El pasado mes de junio llegó la portátil ASUS ROG Ally, una consola basada en Windows 11 que pudimos probar en Vandal para dejarnos muy satisfechos convirtiéndose en todo un referente de estos "PC de bolsillo para jugar" que se han vuelto muy populares tras el lanzamiento de Steam Deck.
Hace unas semanas ASUS lanzó por fin la variante más económica de esa ROG Ally, un modelo con un chip más barato que el de su hermana mayor (usa el AMD Ryzen Z1 en lugar del Z1 Extreme) permitiendo a los jugadores ahorrarse 100 €, ya que su precio en las tiendas es de 699 €.
Tras su lanzamiento, ahora la propia ASUS ha compartido dos tablas con distintas pruebas de rendimiento de ambos modelos para que los jugadores tengan clara la diferencia de potencia entre los mismos, una diferencia bastante grande ya que puede alcanzar hasta el 37 % con resolución 1080p o hasta un 30 % en 720p, utilizando para ello juegos con unos requisitos técnicos bastante elevados tal y como podéis ver en los benchmarks que acompañan esta noticia en los que la media de la diferencia de rendimiento es de un 34 %.
La diferencia de potencia es más que evidente, pero menos de lo esperado
Como muchos recordaréis, el primer modelo de ASUS ROG Ally, el más caro y potente, una un chip AMD Z1 Extreme con un procesador Zen 4 de 8 núcleos y 16 hilos a 5,1 GHz junto a una GPU con 12 Compute Units a 2,7 GHz mientras que la gráfica RDNA 3 tiene 12 Compute Units a 2,7 GHz, todo por 799 €.
Por otro lado el nuevo modelo 100 € más económicos usa el chip AMD Z1 ("no extreme") con una CPU con 6 núcleos y 12 hilos a 4,9 GHz y una GPU con 4 Compute Units a 2,5 GHz que pese a rendir menos que la versión Extreme, aun así es capaz de permitirnos jugar a juegos exigentes como Cyberpunk 2077 a 32 FPS a 1080p con gráficos en bajo o a 44 FPS a 720p con gráficos en medio.
Si hablamos de fuerza bruta, el modelo Extreme puede ofrecer hasta 8,6 TFLOPS mientras que el económico tiene un poder de computación de 2,8 TFLOPS, es decir, que hay un 67 % de diferencia a nivel de "poder" entre ambos modelos, una diferencia que en un escenario real se reduce a un máximo de un 37 % en videojuegos bastante exigentes, menos de lo esperado, demostrando que no solo de teraflops vive un hardware, aunque la diferencia entre ambos modelos sea más que evidente.
