El Gobierno de Pedro Sánchez ha vuelto a situar a la inversión en Defensa en el centro de su última reunión del Consejo de Ministros dentro del nuevo papel de liderazgo europeo de España. Un asunto que rara vez ocupa un lugar destacado en las ruedas de prensa oficiales -por su complejidad y carácter delicado para el Ejecutivo-, pero que en los últimos meses se ha colado de forma recurrente en las referencias públicas que se publican tras los encuentros del gabinete.
La sesión de hace unos días no rompió esta tendencia. En total, se aprobaron cuatro nuevos contratos que suman cerca de 900 millones de euros, con el Ejército del Aire y del Espacio como principal destinatario. Tres de estas partidas están directamente vinculadas a sus capacidades y concentran la mayor parte del presupuesto aprobado.
El contrato de mayor cuantía se destina al desarrollo del futuro caza de sexta generación, un programa que España impulsa en colaboración con Alemania y Francia. Indra lidera el proyecto a nivel nacional, junto a otros gigantes del sector como Airbus, dentro del programa FCAS (Future Combat Air System). El Gobierno ha aprobado dos partidas para este programa: una de 540 millones de euros y otra de 160 millones, que suman un total cercano a 700 millones. Se trata del rival del Tempest, el otro gran caza de sexta generación.
España destina 700 M€ al caza de sexta generación FCAS y 140 M€ a artillería avanzada
Según la documentación oficial, el primer contrato tiene como objetivo “el desarrollo de demostradores tecnológicos y actividades de demostración para la maduración de tecnologías aplicadas al programa Next Generation Weapon System (NGWS), permitiendo obtener capacidades militares futuras en el ámbito aeroespacial”. El segundo, de menor importe, se centra en “el desarrollo del concepto FCAS nacional, su experimentación y la definición de su alcance inicial, sentando las bases para futuras operaciones desde el ámbito aeroespacial”.
El tercer contrato, por 143,3 millones de euros, se dirige a la adquisición de munición de artillería de campaña de 105 mm, asegurando que el Ejército de Tierra mantenga sus capacidades operativas y su preparación para despliegues en distintos teatros de operaciones.
Por último, se ha aprobado un contrato de 40 millones de euros para suministros de material destinado a los cazas F-18 en servicio en el Ala 12 (Torrejón de Ardoz) y el Ala 15 (Zaragoza), bajo un acuerdo con Estados Unidos que garantiza el acceso a este tipo de equipamiento.
