El diseñador Marcus Lehto, cocreador de Halo y antiguo director de Ridgeline Games, ha expresado su decepción por la ausencia de su nombre y el de varios excompañeros en los créditos de Battlefield 6, el exitoso shooter multijugador de Electronic Arts. Según Lehto, su equipo fue responsable de "construir los cimientos del juego" antes de que el estudio fuera cerrado en 2024.
Ridgeline Games fue fundado por EA en 2021 con el objetivo de desarrollar la campaña del nuevo Battlefield, liderado por Lehto en la dirección creativa. El estudio comenzó a contratar personal en 2022 y trabajó entre uno y dos años y medio en el proyecto. Sin embargo, tras la marcha del director en febrero de 2024, EA cerró el estudio apenas una semana después, trasladando parte de su plantilla a Ripple Effect, responsable del modo multijugador dentro de Battlefield Studios.
Los desarrolladores merecen un reconocimiento justo
En un mensaje publicado en LinkedIn, Lehto señaló: "Estoy decepcionado de ver que muchos de mis antiguos compañeros de Ridgeline Games no fueron reconocidos adecuadamente en Battlefield 6. Trabajaron incansablemente durante años, pero la mayoría fueron relegados a una sección de ‘agradecimientos especiales’ y algunos, incluidos yo mismo, ni siquiera aparecemos".
El desarrollador publicó además una lista con los nombres y cargos de quienes considera que deberían figurar en los créditos, subrayando que "el desarrollo de un videojuego es un esfuerzo colectivo, y cada contribuyente merece un reconocimiento justo".
La nueva entrega del shooter de EA ha sido desarrollada por Battlefield Studios, un conjunto de equipos liderados por DICE, estudio principal con sede en Estocolmo responsable del motor Frostbite y del núcleo jugable; Ripple Effect Studios en Los Ángeles, que se encarga de los modos multijugador y del soporte en vivo; y Criterion Games en Guildford, que colabora en diseño, vehículos y contenido adicional. Durante un tiempo también formó parte del grupo Ridgeline Games, fundado por Marcus Lehto para crear la campaña, finalmente uno de los aspectos más criticados del juego.
Una vez más el caso ha generado debate sobre el reconocimiento laboral y ético en la industria del videojuego, como ha ocurrido recientemente con algún juego de Nintendo, siendo algo que incluso se ha usado como castigo hacia los empleados por abandonar el desarrollo de un juego antes de tiempo.












