Disney ha dado un golpe sobre la mesa: ABC retira Jimmy Kimmel Live! de forma indefinida tras la tormenta desatada por los comentarios del presentador sobre el asesinato del activista conservador Charlie Kirk.
La decisión llega después de que Nexstar Media, uno de los mayores propietarios de cadenas de televisión en Estados Unidos, anunciara que dejaría de emitir el programa en sus filiales de ABC. La compañía afirmó que "se opone firmemente a los recientes comentarios de Kimmel" y que sustituirá su espacio por otra programación en todos sus mercados, lo que supone un varapalo mayúsculo a nivel comercial para el show y, por extensión, para Disney. ¿Cuál ha sido el motivo? Un monólogo emitido el pasado lunes.
Oficial: Disney suspende indefinidamente el programa de Jimmy Kimmel tras la controversia por sus comentarios sobre Charlie Kirk
Kimmel acusó a la “pandilla MAGA” de aprovechar políticamente la muerte de Kirk, asesinado el pasado 10 de septiembre durante un debate en la Utah Valley University. Tres días después se arrestó al sospechoso, pero las palabras del presentador no tardaron en generar indignación en el bando conservador, especialmente tras sus burlas hacia la respuesta de Trump, que prefirió hablar de un nuevo salón de baile en la Casa Blanca antes que del propio Kirk.
La reacción política, explican desde Variety, ha sido inmediata. El presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, Brendan Carr, llegó a amenazar con medidas contra ABC, y tras la decisión de Disney felicitó a Nexstar por “hacer lo correcto”. El golpe económico para Disney es evidente. Nexstar controla 32 estaciones afiliadas a ABC en mercados clave como Nueva Orleans, Salt Lake City o Nashville. Sin esa distribución nacional, las audiencias del programa caerían en picado y con ellas la inversión publicitaria.
En 2024, Jimmy Kimmel Live! generó cerca de 77 millones de dólares en anuncios, cifra difícil de sostener sin presencia en buena parte del país. Las voces críticas no han tardado en señalar la amenaza contra la libertad de expresión. Desde la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles denuncian que Kimmel se ha convertido en "el último objetivo de la ofensiva inconstitucional de Trump para silenciar a sus detractores" y que Disney, al ceder, ha dado exactamente lo que buscaban sus enemigos políticos. "Esto va más allá del macartismo", subrayó Christopher Anders, uno de sus directivos.
La situación recuerda inevitablemente a otros episodios en los que la cadena reculó ante la presión política o económica. En 2001, Bill Maher encendió la polémica al calificar de "cobarde" la política exterior de EE.UU. tras el 11-S. Su programa Politically Incorrect sobrevivió unos meses, pero la retirada de anunciantes lo hundió en 2002.
El caso Kimmel llega en un momento de cambio para la televisión nocturna. Paramount ha decidido cancelar el Late Show de Stephen Colbert, oficialmente por la caída publicitaria, aunque muchos apuntan a un giro estratégico hacia un tono menos político. La era de los monólogos incendiarios que dominaban las redes sociales podría estar llegando a su fin, y Disney parece haber tomado partido: en lugar de arriesgarse, ha optado por cortar la mecha antes de que el incendio sea mayor.















