Disney tiene un problema con Star Wars. Mientras apuesta por Daisy Ridley como Rey Skywalker y se enfoca en desarrollar nuevas películas con el personaje como eje central de las aventuras, y da luz verde a nuevas trilogías que podrían ser los nuevos Episodios, parece que la licencia está en su punto más bajo a nivel creativo y de aceptación por parte del público. ¿Por qué? En Lucasfilm se encuentra en un punto muerto, con Disney aquejada de la falta de personajes icónicos o de una trama convincente que atrape a los seguidores que alguna vez en su vida disfrutaron con la saga galáctica.
Disney tiene un problema con Star Wars y saben que no pueden fallar: la falta de personajes y de historias interesantes aterra a los ejecutivos de Lucasfilm
El problema de Disney con Star Wars parece ir mucho más allá de la falta de nuevos personajes icónicos o de una trama atractiva con la que atrapar a los millones de espectadores que una vez se dejaron llevar por la saga de George Lucas. Para los fans, y en muchos casos para los propios cineastas y productores, Star Wars no es solo una saga más; es una especie de religión. Y eso, en muchos ámbitos, es un problema. A diferencia de Marvel o DC, que cuentan con décadas de historias y personajes complejos, o incluso Harry Potter, respaldado por siete libros sólidos, Star Wars se ha cimentado casi exclusivamente en la trilogía original de George Lucas. Un Lucas que ha renegado de la dirección que se ha tomado con Star Wars por la falta de originalidad en los proyectos.
Las tres películas de la trilogía, auténticos pilares de la cultura pop, se han convertido en una especie de "Antiguo Testamento" del universo, un conjunto de ideas y símbolos casi sagrados que ningún producto reciente ha logrado igualar. Y que son reverenciadas una y otra vez. "Cada vez que encargan algo, es como si te pidieran que escribieras un nuevo Nuevo Testamento", comenta una fuente que trabajó en entregas anteriores según The Hollywood Reporter. "No hay consenso sobre nada, y cada idea pasa por un sinfín de dudas y reinterpretaciones", indicaba este insider. En Lucasfilm tienen tantas dudas que cada película o serie pasa por una serie de cambios masivos, como ocurrió con Obi-Wan. Salvo Andor, la mejor serie de Star Wars hasta la fecha, todas las producciones sufren de las iras de los aficionados.
"Star Wars es un imperio construido sobre la nostalgia, y ahora están agotando sus formas de aprovecharla", indicaba otra fuente. Pero aún así, y aunque pudieran avanzar sin mirar a la nostalgia como guía, los personajes más queridos, como Luke, Leia, Vader, Obi-Wan, Yoda o Han Solo, o han muerto o tienen sus historias enmarcadas en un periodo cronológico muy concreto, lo que únicamente da para precuelas y spinoff. Aunque con The Mandalorian consiguieron un éxito, en parte debido a que no se necesitaba ver nada anterior para disfrutarla, en Disney pronto pasaron la historia a el habitual contexto de series de animación y otros proyectos previos, como las Guerras Clon. Y para muchos espectadores y expertos, eso fue un error. Veremos qué ocurre en la película de Mando y Grogu.
Si bien es cierto que en Disney+ parece haber más éxitos que fracasos, en el cine la major enfrente a graves dilemas profundos que pueden marcar el futuro de la saga a medio y largo plazo. Uno de los más grandes es si continuar o no la saga Skywalker, como os contábamos hace una semana. Según un insider, esto es "una cuestión fundamental para la compañía", que se debate entre crear películas independientes o persistir en el legado de los Skywalker. Con una grave falta de conexión real con el público y sin un rumbo claro, Disney sigue buscando desesperadamente una fórmula que reconecte a los fans con el espíritu de Star Wars. Veremos si son capaces de lograrlo.