Arnold Schwarzenegger lleva varios meses, tras el estreno de FUBAR en Netflix, repasando su carrera. Primero llegó Arnold, la docuserie definitiva en la que repasa su pasado como culturista, actor y político, ahondando en sus grandes éxitos, grandes fracasos en el cine sus problemas matrimoniales con infidelidades e hijos secretos y de qué manera su salud se resintió gravemente. En este contexto, el actor austriaco se sincera sobre el rodaje de Conan el bárbaro, la mítica película de 1982, en la que sufrió como pocas veces en su vida.
Un rodaje extremo, lleno de entrenamientos físicos brutales y problemas varios: Schwarzenegger lo pasó mal en Conan
Schwarzenegger, elegido como el mejor héroe de acción del cine según Stallone -lo confesó el propio intérprete de Rambo-, ha ido protagonizando muchas películas a lo largo de su carrera, siendo el tipo duro de filmes como Depredador o Terminator. Pero hay un filme que le llevó al límite por sus exigencias físicas y la experiencia traumática en los rodajes. Hablamos de Conan el bárbaro, la adaptación cinematográfica de John Millius sobre el mítico y querido héroe de las historietas de cómic. Estrenada en 1982 fue un éxito indiscutible, el gran golpe en la mesa de Schwarzenegger en Hollywood, y dio pie a una saga, secuelas y otros proyectos.
El actor, como confiesa en sus memorias tituladas Sea útil: siete herramientas para la vida, recuerda el rodaje de la cinta de Milius como una de las experiencias más duras de toda su vida. Aprendió mucho mientras encarnaba a Conan, describiendo la experiencia como una auténtica tortura, aunque sigue recordándola con cariño debido a lo importante que fue la cinta en su trayectoria profesional y cinematográfica.
Schwarzenegger se sometió a un entrenamiento muy duro, reforzando su imponente físico, aprendiendo a cabalgar distintos animales y a desarrollar habilidades físicas para aumentar sus dotes acrobáticas. Y qué decir de la dicción, que tuvo que mejorarse para los diálogos en inglés.
''Aprendí a montar a caballo, en camello y en elefante. Aprendí a saltar desde grandes rocas, a trepar y balancearme con largas cuerdas, a caer desde una altura. Básicamente, fui a otra escuela vocacional, una para aspirantes a héroes de acción'', explica. Schwarzenegger admite que se lesionó e hirió durante el rodaje, y que las medidas de seguridad no eran las mejores, primero por la falta de reglaje en riesgos laborales en la época y por la falta de presupuesto de la producción, que recortó varias veces su coste durante el proceso. El actor se hirió en la espalda, con una herida de más de 40 puntos en la espalda, tuvo que arrastrase entre rocas y matojos que lo lesionaron y tuvo que huir de perros salvajes. Casi nada.
Pero hay un momento en el que Schwarzenegger se sintió desbordado, y se trata de una de las míticas escenas del filme, en la que Conan está atado a un árbol y debe sobrevivir. Sí, habéis pensado bien: la del buitre. ''Mordí un buitre muerto real y tuve que lavarme la boca con alcohol después de cada toma'', concluye el actor, dejando caer que a día de hoy sería poco menos que impensable una secuencia así. Un héroe de acción forjado a fuego en los ochenta. Conan el bárbaro fue un éxito y es considerada, con razón, una de las mejores películas del actor. Y eso que casi protagoniza un pelotazo que le robó Nicolas Cage.