Sin tiempo para morir fue una de las primeras películas en decidir cambiar su fecha de lanzamiento para tiempos más propicios tras el avance de la enfermedad surgida en China, mucho antes de que el golpe en Europa fuese tan grave y demostrando que, paradójicamente, los estudios de Hollywood fueron más conscientes del peligro que los propios gobiernos occidentales. Los productores del film, MGM y Universal Pictures, conscientes del problema del coronavirus en las salas de cine, decidieron aplazar el estreno del blockbuster a noviembre. Sin embargo, la nueva ola de COVID-19, que está tratando con especial dureza a algunos territorios, ha vuelto a cambiar la fecha. Cary Fukunaga se sintió muy frustrado, pero acabó entendiéndolo.
Un sentimiento de frustración constante
"Bueno, quiero decir que stoy en paz con ello. Creo que los estudios hicieron lo que había que hacer para decir en voz alta: ‘esto es serio. Aplacemos la película’. Porque entonces había gente que lo negaba. Aún hay gente que lo hace", explicaba el cineasta a comienzos de año.
Pero en aquel momento, con todas las esperanzas puestas en noviembre, se esperaba que la cinta pudiera ser una de las grandes cintas de la temporada navideña una vez lo peor del virus pasara. Los meses han ido avanzando, y la película de Daniel Craig se ha ido a abril de 2021. Fukunaga, que ha podido hablar con The Wall Street Journal, afirma que aunque entiende estas decisiones, no puede evitar sentirse frustrado.
"Están pasando demasiadas cosas ahora mismo. Tengo amigos que están perdiendo sus negocios, restaurantes, y otros amigos que han perdido a familiares", arrancaba. "Tenemos que dejar claro que la película se estrenará cuando sea adecuado, y lo hará en el contexto de un nuevo mundo, donde nadie puede definir qué significa realmente el triunfo o el fracaso", añadía. De hecho, el estreno de Tenet ha llevado a las majors de Hollywood a revisar sus expectativas, ajustando presupuestos y mirando nuevos tipos de rentabilidad en los blockbusters. Fukunaga, que ha estado rodando y produciendo cortos y películas en estos meses, sigue trabajando juntado al escritor Tom Stoppard en una película sobre el bombardeo de Hiroshima anunciada en 2017 y se encargará de rodar el proyecto inacabado de Stanley Kubrick sobre Napoleon.
Sin tiempo para morir cuenta también con un guion escrito por el propio cineasta, acompañado por Phoebe Waller-Bridge y los veteranos guionistas de la saga Bond, Neal Purvis y Robert Wade