Banjo-Kazooie, uno de los juegos más recordados, queridos e icónicos de Nintendo 64, ha cumplido 25 años esta misma semana desde su estreno original en aquel lejano 29 de junio de 1998. Un título de plataformas 3D al más puro estilo collectathon con el que Rare supo recoger la fórmula de Super Mario 64 y llevarla a su propio terreno con un juego gigantesco para la época, de una calidad incuestionable y con una pareja de protagonistas carismática como pocas.
Como suele ocurrir con casi cualquier producto de éxito, su secuela, Banjo-Tooie, no se hizo esperar y se lanzó un par de años después, ofreciéndonos una aventura mucho más grande y ambiciosa para la misma consola. Lamentablemente, para la tercera parte, Banjo-Kazooie: Baches y cachivaches para Xbox 360, tuvimos que aguardar la friolera de 8 años y el resultado no fue lo que el público esperaba, pues se desmarcaba demasiado de las dos primeras entregas para plantear una aventura centrada en la construcción de vehículos. Desde entonces, la saga no ha vuelto a dar señales de vida y los fans nos hemos tenido que conformar con ver de vuelta al oso y su inseparable compañera como personajes invitados en Super Smash Bros. Ultimate.
Las tibias esperanzas de los antiguos miembros de Rare
Mientras seguimos esperando a que Microsoft se atreva a darle luz verde a ese proyecto soñado por muchos que sería Banjo-Threeie, una tercera entrega de verdad en la línea de los dos primeros juegos, Grant Kirkhope, el veterano compositor de la saga, ha comentado recientemente que, tristemente, no cree que la serie tenga actualmente el suficiente público como para justificar el desarrollo de una nueva aventura de este inolvidable dúo.
De hecho, Kirkhope ha comentado que, aunque también le gustaría que el título se acabase haciendo, no cree que actualmente exista un equipo de desarrollo capaz de replicar adecuadamente el peculiar sentido del humor de la saga.
Otro antiguo trabajador de Rare, Steve Mayles, quien trabajó como diseñador de personajes, tampoco cree que vaya a hacerse este juego, aunque los motivos que le llevan a pensar esto es que Gregg Mayles, el director creativo de Rare, es alguien a quien no le gusta mirar atrás y prefiere crear nuevos tipos de experiencias. Finalmente, Chris Sutherland, antiguo programador de Rare, se muestra algo más optimista y cree que algún día alguien recuperara la serie para traernos la esperadísima secuela.