Este fin de semana, Netflix vuelve a apostar fuerte por el thriller coreano con Revelación, una película que ya empieza a escalar puestos en las listas de visionado. Dirigida por Yeon Sang-ho —el aclamado creador de Train to Busan— y producida por Alfonso Cuarón, esta cinta se adentra en los terrenos más turbios del crimen, la fe ciega y los traumas no resueltos.
Una película cargada de suspense y religión
Con una factura impecable y una narrativa que bebe del cine negro coreano más clásico, se perfila como una de las opciones más potentes para los amantes del suspense. La historia gira en torno a Min-chan, un pastor profundamente religioso que cree haber recibido una revelación divina sobre la desaparición de una niña. A su lado, la detective Yeon-hee se ve arrastrada a un caso que no solo desafía la lógica policial, sino también sus propios límites mentales: el fantasma de su hermana muerta se le aparece de forma recurrente.
Juntos, se sumergen en una investigación plagada de tensión, simbolismos y elementos sobrenaturales que recuerdan a Memories of Murder y El extraño. Más allá del argumento, Revelación brilla por la calidad de su reparto. Ryu Jun-yeol (The 8 Show) y Shin Hyun-been (Hospital Playlist) dan vida a los protagonistas con interpretaciones contenidas pero intensas, elevando cada escena a un terreno emocional inesperado.
La ambientación en una Corea rural, casi detenida en el tiempo, suma un plus de inquietud: los espacios religiosos, las casas vacías y los caminos de tierra refuerzan esa atmósfera en la que cualquier revelación puede ser tanto un milagro como una amenaza. Pese a que no ha tenido una promoción masiva en el mercado hispano, Revelación ha logrado captar la atención del público por su mezcla de drama psicológico, crítica social y misticismo oscuro.