Konami ha comenzado una curiosa campaña publicitaria para promocionar Silent Hill: Downpour en Japón, territorio que recibe ahora la última aventura de la saga de terror en las consolas de sobremesa.
Para asegurarse de que el ambiente para jugar a Silent Hill es el idóneo, no se han limitado a bajar las persianas y apagar la luz (algo que a nosotros nos ha funcionado siempre), sino que han llevado a diversos famosos del país, incluyendo a un Power Ranger negro, a jugar al título a un hospital abandonado.
Los vídeos no sólo recogen el mal rato que pasan jugando, sino el trayecto que recorren hasta la sala en la que les espera el juego. Los chicos de Konami se portan bien y no les dan ningún susto digno de infarto, pero si queréis ver a famosos japoneses más agobiados que Epi y Blas en una cama de velcro, estáis en el sitio correcto.