El fenómeno literario que catapultó a Sally Rooney a la fama mundial, Normal People, podría convertirse en un símbolo de resistencia política en el Reino Unido. La escritora irlandesa, autora también de Conversaciones entre amigos y Dónde estás, mundo bello, ha anunciado que seguirá destinando parte de sus ingresos editoriales y audiovisuales a apoyar a Palestine Action, una organización recientemente catalogada como “terrorista” por el Gobierno británico.
Una Ley criticada por Amnistía Internacional
La medida abre un escenario insólito: quienes compren sus libros o vean las adaptaciones de la BBC podrían, al menos en teoría, exponerse a sanciones penales de hasta 14 años de prisión; ya que las sanciones por apoyo pueden llegar hasta 14 años de prisión. De hecho, la prohibición ha sido criticada por instituciones como Amnistía Internacional y Naciones Unidas, calificándola de “exceso legal sin precedentes” y una "amenaza al derecho a la manifestación".
La ley, aprobada en julio de 2025, se enmarca en la ola de represión política tras las protestas contra la ofensiva israelí en Gaza. El Ejecutivo de Rishi Sunak incluyó a Palestine Action en su lista negra, alegando vínculos con actos de sabotaje y daños a propiedades de empresas vinculadas a la industria armamentística. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos han advertido de que esta clasificación equivale a criminalizar la disidencia y el activismo en favor de Palestina.
Rooney, licenciada en Literatura Americana por el Trinity College y ex campeona europea de debate universitario, no se ha quedado al margen. En una columna en el Irish Times, la autora fue contundente: “Mis libros siguen vendiéndose en Gran Bretaña y la televisión pública británica ha emitido adaptaciones de mis novelas. Tengo la intención de usar esos ingresos en apoyar las acciones directas contra el genocidio en Palestina. Si el Estado británico considera esto ‘terrorismo’, entonces quizá debería investigar a WH Smith y a la BBC”, ironizó.
El caso plantea un dilema jurídico y cultural. Con más de un millón de ejemplares vendidos de Normal People solo en Reino Unido —y una exitosa adaptación que lanzó a la fama a Paul Mescal y Daisy Edgar-Jones—, la aplicación estricta de la nueva ley resultaría inabarcable para el sistema judicial británico. Aun así, ya se han producido arrestos de alto perfil, como el de la poeta Alice Oswald junto a más de 500 manifestantes en las inmediaciones del Parlamento.
Las declaraciones de Rooney reavivan además un debate recurrente sobre la responsabilidad política de los artistas. Su postura contrasta con la de otras figuras culturales que han optado por el silencio ante la crisis en Gaza, y la sitúa en la estela de intelectuales comprometidos con causas internacionales.















