Bill Gates vuelve a estar en el centro de la polémica. El cofundador de Microsoft y filántropo ha sido el objeto de las conspiraciones de los negacionistas del coronavirus, y durante semanas, ha estado en boca de todos por sus declaraciones sobre la sociedad actual o las futuras amenazas que están por venir tras la pandemia. En esta ocasión ha sido duramente criticado tras haber concedido una entrevista a Sky News en la dice que las patentes de las vacunas contra la COVID-19 no deberían compartirse con las naciones más desfavorecidas. Según él, generaría más problemas que soluciones (vía Gizmodo).
Gates, las patentes por las vacunas y lo inevitable
Gates opina que son las protecciones de propiedad intelectual y las recetas de las vacunas las que garantizan su efectividad, su eficiencia y su calidad con respecto a otras soluciones farmacológicas. El filántropo piensa que destrozar ese filtro o convertirlo en papel de fumar no lleva a ningún escenario bueno.
"Hay un número limitado de fábricas de vacunas en el mundo y la gente se toma muy en serio la seguridad de las vacunas. Por tanto, mover algo que nunca se había hecho, mover una vacuna, digamos, de una fábrica de Johnson & Johnson a una fábrica en la India, es novedoso, pero es solo gracias a nuestras subvenciones y a la experiencia que puede suceder", explica.
"Lo que está frenando las cosas, en este caso, no es la propiedad intelectual. No es como si hubiera una fábrica de vacunas inactiva, con aprobación regulatoria, que fabrica vacunas mágicamente seguras para la población. No, tienes que hacer tests y pruebas de estas cosas. Y cada proceso de fabricación debe analizarse de manera muy cuidadosa", concluye. De esta manera, Bill Gates remarca que las patentes y los análisis y estudios que se hacen en los laboratorios que han diseñado vacunas contra el coronavirus son los verdaderos garantes de la seguridad con respecto a la efectividad de la misma en distintas circunstancias y terrenos con respecto a la actual pandemia. Eliminar ese filtro, llevaría a un número de vacunas mayor en distribución pero quizás no con el mismo nivel de seguridad sanitaria. Las declaraciones del cofundador de Microsoft han levantado una polvareda sin precedentes, siendo la profesora de derecho de la Universidad de Essex, Tara Van Ho, una de las más críticas con él.
"Gates habla como si todas las vidas que se pierden en la India fueran inevitables, pero con el tiempo Occidente ayudará a estos países. En realidad EE.UU. y el Reino Unido están poniendo los pies en el cuello de los estados en desarrollo al negarse a romper las protecciones que encontramos en los derechos de propiedad intelectual. Es asqueroso", afirmaba Van Ho. En The Washington Post, en un artículo de opinión que ha sido especialmente difundido en redes sociales, el profesor de la Universidad de Columbia Joseph Stiglitz y la directora de Public Citizen’s Global Trade Watch, Lori Wallach, argumentaron que preservar las barreras de propiedad intelectual para las vacunas contra la COVID-19 es "moralmente incorrecto y estúpido" en estas circunstancias. "No creo que sea sorprendente que países ricos como Estados Unidos o Reino Unido vacunen a sus poblaciones primero. En cualquier caso, dentro de tres o cuatro meses la asignación de vacunas llegará a todos los países que sufren brotes muy severos", concluía.