El pasado miércoles tuvo lugar en Madrid un evento organizado por Codemasters y Sony para promocionar su gran apuesta de otoño: Clive Barker’s Jericó. El mayor atractivo de la presentación fue la presencia, exclusiva en Europa, del inspirador del título, Clive Barker. Barker, director y productor de películas como Candyman o Hellraiser, y de juegos como Clive Barker’s Undying, ofreció una rueda de prensa en la que nos habló de su visión del mundo de los videojuegos y de la creación del título que nos ocupa.
Al evento también acudieron trabajadores de Mercury Steam, entre ellos Enric Álvarez, líder del proyecto, que habló un poco de la colaboración entre el inglés y la empresa española, además de mostrarnos un par de niveles del juego, que sigue luciendo de forma excepcional, como pudimos ver hace unos pocos meses.
De esta manera, con una voz ronca y un enorme puro, Clive Barker comenzó explicando que Jericho fue concebido desde el principio como un videojuego, que nunca se planteó desarrollar la idea como película, ni libro o cómic (artes en los que trabaja Barker). Desde el primer minuto incidió fuertemente en el hecho de que un juego no lo hace una persona. Así, elogiando de forma constante a los chicos de Mercury por su excelente trabajo, Barker contó cómo Jericho inició su andadura como una idea suya, desarrollada posteriormente en un ambiente de colaboración perpetua, con intercambio habitual de ideas, diseños e imágenes entre él y Mercury. Jericho nació como un proyecto novedoso, como un juego que aportase algo nuevo al trillado género de los shooters. En el proceso de desarrollo, si observaban que estaban haciendo algo demasiado visto, lo desechaban y volvían a comenzar. Por este motivo no dudó en felicitar a Mercury por su paciencia a la hora de aguantar su alta exigencia.
A continuación Barker abordó un tema de mucho interés: el tratamiento de los videojuegos como un arte. El británico defendió que los juegos son creaciones tan artísticas como lo puedan ser el cine, el teatro o la literatura, por su carga de diseño y trabajo. Comentó su enfrentamiento con un conocido crítico estadounidense, Roger Ebert, que niega categóricamente que los videojuegos sean un arte. Afirma que una de sus ambiciones es lograr convencer al mundo de lo contrario, pero dice ser conocedor de que es muy complicado, aunque es optimista ya que, en sus palabras, "estamos ante un arte joven".
Barker mostró también su decepción por los videojuegos que ha desarrollado hasta el momento, indicando que Jericho era su última esperanza. En relación a esto, afirmó que si Jericho no le hubiese satisfecho (indicó que las ventas no le preocupaban), habría desistido de hacer nuevos juegos, pero que finalmente el producto le había encantado.
Con buen humor, siempre sonriente y visiblemente orgulloso de lo que habían realizado, no cesó de descargarse de responsabilidades y otorgarle el mérito a Mercury. Tras una breve demostración del juego, se inició un turno de preguntas y respuestas para el inglés. Fueron pocas las cuestiones que se le pudieron hacer, ya que en su entusiasmo por dejar las cosas claras empleaba quince minutos en cada respuesta.
Preguntado sobre su comienzo en los videojuegos, Barker responde que se lo debe a su hermano Roy, socio cofundador de Psygnosis. Además indica que su frustración con otros artes como el cine (afirmó sentirse agobiado por los productores) fue muy importante para que diese el salto a los juegos. En este momento aprovecha para definir a Jericho como "una película de 15 horas" en la que el jugador va creando la historia por si mismo. Igualmente dice que, para terminar de darle la atmósfera que quería, hubiese deseado que el juego pudiese emitir olores, y que en sus próximos proyectos pretende abordar lo que el llama "terror metafísico".
Para terminar, fue preguntado por la censura que está rodeando últimamente al mundo de los videojuegos (Gears of War, Manhunt, Dead Rising...), y que ha afectado directamente a Jericho, prohibido en Alemania en sus versiones de consola. Barker fue tajante: le parece terrible que sucedan estas cosas, pero indicó que él trabaja de forma completamente independiente, sin verse afectadas sus obras por la posible presión. Aún así quiere dejar claro que él no quiere que menores de edad tengan acceso a sus obras, pero se limita a dejar que impere el sentido común en vez de la censura.
De esta manera, afirmando que se lo había pasado realmente bien, concluyó su rueda de prensa y el artista británico se despidió. Clive Barker’s Jericho saldrá el día 26 de Octubre para PlayStation 3, Xbox 360 y PC, siendo el desarrollo español de nueva generación más importante hasta la fecha.
