Es de los peores juegos de Dragon Ball, pero la intro de Ultimate Battle 22 sorprendió hace 30 años en PSX

Dragon Ball Z: Ultimate Battle 22 cumple tres décadas este verano desde su lanzamiento original, un juego de lucha para PSX que fue un auténtico desastre, pero que sorprendió con su intro anime.
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Actualizado: 23:55 16/3/2025

Este verano, el 28 de julio de 2025, se cumplirán 30 años del lanzamiento en Japón (a Europa llegó en 1996) de una de las mayores decepciones que los fans de Dragon Ball nos hemos llevado nunca. Sí, hablamos de Dragon Ball Z: Ultimate Battle 22, uno de los primeros juegos de lucha que vieron la luz para la primera PlayStation y, sin duda, uno de los peores tanto de la consola como de la licencia.

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Un sueño para los fans de Dragon Ball que se convirtió en una pesadilla

Desarrollado por TOSE, sobre el papel, la cosa no pintaba nada mal, ya que prometía ofrecernos una evolución de la fórmula de los Super Butoden de Super Nintendo, aprovechando para ello las posibilidades tecnológicas de la revolucionaria máquina de 32 bits que Sony acababa de lanzar al mercado.

Por un lado, teníamos unos sprites para los personajes grandes y detalladísimos basados en cels dibujados por los animadores de la serie y que en las imágenes estáticas que veíamos en las revistas de la época lucían realmente bien, mientras que por el otro nos encontrábamos con un plantel de luchadores simple y llanamente espectacular que prácticamente duplicaba (y casi triplicaba) lo visto en cualquier título de lucha anterior de la licencia, llegando así hasta los 27 combatientes (de base solo había 22, pero con un sencillo truco podíamos desbloquear al resto).

Además de suponer el debut jugable de personajes como Muten Roshi, Gogeta o Mr. Satan, el título nos permitía controlar a nuestros héroes y villanos favoritos de casi todas las épocas de Dragon Ball, lo que incluía poder disfrutar de varias versiones distintas de cada uno de ellos, pudiendo así escoger, por ejemplo, entre Goku niño, Goku en Super Saiyan 2 (técnicamente era el Super Saiyan 1, aunque su sprite era del 2) y Goku en Super Saiyan 3.

Sabemos que este tipo de cosas ahora mismo no os impresionarán demasiado, pero en un contexto en el que el anime todavía no había terminado su emisión y en el que veníamos de juegos de Dragon Ball con un plantel que apenas llegaba a la decena, esto era todo un sueño hecho realidad para los que vivimos la fiebre por la obra de Akira Toriyama en su pleno apogeo.

Lamentablemente, a veces los sueños se convierten en pesadillas y esto fue justo lo que ocurrió con Dragon Ball Z: Ultimate Battle 22. A su favor tenemos que decir que, al menos, podemos concederle el honor de ser un juego que en su día nos dejó alucinados con su intro, ya que utilizaba un FMV al estilo anime similar a lo que podíamos esperar de un opening de la serie, algo que hasta aquel entonces no habíamos visto hecho de este modo en un videojuego de Dragon Ball para consolas (si no contamos el Dragon Ball Z Gaiden de Playdia que no salió de Japón, un juego FMV en sí mismo). De hecho, fue de los primeros títulos, en general, que se atrevieron a hacer una intro anime de este modo, y contaba con un segundo vídeo oculto que se activaba cuando introducíamos el truco para desbloquear a los personajes secretos.

Pero como decimos, una vez pasado este primer y espectacular impacto inicial, era cuando todas nuestras esperanzas de encontrarnos con un gran juego de nuestros saiyans favoritos se hacían trizas. Para empezar, nos encontrábamos con que no había prácticamente modos de juego más allá de pegarnos con la IA o con otro jugador, un Modo Torneo y uno adicional que nos permitía fortalecer los ataques de cada personaje, por lo que carecía de un Modo Historia o algo remotamente similar que nos animase a echarle horas en solitario.

Esta mala impresión continuaba con la pantalla de selección de personajes, la cual complicaba más de la cuenta encontrar y seleccionar a los luchadores con los que queríamos jugar, ya que nos mostraba una ilustración con todos ellos un tanto apelotonados por la que nos teníamos que mover hasta dar con nuestro elegido.

Sin embargo, nada de esto nos preparaba para el momento en el que comenzaban las peleas, cuando nos dábamos cuenta de que los controles eran un auténtico desastre imposible de justificar. Respondían tarde y mal, no conocían la palabra precisión y los personajes, además de estar espantosamente mal animados, se movían con una lentitud y una pesadez insufrible.

Además, al prescindir de la pantalla partida de los Super Butoden (la cámara variaba el zoom según lo cerca o lejos que estuviésemos del oponente), la distancia que podíamos tomar respecto a nuestro rival nunca era demasiado grande, perdiéndose gran parte del componente táctico que tenían los juegos de Super Nintendo, por no hablar de que a nivel mecánico era un juego extremadamente simple y sin apenas combos o técnicas especiales.

Por si esto no fuese suficiente, los escenarios eran tridimensionales y tenían un acabado descorazonador y los efectos gráficos solo podían ser descritos con una palabra: horribles. ¿Querías lanzar un Kame Hame Ha? Pues al hacerlo solo verías una bola grande de Ki saliendo de las manos de tu personaje, ya que ni se molestaron en darle el aspecto que tiene en el manga y en el anime.

Todo esto dio como resultado un auténtico suplicio jugable y visual del que no hay prácticamente nada que rescatar y que supuso un paso de gigante hacia atrás respecto a lo que habíamos vivido en la época de Super Nintendo. Un juego que fracasaba por completo tanto dentro de su género como de la licencia. ¿Lo más sorprendente? Que incluso con estas, no es el peor juego de lucha de Dragon Ball que existe (ese honor lo tiene Dragon Ball Z: Taiketsu), un testimonio de lo bajo que llegó a caer la marca.

Por suerte, estos tiempos oscuros quedan ya lejos y Dragon Ball está ahora más fuerte que nunca en videojuegos. No en vano, en los últimos años hemos recibido grandes títulos basados en la obra de Toriyama, como Dragon Ball FighterZ, Dragon Ball Xenoverse 2, Dragon Ball Kakarot o Dragon Ball: Sparking! Zero, así que solo nos queda esperar que la tendencia siga siendo positiva para seguir disfrutando en nuestro hobby favorito de la serie de nuestras vidas.

Carlos Leiva
Redactor

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Más sobre Dragon Ball Z: Ultimate Battle 22

Dragon Ball Z: Ultimate Battle 22 es un videojuego de lucha basado en la popular serie de anime y manga Dragon Ball Z. Desarrollado por Tose Software y publicado por Bandai en 1995 para la PlayStation, el juego se titula por los 22 personajes iniciales disponibles para los jugadores, aunque posteriormente se desbloquean más. Este título es uno de los muchos juegos de la franquicia Dragon Ball, destacando por ser uno de los primeros en presentar batallas en un entorno 2D con gráficos pre-renderizados que intentaban capturar la esencia visual del anime.

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