LTT9779 b nunca será habitable. Es un exoplaneta que nunca será habitable y, de acuerdo a Vivien Parmentier, del observatorio Côte D'Azur (Niza) y coautora de un estudio sobre el exoplaneta y parte de la misión Cheops, es un planeta que es un y que "no debería existir". El motivo de esta afirmación tan contundente es que está demasiado cerca de su estrella y lo único que hace que siga ahí es que refleja el 80% de la luz que recibe, lo que lo convierte en el planeta más brillante del universo conocido.
Habíamos visto planetas cubiertos de volcanes, pero es la primera vez que se identifica un planeta que no debería existir ya que, debido a la proximidad a su estrella, las investigaciones determinan que no debería ser posible la existencia de nubes de vidrio que, sin embargo, existen y hacen que refleje el 80% de la luz que recibe (como comparación, la Tierra refleja un 30%). En pocas palabras, no es uno de los exoplanetas habitables que estamos buscando.
La zona iluminada del planeta llega hasta los 2000 grados centígrados, lo que técnicamente debería impedir la formación de las nubes de vidrio mencionadas. Sin embargo, la investigación ha llegado a la conclusión de que la atmósfera es tan rica en metales y silicato mezadlo con otros metales que supera esta imposibilidad científica.
Gracias a esta anomalía atmosférica el planeta es capaz de evitar evaporarse, que es lo que sucede con estos cuerpos celestes tan cercanos a las estrellas a las que orbitan.
Por si eso no fuera poco, la temperatura a la que llega el planeta, unido precisamente a los metales de la atmósfera se traducen en lluvias de titanio fundido. Llévate un paraguas si te acercas a este exoplaneta espejo en el que la vida, sin ningún tipo de duda, jamás será siquiera planteable. Ahora que el James Webb está localizando exoplanetas, es de esperar que en algún momento demos con uno habitable antes de una hipotética catástrofe global.