En su tramo final 2023 ha mantenido el pie en el acelerador de los despidos dentro de la industria del videojuego. Si hace unas semanas la previsión era que se cerrase el año con algo más de 9.000 puestos de trabajo menos ahora, con datos más actualizados en la mano, las previsiones indican que se ha llegado a los 10.000 despidos. Eso contando solo los casos más difundidos ya que, por ejemplo, no se incluyen las 15 personas afectadas por el cierre del estudio español Lince Works.
Últimos despidos del año
A lo largo del año la página videogamelayoffs ha ido contabilizando los despidos que se conocían en un largo goteo que termina, a dos días de finalizar el año, en 60 despidos en Lion Games el 26 de diciembre y los 13 de la editora Versus Evil el 22 de diciembre.
La página wrapped.games (llamada así por el Wrap it up de The Games Award) hace un resumen bastante duro de la situación en el sector, con la misma cifra de despidos, y destaca las empresas que han echado a más gente (Hasbro 1.900 personas; Unity, 1.165; Electronic Arts, 1.130; ByteDance, 1.000; Embracer Group, 954; Epic Games, 830 y Amazon, 715) y lo contrapone a los 184.000 millones de dólares (166.125 millones de euros) de ingresos del sector, un 0,6 % más que el año pasado.
Salario de algunos directores generales en 2020
Entre la interesante información que recopila wrapped.games está también el salario en 2020 de los directores generales de algunas empresas del sector, como Bobby Kotick, que va a dejar ahora Activision Blizzard y cobró hace tres años 154,6 millones de dólares (casi 140 millones de euros); Andrew Wilson, de Electronic Arts, que tuvo entonces un salario de 34,7 millones de dólares (31,3 millones de euros); Frank Gibeau, de Zynga (32 millones de dólares, casi 29 millones de euros) o John Riccitiello, de Unity, que ganó 22 millones de dólares (19,9 millones de euros).
