The Mandalorian, aunque sigue sin despegar en audiencias en Disney+, continúa deleitándonos con una temporada llena de guiños, elementos extraídos del canon galáctico y detalles para los aficionados. Ambientada tras El retorno del Jedi, y con Din Djarin luchando contra los remanentes del Imperio Galáctico y en plena conquista de Mandalore, comenzamos a ver atisbos de lo que se relatará en Ahsoka que contará con el regreso de Thrawn y que, además, se complementará con nuevas películas. Mientras Dave Filoni habla del canon y de la narrativa en evolución de Star Wars, dejando clara su opinión, Jon Favreau se marca un guiño directo a Los últimos Jedi y una de las secuencias más icónicas. ¡Cuidado con los spoilers!
El vínculo entre The Mandalorian, la Guardia Pretoriana y Los últimos Jedi
Los últimos Jedi de Rian Johnson, el Episodio 8 de Star Wars y el eje central de la trilogía de Disney en cines, fue muy polémico por su subversión de expectativas, generando puntos controvertidos entre los fans que han sido candentes incluso a día de hoy. Pero también esconde algunas de las secuencias más originales, aplaudidas y espectaculares de toda las películas de Star Wars estrenadas en cines. Su director la defiende a capa y espada, y cuando se habla de ella, se recuerda la pelea protagonizada por Kylo Ren y Rey contra los guardias pretorianos en el salón del trono del Líder Supremo Snoke.
Al comienzo del episodio, Moff Gideon, el personaje encarnado por Giancarlo Esposito, afirma necesitar protección extra para sus planes, que implican aniquilar a los mandalorianos mientras esperan el regreso de Thrawn, supuesto líder del Remanente Imperial tras la Batalla de Jakku, pero que sigue perdido tras desaparecer con Ezra Bridger -como vimos en Rebels-. Mientras se organizan las células imperiales dispersas por la galaxia, y hacen creer que la firma de la Amnistía y el Concordato Galáctico con la Nueva República fue el fin del Imperio Galáctico, se hacen cada día más fuerte. Hablando con el Almirante Brendol Hux, sí, el padre de Armitage Hux, Gideon pide tres guardias pretorianos. Y sí, también se hablan de clones y el Proyecto Nigromante, dejando claro que la Primera Orden y su aparición en el Borde Exterior es cuestión de tiempo y que las semillas están ahí.
Tras la petición, Hux manda tres guardias formados como élite para proteger al Moff. Y es que estos pretorianos, con ecos de la guardia personal del Emperador Palpatine -que no dudó en ejecutar planes secretos tras su muerte en la Batalla de Endor- en sus armaduras de color rojo carmesí, deciden hacer acto de aparición para aplacar a Paz Visla, que decide sacrificarse para asegurar retirada de sus compañeros mandalorianos. La secuencia, más allá del tono dramático que esconde, tiene mucho que desgranar en cuanto a guiños y detalles.
Observamos que las armaduras son una versión primigenia de las vistas en Los últimos Jedi -más ceremonial y de influencias asiáticas, con muchas placas y detalles ornamentales-, algo que también se aplican a las armas, con una especie de electrostático de cadena muy básico, con los filamentos de electroplasma a la vista. Su estilo de lucha parece incluso una mezcla entre el Teräs Käsi y la Mano de Bakuuni, como harán a posteriori su sello para proteger a Snoke, pero estos guardias están en pañales aún. Lo que sí se demuestra es su superioridad, tanto en combate como en estilo de lucha físico y cuerpo a cuerpo. Con el paso de los años, esta pequeña división de élite en términos de seguridad, que combatirá en parejas y protegerá al Líder Supremo Snoke en tiempos de la Primera Orden, se encargará de otorgar más misticismo a los herederos del Imperio Galáctico.
