La playa de Santa Bárbara, en La Línea de la Concepción, ha quedado este domingo cerrada al baño tras detectarse seis ejemplares del dragón azul (Glaucus atlanticus), un diminuto nudibranquio marino de apenas tres o cuatro centímetros. Aunque su tamaño es reducido, su picadura puede causar dolor intenso, enrojecimiento e incluso reacciones alérgicas en personas especialmente sensibles, lo que ha llevado a las autoridades a activar medidas de seguridad inmediatas.
Preocupación en España: la presencia de ‘dragones azules’ obliga a cerrar playas al baño
Se trata de la segunda alerta de este tipo en pocas semanas. Hace apenas tres semanas, la playa de Famara, en Lanzarote, izó la bandera roja tras avistarse también seis ejemplares de esta especie. En ambos casos, la aparición de estos animales ha obligado a implementar protocolos de protección de los bañistas, recordando que, aunque no atacan de forma activa, su contacto puede ser peligroso.
El dragón azul no es habitual en las costas andaluzas ni canarias. Vive en mar abierto, flotando boca abajo en la superficie de mares templados y tropicales de todo el mundo. Sin embargo, los cambios en el clima y las alteraciones en las corrientes marinas están favoreciendo que cada vez se registren más avistamientos en el Atlántico y el Mediterráneo español, incluidas Baleares y ahora el Estrecho de Gibraltar.
La cercanía del hallazgo ha motivado que el Gobierno de Gibraltar intensifique la supervisión de sus playas. Según informa Europa Sur, el Departamento de Medio Ambiente ha activado un dispositivo preventivo para localizar posibles ejemplares arrastrados por las corrientes, recordando a la población que no se debe tocar a estos animales y que cualquier avistamiento debe comunicarse a la Unidad de Protección e Investigación Medioambiental.
Además de su veneno, el dragón azul llama la atención por su alimentación. Se nutre de medusas, principalmente de la carabela portuguesa, y almacena sus toxinas, lo que hace que sus picaduras puedan ser tan dolorosas como las de sus presas. Aunque no se han documentado muertes, sí pueden registrarse complicaciones graves en niños, personas alérgicas o con problemas respiratorios.
Con avistamientos en Canarias, Baleares, Andalucía y Gibraltar, y con la temporada estival en pleno apogeo, las autoridades insisten: cualquier precaución es poca para mantener la seguridad en las playas.















