Las conexiones de internet han evolucionado muchísimo en España en tan solo un par de décadas, pasando de esos viejos modems que nos hacían elegir entre llamar por teléfono o tener internet a la fibra óptica de altísima velocidad.
Por el camino muchos de nosotros tuvimos alguna vez conexión ADSL de distinta velocidad, un tipo de conectividad que poco a poco empieza a caer en desuso tal y como indican los datos que comparte Silicon, que apunta a que en la actualidad solo quedan 1,04 millones de hogares con línea ADSL en España.
Telefónica empezó en el año 2015 a cerrar las centrales que gestionaban estas conexiones que poco a poco se han ido sustituyendo por la fibra óptica o por la conectividad inalámbrica con redes 4G o 5G y tarifas de datos ilimitadas. De unas 17.000 centrales que había hace unos años, en la actualidad solo quedan 8500. Si nos fijamos en el último año, Telefónica ha eliminado casi 500.000 conexiones ADLS, pasando de 1,498 millones de hogares conectados a los 1,04 de los que os hablamos anteriormente.
Ahorrando en costes
Algo bueno para Telefónica es que el cierre de estas centrales también supone una reducción de costes tanto de mantenimiento como de energía, ya que el consumo puede llegar a suponer un 85 % de ahorro. Además, la empresa de telecomunicaciones también puede obtener dinero al vender el cobre procedente de las centrales cerradas y de los tendidos desmantelados y sustituidos por las conexiones de fibra.