Aprovechando la celebración de The International 7, el campeonato más importante de esports del año con más de 23 millones de dólares en premios, Valve ha anunciado el que será su próximo juego que también tendrá, a buen seguro, un gran futuro dentro de los esports.
Os hablamos de Artifact, un juego de cartas basado en DOTA 2 que seguirá la estela de otros títulos de moda como Hearthstone, Gwent o similares aunque con sus propias mecánicas jugables que le darán un giro de tuerca a lo que hemos visto en un juego de este estilo hasta ahora.
Y es que Artifact, en cierto sentido, simulará ser un MOBA con un tablero con tres carriles que representarán las tres calles de DOTA 2. Cada jugador tomará el control de cinco héroes diferentes del universo DOTA que pueden equiparse con cartas de equipo para mejorar sus estadísticas.
Cada turno también se invocarán de forma automática monstruos menores como si fueran los clásicos mínions del MOBA y también podremos utilizar cartas de hechizos que afectarán a cada una de las calles y jugar otras cartas de criaturas para ayudar a nuestros héroes.
Por el momento no tenemos más información acerca del nuevo juego de Valve aunque sabemos que llegará a nuestros ordenadores (no sabemos si en su edición final o en una fase beta) durante el próximo 2018.
¿Qué os parece?