Sophie Turner no podía imaginar cuánto le cambiaría la vida. La actriz, que se ocupó de interpretar a Sansa Stark en Juego de Tronos, se presentó al casting de la serie de HBO por diversión.
"Todos mis amigos y yo fuimos a las audiciones", explicaba la actriz a Vogue Paris. "Simplemente pensamos que era algo divertido, una cosa tonta para hacer. Y, luego, descubrí la llamada, después de otra llamada".
A continuación, la actriz pasa a describir cómo fue la situación en su casa después de enterarse de que la habían cogido para el papel de Sansa.
"Mis padres se enteraron después, y mi madre se asustó un poco. Llamó a mi padre y me dijo: 'No sé si podemos hacer esto'", seguía explicando Sansa. "Pero mi papá dijo: 'Cállate, esto es lo que ella ha querido toda su vida. Tienes que dejarla tener esta oportunidad'".
Turner finalmente aceptó la oportunidad de interpretar a la ahora icónica Reina en el Norte, con la bendición de su madre.
"Ella se abalanzó sobre mí y me dijo: 'Conseguiste el papel', y ambos corrimos, nos metimos en la piscina y comimos mucha pizza todo el día. Fue el mejor día de todos", recordó la actriz.