Crytek, y otras desarrolladoras alemanas de juegos violentos pueden tener problemas en su país y verse obligados incluso a que los títulos que tengan cierto nivel de violencia tengan que ser programados fuera de Alemania subcontratando a otros desarrolladores, o irse, directamente, de Alemania.
Se trata de una propuesta del Ministerio del Interior que cuenta con el apoyo de los dieciéis representantes regionales, la totalidad de estos. Los representantes regionales han propuesto, precisamente, estas medidas para eliminar de Alemania el desarrollo de videojuegos violentos.
En las medidas se contempla también la prohibición no sólo de producción sino también de distribución de juegos violentos, y quieren que se apruebe antes de las próximas elecciones, el 27 de septiembre.