Tim Cook, consejero delegado de Apple, tiene claro que la marca de la manzana debe sacar sí o sí las gafas de realidad virtual y aumentada este mismo año. Sus diseñadores y expertos en ingeniería, no lo creen necesario, ya que necesitan de más tiempo para pulirlas. La división ha causado enormes discusiones dentro del seno de la empresa, y como explican en Financial Times, muchos creen que en vista de los fracasos de Microsoft y Facebook, con cierres de divisiones y miles de empleados despedidos, es cuestión de esperar. Cook, máximo responsable de la compañía de Cupertino, quiere lanzarlas a finales de año por todo lo alto.
División en Apple: Tim Cook quiere lanzar las gafas de realidad aumentada y virtual este mismo año pero los ingenieros y diseñadores no lo tienen claro
Las gafas de realidad virtual y aumentada de Apple, tan potentes como un Mac con un chipset M1 o M2, rumores que llevan acompañándonos desde el pasado año. Las gafas incluirán dos procesadores de tamaño reducido, uno con la misma velocidad que los chips M1 o M2 de los modelos Mac más recientes, y otro de menor capacidad y velocidad que sería el responsable de procesar y manejar la información registrada del exterior a través de los sensores incorporados en el dispositivo.
"La presión por lanzar el producto es tremenda", ha explicado un antiguo ingeniero de Apple al Financial Times. "Llevan varios años posponiendo el lanzamiento", remarcan otras fuentes. Este visor, denominado como de realidad mixta, combinará la realidad aumentada y virtual a la máxima calidad, y llevaría más de siete años en desarrollo, casi el doble de lo que tardó el iPhone en llegar a las tiendas.
Sin embargo, desde 2016, esta división del desarrollo de producto se ha encontrado con numerosos problemas. Los del departamento de diseño industrial han recomendado una y otra vez asegurarse de que todo encaja y que el producto está lo suficientemente refinado como para complacer a los consumidores finales. Este grupo, explican desde el anonimato fuentes internas, quieren que las gafas sean ligeras y portátiles y que no parezcan unas gafas de esquiar.
Jeff Williams, sustituto de Jony Ive -que dejó Apple en 2019-, es el responsable de esta división y ha presionado, junto a Tim Cook, de cara a la idea de lanzar el dispositivo a finales de año incluso cuando los responsables que tiene a su cargo lo desaconsejan. El precio ascendería a 3000 dólares en su modelo básico, y tendrían entre 6 y 8 módulos ópticos que trabajarían en simultáneo y de forma constante -basados en LIDAR- para captar vídeo de nuestro mundo real y retransmitirlo al mismo tiempo en las pantallas del interior de los cristales. Serían lo que Google Glass o HoloLens siempre quisieron presentar pero no lograron cuajar en sus respectivos dispositivos.
En Apple esperan que sea un fracaso exitoso. ¿Cómo es eso? Pues bien, en Apple les da igual si se venden mucho o poco, ya que se trata de un producto de estatus, ya que la primera versión del dispositivo se venderá lo necesario como para que los fanáticos de la manzana tengan su versión, los coleccionistas luchen por tener una y el gran público se interese de cara a obtener una edición low cost o rebajada cuando lleguen las sucesivas revisiones anuales. Según Financial Times, la compañía no espera vender más de un millón de unidades en los 12 primeros meses de vida, pero sí necesitan introducir esta gama de producto que todavía no cuajado entre el gran público. Queda por ver si la confianza ciega de Tim Cook en este producto es errada o acertada.