Todo el mundo, alguna vez en su vida, ha visto un zombi en el audiovisual. Aunque las criaturas más míticas del cinematógrafo con criaturas de renombre como Drácula, Frankenstein, el Hombre Lobo o el Hombre Invisible, lo cierto es que los no-muertos llevan presentes en el género fantástico desde 1932, cuando Víctor Halperin estrenó 'White Zombie' recogiendo los orígenes haitianos de estos seres infernales. Antes de que los también conocidos como caminantes ocuparan la televisión con The Walking Dead apareciendo debido a una infección letal que transformaba a los humanos en bestias putrefactas a golpe de mordisco, pasaron por el celuloide más clásico de forma muy diferente hasta la llegada de George A. Romero, el que es considero el padre del zombi contemporáneo.
El concepto zombi tiene origen en Haití y estaba ligado al Vudú, la brujería y, más adelante, a los experimentos macabros de 'mad doctors'
El término zombi procede, sobre todo, de Haití y hace referencia a un cuerpo sin alma. Los esclavistas se referían a los esclavos como 'zombis' porque su única función era la de trabajar y hacer todo lo que se les mandaba, perdiendo su libertad y hasta su propia identidad. Su cuerpo, se decía, estaba carente de alma, y únicamente deambulaban haciendo tareas y lo que fuera menester. Ese concepto se trasladó a la literatura con obras como 'La isla mágica', una obra de culto que cuenta la historia de una secta vudú que resucita esclavos. Aquella novela, escrita por William Seabrook dio pie al nacimiento del género zombi como tal en el cine con 'White Zombie' de Víctor Halperin en 1932. Durante décadas, hasta la llegada de 'La noche de los muertos vivientes' la representación que se hacía de los zombis era la de poseídos por ritos ancestrales o personas resucitadas por doctores pasados de rosca ('Re-Animator').
George A. Romero entró por la puerta grande en 1968 dando un giro al concepto de zombi y el género en su totalidad. Hasta la fecha, no existía un apocalipsis zombi como tal, puesto que los no-muertos eran resucitados mediante brujería y controlados, en pequeño escala, como esclavos siguiendo los orígenes haitianos. Sin embargo, Romero cogió esa idea y la convirtió en algo totalmente diferente. Los zombis, desde 'La noche de los muertos vivientes' de 1968, pasaron a ser seres destructivos y devora-hombres sembrando el caos a su alrededor y provocando el fin del mundo en la mayoría de las ocasiones. El origen de su infección es desconocido prácticamente en todos los proyectos y su estado zombi se puede contagiar a base de mordiscos o fluidos. Romero creó dicho filme con intención de funcionar a modo de precuela de la novela 'Soy leyenda' de Richard Matheson, obra que narra el fin del mundo debido a una pandemia que deja, a los humanos restantes, convertidos en monstros.
Por desgracia, o por fortuna, Romero no pudo lograr los derechos y terminó creando casi sin querer al zombi contemporáneo (más adelante, Will Smith recuperaría esa historia con 'Soy leyenda'). En cualquier caso, la huella de Romero es todavía palpable en el género de zombis actual y su visión de la infección sigue siendo la que reina en cine y televisión. El cineasta fue quien dictó las reglas típicas para matar a un no-muerto: cortarle la cabeza o quemarlo, por ejemplo. Romero continuó publicando filmes de éxito como 'Dawn of the Dead', 'Day of the Dead', 'Land of the Dead' o 'Diary of the Dead' donde explotaba su visión del zombi con mil y una historias y crítica social (como la de 'Amanecer de los muertos' que va dirigida al capitalismo y al consumismo). Pero el género empezó a tener demasiadas películas de serie B y perdió mucho impacto entre el público. Entre las comedias y la baja calidad de los filmes los zombis se convirtieron en monstruos de feria absurdos. Pero todo cambió con la entrada al siglo XXI.
Los zombis se convierten en estrellas de acción y terror gracias a obras como '28 días después' y 'The Walking Dead'
A principios de los 2000 apareció una obra que lo cambiaría todo: '28 día después', obra de Danny Boyle y Alex Garland con Cillian Murphy como protagonista que tiene una secuela en camino. Sí, a partir de entonces los zombis ya no eran lentos y estúpidos, ahora pasaban a ser bastante listos (capaces de crear estrategias, algo que ya planteó Romero con la mencionada 'Land of the Dead') luciendo una agilidad impresionante en pantalla. Se acabó lo de los no-muertos lentos, la moda del 'zombi pastillero' se imponía. El filme de Boyle cambió por completo el panorama y, de la mano de la adaptación cinematográfica de 'Resident Evil', los zombis pasaban a ser infectados capaces de arrasar el mundo gracias a su potencia física inhumana, tal y como también recogieron Zack Snyder con 'Amanecer de los muertos' y 'Guerra Mundial Z' con Brad Pitt.
Robert Kirkman recogió la esencia de Romero para dar forma a The Walking Dead, la que es la obra de zombis más grandiosa de los cómics y televisión. En la serie de AMC podemos ver todo tipo de variantes de infectados, desde los lentos y podridos hasta los rápidos y modificados con experimentos para ser más letales en el cuerpo a cuerpo. Digamos que la obra protagonziada por Andrew Lincoln es una especie de híbrida entre el zombi moderno y contemporáneo. Actualmente, The Walking Dead prepara el estreno de su spinoff más esperado, 'The Ones Who Live', que trae de vuelta al querido Rick Grimes junto a la Michonne de Danai Gurira.