similares), esta secretaria de la que se desconoce su nombre era una madre soltera muy entregada en su puesto de trabajo que cumplía con sus responsabilidades sin problemas cada día. No obstante, en una jornada durante aquella época de los años 80, quiso la mala suerte que llegase tarde a la oficina.
Cuando finalmente se presentó en su puesto, Jobs la estaba esperando. Su jefe entonces le preguntó cuál era la causa de su tardanza, a lo que la mujer respondió que había tenido problemas con su coche y que este no le arrancaba. Por fortuna, Jobs decidió pasar por alto el asunto aparentemente y la secretaria pudo seguir trabajando.
Pero tras un cierto tiempo, Givens asegura que Jobs se plantó en la oficina con las llaves de un coche en la mano y se las entregó directamente a su secretaria. "Toma, para que no llegues tarde nunca más", le dijo al momento de hacerle entrega de las llaves. El vehículo al que estas pertenecían era nada más y nada menos que un Jaguar.
Precisamente, Jobs era conocido por amar en mundo de la automoción y tener varios Jaguar, como uno modelo XJ6, así que cabe la posibilidad de que el creativo le hubiese regalado uno de su propia colección personal a su secretaria. De todas formas, a día de hoy se sigue sin saber cuánto de verdad hay detrás de esta historia.
Algunos rumores apuntan a que el coche que Jobs le dio a su secretaria era un Jaguar XJ, de principios de los años 80, un modelo de lujo bastante caro. Mientras, otros supuestos testigos simplemente dicen que era un coche nuevo o bonito.
Sea como fuere, Givens recuerda que Jobs podía tener un carácter duro en el trabajo, pero gestos como ese con su secretaria no eran particularmente aislados en Apple, puesto que a Steve le encantaba tener a sus compañeros motivados. De hecho, también se sabe que por aquella época no tenía reparos en regalarle a los comerciales que alcanzaban sus objetivos un Porsche 944. Como líder, Jobs tenía por costumbre crear un ambiente de trabajo en el que todos se sintiesen inspirados y cómodos, dado que para él lo más importante siempre era que hubiese espacio para poder hacer fluir las buenas ideas.
