No es ningún misterio -ni falta que hace disfrazarlo-: los Óscar llevan años perdiendo fuelle en audiencia. Las dos últimas ediciones han ofrecido un pequeño respiro en las cifras, sí, pero el contexto sigue siendo demoledor si miramos atrás.
A comienzos de la década de 2010, más de 40 millones de espectadores siguieron en directo cómo Ben Affleck subía al escenario a recoger el premio a mejor película por Argo. Este año, en cambio, apenas 19,7 millones presenciaron la victoria de Anora. El contraste habla por sí solo. Y había que buscar una solución. ¿Su nombre? YouTube.
La noche más importante del cine se transforma: los Óscar serán gratuitos y accesibles en todo el planeta
Consciente de que sigue siendo la gala más prestigiosa del cine, pero también de que su relevancia popular se erosiona, la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas lleva tiempo buscando la fórmula mágica para reconectar con el gran público. Ha probado de todo: cambios de presentador, ajustes en la duración, recortes de categorías emitidas en directo o incluso la polémica idea de un Óscar a la película “popular”. Ninguna de estas maniobras ha logrado frenar de verdad la sangría.
Y entonces la Academia hizo lo inevitable: mirar de frente a internet. Desde hace años se venía rumoreando un posible acuerdo con YouTube para llevar la ceremonia a la plataforma de vídeo más grande del planeta. Ahora, por fin, ese plan ha pasado de la especulación a los hechos.
A partir de 2029, coincidiendo con la 101ª edición -cuando los Óscar ya serán oficialmente centenarios-, YouTube emitirá la gala de forma gratuita y a escala global. Un movimiento histórico que forma parte de un paquete de colaboración más amplio entre la plataforma y la Academia, pensado para redefinir por completo cómo se consume el evento.
El cambio implica, además, el fin de una era. ABC, propiedad de Disney, perderá la exclusividad de los Óscar en Estados Unidos, una señal que hasta ahora servía de base para las retransmisiones internacionales. En mercados como el español, donde la gala se emite actualmente a través de Movistar Plus+, todo apunta a que el modelo cambiará radicalmente a partir de esa fecha.
Desde la Academia explican que el acuerdo, con una vigencia inicial hasta 2033, busca llegar de forma directa a los fans internacionales y hacer mucho más accesible no solo la ceremonia, sino también todo lo que la rodea: la alfombra roja, los contenidos entre bastidores y el tradicional Baile de los Gobernadores.
YouTube, por su parte, no se limitará a la noche de los premios. El plan incluye cobertura de los Óscar técnicos, los Governors Awards, el anuncio de las nominaciones, los premios estudiantiles o el almuerzo de los nominados, además de entrevistas, pódcast y programas educativos centrados en el cine y en los propios miembros de la Academia. Para YouTube, hacerse con un evento de este calibre es un golpe maestro. Pero para la Academia es algo más que eso: una tabla de salvación.
