En su batalla legal contra la piratería, Sony finalmente ha conseguido que se autorice el acceso a las direcciones IP de las personas que entraron en la página web de George Hotz, el hacker que desmanteló la seguridad de la consola PlayStation 3.
El magistrado federal Joseph Spero, en EE.UU., ha fallado a favor de la petición de Sony de acceder a los datos de las direcciones IP de todos los que han visitado la página web de Hotz. También le ha concedido las citaciones de Google, YouTube y Twitter para que entreguen datos adicionales.
Con este movimiento, Sony buscaría demostrar el grado de distribución de los archivos con la información para piratear la consola y, también, forzar que el caso tome jurisdicción definitiva: Nueva Jersey, donde reside el demandado, o California, donde Sony cree que los archivos fueron distribuidos principalmente.