La industria del cine de terror está acostumbrada a criaturas sobrenaturales, casas encantadas y asesinos en serie. Pero en 2025, la atención la acapara un protagonista inesperado: Indy, un perro dispuesto a todo por proteger a su dueño en medio de una pesadilla sobrenatural.
La película Good Boy, ópera prima del cineasta estadounidense Ben Leonberg, se convirtió en un fenómeno viral tras su paso por el festival South by Southwest (SXSW), y ahora dará el salto a los cines con un estreno generalizado el próximo 3 de octubre en Estados Unidos.
Un perro viral para conseguir su paso por los cines
El cambio de planes llega tras una avalancha de entusiasmo. El primer tráiler, lanzado hace apenas una semana, superó el millón de visualizaciones en 24 horas, generando debates intensos en redes sociales y un incremento del 2000 % en las búsquedas de Google sobre la misma pregunta: “¿muere el perro?”. Una inquietud que demuestra hasta qué punto el público está emocionalmente ligado al destino de los animales en pantalla, especialmente cuando encarnan al héroe inesperado de una historia de terror.
Las primeras críticas avalan el hype. En Rotten Tomatoes, Good Boy acumula un 95 % de aprobación, con apenas una reseña negativa entre las veinte publicadas hasta ahora. Críticos estadounidenses han destacado tanto la originalidad del planteamiento como la capacidad de Leonberg para jugar con los clichés del género y subvertirlos a través de la mirada animal. Para algunos, la cinta recuerda a la intensidad emocional de títulos como Marley & Me combinada con el horror atmosférico de Hereditary.
El mejor amigo del hombre pese al peligro sobrenatural
La trama sigue a Todd, un hombre que se muda a una apartada casa rural acompañado por Indy. Lo que comienza como una vida tranquila se transforma en un infierno cuando el perro percibe la presencia de un ente sobrenatural que amenaza a su dueño. El instinto protector del animal será la última línea de defensa frente a una amenaza que se alimenta del miedo humano. El director ha reconocido que su objetivo era “explorar la lealtad incondicional de los perros desde un ángulo oscuro y fantástico”.
El fenómeno no es casual. En los últimos años, el terror ha buscado nuevos caminos para atraer al público, desde la sátira social de Get Out hasta el “folk horror” de Midsommar. Good Boy añade una nueva capa: el horror contado a través de la relación entre un humano y su mascota, apelando tanto al miedo como a la ternura. Ese equilibrio explica que espectadores que normalmente rehúyen el género se interesen por la cinta.
Independent Film Company, distribuidora del filme, confirmó que la recepción inicial en festivales y el impacto en redes sociales convencieron a los productores de ampliar el estreno más allá del circuito limitado que estaba previsto. Si la acogida en octubre es positiva, es probable que la cinta llegue a salas internacionales, incluida España, donde el cine de terror con animales suele tener una fuerte base de fans.















