El Chengdu J-36 es el caza de sexta generación más avanzado en desarrollo por China, y aspira a revolucionar la supremacía aérea para la próxima década, supernado a las alternativas de EE.UU. Este avión trirreactor, concebido por la Corporación de la Industria de la Aviación de China, sobresale por su combinación de tamaño, alcance, sigilo y potencia, posicionándose por encima de competidores estadounidenses y rusos en varios aspectos clave.
El caza de sexta generación J-36 chino: más de 24 m de envergadura, 62 m de largo, 2 tripulantes, 3 motores, Mach 2,5, potenciado por IA y un enjambres de 100 drones en 2031
El J-36 se caracteriza por una estructura de gran envergadura (aproximadamente 24 metros), una longitud de hasta 62 metros y un tren de aterrizaje optimizado para misiones de combate pesado. Su configuración de alas delta modificadas y materiales absorbentes de radar le otorgan una baja firma detectable, mientras que la geometría de las entradas de aire y la disposición de las toberas vectoriales bidimensionales permiten maniobras extremas y mayor control en vuelo supersónico, alcanzando velocidades de hasta Mach 2,5.
El alcance operativo del J-36 supera los 3000 kilómetros, significativamente más que los cazas F-22 y Su-57, lo que capacita a China para desplegar poder aéreo sobre vastas regiones del Indo-Pacífico sin necesidad de reabastecimiento.
La capacidad de carga útil es otro punto fuerte: sus tres bahías internas pueden albergar hasta 8 misiles aire-aire de largo alcance, como el PL-15 (300 km) y el PL-21 (400 km), o 4 misiles aire-tierra de precisión. Las bahías modulares, con puertas dentadas para reducir aún más la sección radar, permiten combinar armamento y sensores de forma personalizada para cada misión.
En el frente tecnológico, el J-36 lleva integrada inteligencia artificial táctica, capaz de apoyar la toma de decisiones en tiempo real y de coordinar el control de enjambres de drones autónomos en combate. Dispone de un radar AESA de gran diámetro (1,2 metros), sistemas multiespectrales y enlaces de datos de alta velocidad pensados para la “guerra en red”. Sus tres motores Shenyang WS-15 suman un empuje de 180 kN, proporcionando potencia eléctrica suficiente para alimentar todos los sensores y sistemas electrónicos de vanguardia.
China prevé que el J-36 entre en servicio operativo a partir de 2031, como eje central de su estrategia aérea. Su desarrollo sigue en fases de prototipo, con constantes filtraciones de mejoras estructurales y aerodinámicas. El J-36 marca un salto cualitativo en diseño, capacidades y rendimiento para la industria militar asiática, consolidándose como referencia mundial en la sexta generación de cazas.















