Las empresas especializadas en juegos multijugador suelen tener muy en cuenta las opiniones de la comunidad que, a fin de cuentas, es quien sostiene dichos juegos. Riot Games es una de las que lo tiene más claro, por eso cuando comenzó la competición profesional de su título estrella, League of Legends, hace ya diez años, busco quien escuchase a los jugadores y quién mejor que quien procede de la propia comunidad y ha demostrado tener interés en fomentar las conexiones entre ella. Así llegó Edgar Medina Rodríguez a trabajar en Riot tras numerosos años de experiencia en distintos MOBA y en crear puntos de encuentro. Fue Elena Minervae Peña quien nos recomendó que lo entrevistásemos para Vandal.
Medina recuerda que un amigo de su padre le regaló cuando era muy niño varios juegos, entre ellos un Monkey Island, el primer juego que recuerda. Le gustaba mucho, dice, aunque era tan pequeño que se quedaba atascado y no se lo terminó de pasar hasta años después. Pero el juego que supuso para él un hito en su historia con los videojuegos fue Diablo II "porque fue una experiencia online. Los videojuegos me gustaban, pero no era lo que más me llamaba, lo que me llamaba era poder jugar con gente. Mi primera experiencia fue yendo a un cibercafé con unos amigos, tendría 13 o 14 años y recuerdo estar jugando y descubrir el juego y luego poder jugarlo en casa, con aquel internet que sonaba, en el que tus padres no podían llamar el teléfono, que hasta las 6 de la tarde no tenías tarifa plana... y hacía turnos con mi hermano, jugaba una hora él y una hora yo, siempre después de hacer los deberes y tener todo hecho en casa, y tenía que coordinarme para jugar con mis amigos".
Diablo descubrió a Medina el juego online
Hay juegos que marcan generaciones, es el caso de Medina con Diablo, "fue mucho para mí porque, además de jugar mucho, conocí a muchos amigos, conocí a mi pareja también, y lo recuerdo con muchísimo cariño porque ella me ayudó a ser mucho mejor en el videojuego, pregunté en el chat quien podía echarme un cable para poder conseguir nosecuántos y ella se ofreció, sin interés por conseguir nada, que era raro por entonces porque Diablo era un juego muy de intercambio y la gente te ayudaba a cambio de una runa o lo que fuera, pero a ella le gustaba ayudar a la gente. Posteriormente jugamos juntos y yo le regalaba objetos". Durante unos años estuvieron jugando como amigos pero según se fueron conociendo mejor surgió algo más. "Cuando salió Diablo 2: Resurrected jugamos otra vez y revivimos esos tiempos, mismos personajes y mismos nombres", nos cuenta.
Medina se aficionó a los juegos online, dice: "me considero una persona muy, muy, muy competitiva. Los juegos online me gustaban porque había comunidades y en muchas ocasiones podías jugar y competir con ellas. El trabajo de foros me encantaba, siempre era el primer voluntario en cada juego en el que me metía para poder crear guías. Jugué a World of Warcraft, a Warcraft 3, etc, pero League of Legends se me empezó a dar un pelín mejor que el resto de juegos" y eso pese a jugar con desventaja técnica porque la conexión con internet de Canarias entonces era peor que en el resto del país. "Si hacías amigos online que vivían en la península quedar con ellos eran complicado, en la Euskalencounter o en la Lan Party de Valencia, ahí quedaban muchos amigos y veía que competían por un premio en metálico que no era mucho, pero yo veía desde las islas un sinfín de posibilidades fuera que no entendía, pero que me gustaba mucho".
El género de los MOBA era el que más le atraía, "les he dedicado toda mi vida", apunta. Empezó con DotA, al que estuvo jugando 8 años, y luego Heroes of Newerth que, dice, "era como el DotA que salía de ser un mapa del editor de Blizzard y se volvía un juego standalone y la promesa es que iba a ser El Juego. Fui en la universidad el pesado entre los colegas de que tenían que venirse a esta juego. Algunos habían jugado a DotA o a Diablo y les convencí para venirse al HoN y, de repente descubrí, no sé si por un ad que vi en internet, League of Legends. Mi primera impresión fue que los gráficos eran inferiores y no se entendía nada. Poco a poco iba viendo más cosas sobre él en los foros de mediavida o en uno conocido llamado lolesp y no entendía por qué tanta euforia. Lo probé, lo jugué y lo desinstalé, no me gustó y seguí jugando al HoN.
Es mejor comenzar a jugar League of Legends con amigos
Jugar con amigos es clave para que te guste el género, admite Medina, "League of Legends es un juego que tiene tantos estímulos, tanto en la interfaz antes de entrar como cuando entras, que se hace muy complejo, tienes que haber jugado a alguna cosa mínimamente similar, que no hay muchas tampoco, para tener el deseo de jugar la segunda partida porque, al igual que un DotA o un HoN, se vuelve muy divertido cuando le has dedicado un rato, cuando has llegado a la partida 10 o 15 con tus colegas. Si vas solo es difícil, pero si vas con colegas es lo mejor porque vas con tus dos o tres amigos, hay uno que siempre es el bueno, que revienta a todo el mundo y te deja el camino un poco libre y tú estás disparando cosas al aire mientras tus colegas te dicen que lo estás haciendo bien porque quieren animarte para que sigas jugando y luego te das cuenta de que les hacía falta un quinto. Otra cosa de la que me he dado cuenta , y lo digo por haber jugado mucho en la parte inicial de DotA, la comunidad de DotA se sintió como de un juego secundario.
Claro, era un juego de una partida personalizada, había un trillón de juegos increíbles. La comunidad se sintió muy desatendida, cuando alguien decide meterse en un juego la comunidad es muy protectora, en lugar de abrir los brazos, históricamente hemos puesto los escudos, pensando a ver quién quiere entrar y qué va a decir, es el sentimiento de ser los underdogs. Así me sentí inicialmente hasta que me fui abriendo paso, luego pasé de ser la persona que hacía en los foros preguntas que ya estaban respondidas a ayudar a la gente para que no se sintiera como yo me había sentido en muchos juegos online".
Cuando ya llevaba un tiempo jugando, contactó con él una persona de una comunidad del juego y le preguntó si quería jugar con ellos, aunque apenas había empezado en Lol, pero aceptó y comenzó a conocer a gente. Le propusieron ir a la AsturParty en Avilés (Asturias) y, aunque sus padres inicialmente no aceptaron, les convenció gracias a sacar buenas notas. "Jugamos y ganamos el torneo. Fue espectacular. Llegué a casa, mis padres no entendían cómo había vuelto con más dinero del que me había llevado. Comencé a interesarme más y fui ganando más conocimiento del juego y empecé a competir. No amasé mucho dinero, era el típico jugador al que se le da bien por horas jugadas, no por talento, y por aquel entonces los premios eran muy modestos", afirma.
El último año de carrera -estudió Arquitectura en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria- se fue de Erasmus a Alemania y esta decisión cambió el rumbo de su vida por varios motivos: en el continente se redujo la latencia que había en las islas Canarias a la hora de jugar donde, nos cuenta, "yo jugaba con el doble o triple de retardo en el juego y tenía que predecir mucho más que jugar con reflejos. Llego a Alemania y tengo la mitad de la mitad [de lag] de lo que tienen los españoles y, de repente, soy espectacular, soy muy buen jugador". Además, desde Alemania es mucho más fácil viajar "aunque sea en bus", especifica, a distintos puntos de España, y así puede competir.
Estreams.tv, un agregador de plataformas y streamers
Medina ganó un concurso de redacción y cuando habló con los organizadores, explica, "intenté convencerles para que en lugar de contratarme como redactor se uniesen a un proyecto que yo tenía entre manos... y ocurrió". Comenzó así Estreams.tv, en compañía de Carles Rodríguez,, Iván Pérez y Robergo Gallego. Estreams.tv agregaba distintas plataformas de stream como Azubu tv, Hitbox, Own3dTV, que era la más grande por entonces en gaming, o Justintv para mostrar todas las retransmisiones en un mismo sitio sin tener que buscar en diferentes páginas webs "porque entonces había muchos contratos de 'te vienes tres meses a esta plataforma' y luego te vas a otra, había muchas exclusividades", añade Medina. Además, había un apartado de noticias.
Recuerda el entrevistado que para sus padres él estaba en la habitación jugando videojuegos, pero también desarrollaba otras muchas actividades, incluido castear, aunque en esos momentos no sabía que todo eso se podía convertir en un trabajo del que vivir, "yo lo hacía por que me encantaba, me gustaba mucho ver cómo la gente al final se unía, nos juntábamos todos por una causa dentro del juego". La página la crearon tres personas, una destinada a intentar buscar patrocinadores, una persona que diseñaba webs de periódicos y Medina, que trabajaba también en el diseño "Ahora lo llaman 'escuchar al cliente' y yo lo llamaba 'me aburro en mi casa solo y lo quiero hacer de forma que a la gente le guste' porque si no le gusta a la gente, ¿para qué lo vamos a hacer?. Yo sabía algo de Photoshop por Arquitectura, pero la interfaz de usuario y demás lo decidimos haciendo stream, había un viewer que desarrollaba nosecuántos, otro sabía nosequé, y todos daban inputs de cómo hacer cada cosa. La persona que desarrollaba la página web lo puso todo junto y lo lanzamos", señala.
Fue un aprendizaje autodidacta. "No sabíamos ni lo que era una empresa, éramos chavales que estudiábamos en la universidad y nos gustaban esas cosas —cuenta Medina—. Yo iba a ser arquitecto y esto era más un hobby. Desarrollamos la web casi por puro egoísmo, porque nos molestaba ir mirando dónde estaba ese streamer que seguíamos porque iba saltando de plataforma en plataforma con contratos de exclusividad y, como nos parecía tan complicado, decidimos unirlo todo, y funcionó mucho mejor de lo que esperábamos".
estream.tv tuvo éxito y se vio que se podía hasta ganar dinero " Todo se hacía desde el punto de vista más inocente, no sabía que una web se podía monetizar. Cuando vi que se podía monetizar con anuncios, que había un patrocinador... Recuerdo la primera llamada de un patrocinador, Trangoworld, no tenía ni idea de que me podían pagar por aparecer en la web, no sabía qué precio tenía que ponerle, ¿20 o 100.000 euros? No tenía ni idea —recuerda—. Lo que me gustaba era conectar gente, lo demás era una herramienta para sentirme parte de una comunidad".
Con el tiempo, toda esta experiencia con el juego y con la creación de comunidades fue lo que permitió al entrevistado pasar a formar parte de Riot Games, cuando les fue a mostrar lo que habían hecho. "El único afán que tenía entonces, no sé si tenía yo 22 años, era venderles la idea. Pero la persona con la que contacté de Riot, Leonardo Ibáñez, con el cual trabajé posteriormente, me invitó a enviar apply a la empresa. Fue un proceso muy orgánico: jugué mucho a un videojuego, se me empezó a dar más o menos bien, me permitió viajar, y el viaje, junto al hecho de que podía tener algo más de tiempo libre, me permitió desarrollar algo con un par de -posteriormente- amigos y eso me abrió las puertas a entrar en el rol de comunidad", dice.
Un casteo complicado para un momento histórico
Durante un año también ejerció de caster de partidas profesionales organizadas por Riot desde su propia casa, pero, como siempre, la conexión de Canarias no lo ponía fácil, como cuenta: "y cuando se me metían dos personas al Skype se reventaba todo. Empecé a hacer la competición y viví uno de los momentos más icónicos de League of Legends, más concretamente de los esports, que fue un partido no recuerdo si fue World Elite contra CLG que duró 9 o 10 horas. Yo estaba en el proceso de entrevistas [con Riot], cuando vi que se empezaba a alargar les pedía a mis padres que ese día nadie me dijera nada ni entrase, que sabía que jugaba muchas horas pero que iba a sacar las mejores notas, que estaba en una competición internacional, era el caster principal y aquello tenía que quedar perfecto".
Pero el partido se alargó mucho más de lo esperado, continúa contando: "Estuve hasta las 3 o las 4 de la mañana. Mi padre se levantaba a las 4 de la mañana para trabajar y yo estaba pegando gritos al lado de la habitación en la que mi padre estaba durmiendo. Mi padre aguantó pero a las 2 de la mañana, cuando el partido seguía en pausa, se levantó y me dijo que no podía más y que tenía que descansar. En ese momento recuerdo que, con los sudores y con alguien de Riot en Skype, la empresa con la que estaba haciendo algo, me tuve que ir de la retransmisión un momento y Sh4rin [Javier Sanabria], que también trabajaba en la LVP [Liga de Videojuegos Profesional], me hizo el favor de sustituirme, me fui a mi habitación y me puse con una tablet y un micrófono a castear con una raya de wifi. Estuve unos 20 minutos hasta que dijeron que ya estaba. ¡Y yo estaba en un proceso de entrevistas!".
Pensó que ahí se acababa su trayectoria, pero al día siguiente recibió la llamada, nos cuenta, de "una de las personas responsable de las entrevistas, el que iba a ser mi jefe, y me dio dos mensajes: el primero, que buen trabajo al principio de la narración y que entendía lo que había pasado, que no era culpa mía, y, segundo, que lo que había casteado, no sé si era la semifinal o los cuartos, no querían que volviese a suceder en la final, querían que la castease yo desde Dublín. No sabía ni cómo responder, hice una pausa y dije que lo que quisieran. Para un chaval al que le gusta esto y lo hace en su tiempo libre que le paguen el avión, que le lleven a las oficinas de la empresa, le busquen un sitio... Yo no era un influencer, yo tenía 80 viewers, 300 en el Mundial, pero no era nadie. Y me dijo que aprovechando que iba a Dublín me podía quedar ya como parte del equipo. Yo quería llorar, me vinieron muchas cosas a la cabeza, hubo diez segundos de pausa, intenté mantener la compostura y por dentro estaba muriéndome. Empecé a saltar y gritar, mi madre vino corriendo y no entendía nada, me iba en seis días a vivir a Irlanda, fue un choque de sentimientos, muy emotivo".
Medina se mudó en octubre de 2012 para comenzar en Riot sin haber terminado la carrera, cuando estaba elaborando el proyecto final de carrera, de manera que viajaba a Gran Canaria al principio todos los meses y la frecuencia aumentaba a medida que se acercaba la presentación del proyecto. Las últimas dos semanas en Riot le dieron el permiso para poder estar en Canarias. "Sin el apoyo de mi tutor, de mi empresa y de mis padres a lo mejor no habría acabado nada", especifica.
Una experiencia nueva en un destino inesperado
En Riot ya trabajaba algún español, lo que le hizo más suave el aterrizaje, "el equipo humano que había era increíble, conservo las amistades de gente que todavía está en la empresa y de los que no, porque hicieron de mi vida un paraíso, me fui a Irlanda solo, mi chica estaba todavía estudiando, se vino al año siguiente, pero fue una entrada de película. Yo no era una persona de mundo, fui con mis chanclas, tranquilito y a ver cómo era la ciudad, estaba lloviendo y no entendía lo que estaba viviendo, un hotel pagado hasta tener un apartamento, llegar a la oficina y que fuera un parque de atracciones, todo brandeado, la gente supercontenta... no entendía qué hacía allí y decidí hacerlo lo mejor que pudiera el tiempo que estuviese allí, aunque no creía que durase", explica. La primera semana fue un poco extraña porque coincidió con la Gamescon y no había casi nadie en la oficina. "Estuve esa semana en la cafetería jugando a League of Legends, me decían que estuviera tranquilo, que poco a poco iría llegando la gente. El organigrama europeo eran 30 personas, nada que ver con lo que es ahora, el director de la unidad me dijo 'bienvenido' solo y yo casi llorando de la emoción, era como un sueño", indica.
El primer año fue, en palabras de Medina, "espectacular. Duro. Entré como community coordinator, lo primero que me dijo mi jefe cuando vino es que tenía que hacer lo que fuera mejor para las comunidades a las que fuera a servir; en este caso, la española". Estaba solo para ese trabajo de escuchar a los jugadores y conseguir que la experiencia con el juego fuera mejor. Empezó a entrar en foros y comunidades online más allá de lo que ya conocía, a analizar lo que había "y hacer aquello que sabía que la gente quería intentar hacer, que era llegar a entornos sociales. Me metí entre pecho espalda en un año y algo veintipico o 30 eventos, todos los que había, las LAN Party, y empecé a hacer contactos. Yo no me daba cuenta de lo que estaba haciendo, que era intentar conectar a las comunidades, hacer que hubiese pequeñas narrativas, porque destacaba a creadores de contenido, a streamers de manera similar a la web que había desarrollado, ponía en la portada de nuestro cliente del juego al streamer destacado de la semana a cambio de que el streamer me prometiera que iba a hacer un contenido de calidad, que no iba a insultar ni hacer cosas chungas pero sí que iba a hacer cosas divertidas. La comunidad fue creciendo y llegó un momento en que había tantos inputs hacia la empresa de marcas que querían colaborar, empresas que querían hacer torneos... que yo no daba abasto. He ido aprendiendo gracias a que había mentores que me dedicaban tiempo para estudiar la situación y me dieron la oportunidad como manager de equipo, pasé a ser manager of community y empezamos a hacer proyectos más ambiciosos".
Ya con el apoyo de un equipo se realizó la retransmisión oficial de un año de la competición de LCS Europea. En aquel momento había otros juegos—como Starcraft, Call of Duty, Halo o Counter Strike: Global Offensive— con muchos más espectadores que League of Legends y ni ESL ni LVP (las dos empresas que organizaban retransmisiones online) vieron claro que fuera rentable emitir el juego de Riot.
El gran crecimiento de la comunidad de League of Legends
Hubo un evento, nos cuenta Medina, al que iba a asistir inicialmente compitiendo y al final asistió como rioter (como se conoce a los empleados de Riot), "League of Legends no tuvo ni siquiera presencia secundaria, sino terciaria, en un entorno con 40-50 personas. Los juegos grandes eran, de nuevo, Call of Duty en consolas y Halo también, FIFA y Counter tenían sus cosas. En un periodo de dos, tres, cuatro años sentí que League of Legends se hacía desmesuradamente grande. Ibas a un evento y todos nos reconocíamos y había gente nueva que venía. Había un efecto llamada, cuanto más grande era el escenario y más ruido hacía, más gente atraía".
Uno de los eventos organizado por Riot aquellos años que más aplaudió la comunidad y que Medina recuerda con cariño fue el Teemo tour una ruta del personaje de LoL por ciudades de todo el mundo, entre ellas cuatro españolas (Madrid, Sevilla, Valencia y Barcelona). Afirma: "Mucha gente nos pide que lo volvamos a hacer. Es un personaje del juego que su lore gira en torno a la exploración. Cogimos una figura, le pusimos un GPS y moverla por todo el mundo. Teníamos varias figuras y la logística fue bastante curiosa. Era una actividad para conectar a la gente. Había personas de Riot, entre las que me incluyo, con una bandera moviéndose por las calles y una web que monitorizaba a tiempo real el GPS de la figura y la gente podía ver donde estaba y, por tanto, decidir si se acercaba, sacaba una fotillo o lo que fuera. Internamente, la actividad se explicaba en que era para que la gente fuer a conocer a Teemo, no había más, a lo mejor hoy se vería con otros ojos, pero para la gente fue una excusa para conectar con gente de tu ciudad porque a lo mejor tus colegas no jugaban a League of Legends y, de repente, estabas en un entorno en el que todo el mundo lo jugaba, una excusa para conocer a la empresa a la que estabas dedicando tu tiempo y esfuerzo y, también te diré, para transmitirle lo enfadado que estabas porque los servidores iban mal, porque en aquel entonces iban muy mal, y también un momento especial porque era un concepto muy raro".
Este evento demuestra también que a veces la imaginación y el cariño pueden hacer mucho por una comunidad de jugadores. Según Medina, "a título personal lo veía tan simple que pensabas que para qué iba a servir, pero a día de hoy, cuando hablamos de momentos memorables, es la excusa perfecta para explicar que no todo son grandes presupuestos, grandes campañas donde brandeamos un edificio. Una pequeña acción de conectar con alguien y de generar un espacio donde la gente puede hablar, compartir experiencias y reírse de una jugada con gente que lo va a entender es lo que hace que a día de hoy, cuando vas a un evento, los veteranos se acuerden por el Teemo Tour cuando les preguntas por eventos, te dirán el mundial de League of Legends, el regional nosecuántos y el Teemo Tour. Con poco se consiguió muchísimo".
Los grandes eventos llegan a España
En 2015 el panorama era muy diferente al de 2012, cuando habían empezado las competiciones de LoL. Se había organizado un evento con ESL en Tenerife, pero en 2015 se celebró la final de Primavera de LCS europeo en el Palacio de Vistalegre, en Madrid, "cuando vimos ahí a 4000 o 5000 personas todas juntas pegando gritos es cuando me dije que esto ya era otra cosa, que generaba mucho interés y que era una cosa delicada que no podíamos romper ni corromper. Teníamos que generar actividades que siguieran añadiendo valor para que la gente quisiera continuar jugando y viendo cosas. De ahí hasta ahora", apunta Medina.
Poco después hubo otro evento organizado en España, el All-Stars de Barcelona en 2016. Medina dice que ambos "fueron hitos importantísimos en la industria porque, aunque no nos demos cuenta, no solamente los jugadores sino mucha gente que te contaban que eso ocurría en Los Ángeles o en Polonia, que era una sede importantísima de Counter Strike, ver todo eso en España, toda la gente volviéndose absolutamente loca por lo que están viendo, y no necesariamente apoyan a un equipo, apoyan lo que están viendo. Esa pasión con la que la gente siente las cosas ha sido la gasolina para el motor que llevo dentro yo. Yo me he sentido siempre como un miembro de la comunidad al que la propia comunidad levantó y elevó, así me sentí con estreams y en Riot cuando llegué. La bienvenida que me dieron en redes y foros me emocionó y ha sido el estandarte que intento portar, buscar excusas para aportar todo lo que podamos y más", afirma Medina.
Tras la formación de un equipo específico para la comunidad de habla hispana, que llegó a estar formado por cuatro personas, entre ellas Ricardo Kails [Herrero] y Sh4rin, el siguiente paso de Riot fue abrir una sede en España, en Barcelona. "Se nos comunica que abrimos oficina en un punto en el que el equipo estaba sufriendo por el esfuerzo que llevaba viajar constantemente a la península por la cantidad de actividades que hacíamos. Fue por 2017-2018. Cuando surge la posibilidad de abrir una oficina en España todo nuestro pensamiento es que fuera cuanto antes. Yo, como Canario, me daba igual porque mi familia la tengo lejos, pero tengo muchos amigos que así la tenían más cerca. Se volvió casi una obsesión, una necesidad, hasta que finalmente se anunció. Recuerdo que cuando se lo dije a uno de mis compañeros se lo dije se tiró al suelo de alivio, como diciendo que volvíamos a casa", explica Medina. Con una oficina aquí ha sido posible organizar actividades más pequeñas para creadores y medios y para que la comunidad conecte entre sí "que se una gente que comparte cosas en común, la ciudad probablemente si es algo esporádico, y una afición por un videojuego es algo increíble", afirma.
Tener una oficina en España ha abierto nuevas posibilidades de crecimiento a Riot
Con la oficina local abierta todo ha ido a mejor. Según Medina, "ha sido espectacular. No solo el equipo ha podido crecer más y hemos encontrado a gente increíble para poder continuar con esto. Ha sido una experiencia curiosa, no entendíamos lo de 'preservar la cultura' hasta que empezamos a crecer y los perfiles son variopintos, vienen de muchas industrias, y somos nosotros los portadores del histórico que se ha vivido, cómo instamos a abordar y servir a las comunidades entonces de League of Legends y poco más tarde de diferentes juegos y cómo hemos intentados inspirar a que la gente que viene a la oficina tenga siempre en la cabeza, esté en el departamento que esté, que nosotros estamos por aportar valor a los jugadores".
No obstante las circunstancias de los últimos años han obligado a cambiar planes respecto a la propia sede, concebida inicialmente como un espacio al que ir a trabajar pero también para llevar a creadores de contenido y medios de comunicación y generar actividad. Estaban empezando a organizar todo así, informa Medina, pero con la pandemia esta idea se paralizó, aunque se está volviendo a retomar ahora.
Otro de los retos que ha tenido que asumir la oficina de Riot en España es la publicación de nuevos juegos competitivos de la empresa como Valorant, Teamfight Tactics o Legends of Runeterra con lo que quienes ya estaban trabajando en LoL pasaban de ser los expertos a tener que aprender sobre los nuevos juegos "y dependíamos mucho de la pasión de algunos miembros del equipo por el género del juego inicialmente hasta poder contratar a gente que más experta en el entorno. Esa transición requirió un esfuerzo importante, al menos en mi experiencia, porque con alguien de League of Legends hablamos el mismo idioma, es el slang, pero tengo amigos del Counter Strike y van a notar que soy un extranjero en ese género. Tuvimos que formarnos para tratar a las comunidades con respeto porque viniendo de un MOBA, que, como decía, la gente ponía el escudo, teníamos que asegurarnos de que la gente lo quitaba un segundo y nos escuchaba pero para eso teníamos que mostrar respeto y conocimiento ante la historia", afirma Medina.
Edgar Medina en 5 preguntas
1- ¿En qué posición te sientes más cómodo jugando a League of Legends?
La posición a la que más tiempo he dedicado y más me gusta es de apoyo. Suena muy cheesy pero siempre digo que support in game, support in life. Para mí el rol de apoyo ha sido en varias temporadas el más importante, pero el menos valorado también. Me identifico mucho y me mola mucho también por el tipo de personajes que se juegan.
2- ¿Veremos alguna fase final de competición de LoL en España?
La intención es que sí 100%. Este año no tengo ni idea, pero lo que sí te puedo decir es que el equipo en el que trabajo ahora mismo se mata día tras día por convencer a los equipos que toman esa decisión para que traigan más competiciones. Lo que sí puedo decir es que las comunidades han hecho un grandísimo favor a nuestro equipo y no es muy difícil venderlo, es bastante fácil. Ahora tienen que cuadrar el tiempo y la logística pero yo me atrevería a decir que si en los próximos años no hay nada vamos a tener un problema. Pero lo digo sin saber nada, ¿eh? Porque realmente creo que la afición española se merece más eventos.
3- Ya ha salido alguno de los juegos con los que Riot quiere ampliar el universo de League of Legends. ¿De qué campeón te gustaría ver ampliada la historia en algún juego editado por Forge?
El que me encantaría que expandieran más es mi campeón favorito, que no es support, Anivia Criofénix, un ave que, en mi opinión, tiene muchísimo potencial para poder ganar más historia pero no ha tenido atención. Pero el que más me ilusionaría es Ivern, que es un árbol que lo que hace es crear bienestar en el mapa y, en lugar de eliminar a los bichos de la jungla, los libera. Creo que es especialmente importante porque hay una posibilidad de crear una narrativa muda con este personaje, o con muy poco texto y mucho sentimiento, que sería espectacular. Tengo la historia en mi cabeza para mí pero creo que es un personaje que puede seguir el lema que te dije antes: hacer muchísimo con muy poco.
4- Con la pandemia creció mucho el número de espectadores. El final de la fase más aguda de la pandemia ¿ha cambiado las cifras de los juegos de Riot?
Yo, y lo diré abiertamente, estaba preocupado porque todos los años celebras el crecimiento y hemos tenido la suerte, porque un juego que dura 10 años no la tiene habitualmente, de que el juego ha seguido creciendo. La pandemia era para mí la excusa perfecta para justificar un cierto cambio pero, de momento, se ha mantenido, lo que para mí es sorprendente porque puede llegar a significar que los jugadores que estaban antes continúan y los que se han aficionado lo están haciendo ahora también por hobby y hay muchas historias que ves tanto por streams como por redes sociales de gente que por aburrimiento en casa, por lo que sea, además de x series, ha dedicado tiempo a jugar videojuegos o a verlos. Y hay casos de algunas personas que ahora ven competiciones sin necesariamente jugar al videojuego.
5- ¿A quién te gustaría que entrevistásemos
Te voy a dar dos nombres, pero porque tienen perfiles diferentes. El primero alguien que es un ejemplo de cómo se puede llegar por pasión a lo más alto. Es una artista que conocí en el Teemo Tour, venía con unos amigos, le gustaba League of Legends y es muy extrovertida. Con el paso del tiempo la he visto y he podido seguir sus pasos como artista. Entonces estudiaba Bellas Artes, si no recuerdo mal y hace una semana comenzó su primer trabajo profesional en una multinacional haciendo juegos AAA. Su nick es Wanda, su nombre es Carmen Carballo y, aunque ella no lo sepa, me ha inspirado porque es una persona muy perseverante, la aprecio mucho porque la gente tiene la idea de que hay que estudiar siete mil máster para luego salir y yo creo que ella ha hecho lo que tiene que hacer todo el mundo, ha tenido una formación, ha estudiado, por supuesto, pero posteriormente ha trabajado, ha creado y cosechado ejemplos de trabajo con los que puede mostrar, no solo algo teórico. Es alguien con quien me siento identificado y la aprecio mucho. Puede dar la visión de alguien que ha pasado a mis ojos from zero to hero en pocos años y un ejemplo a seguir.
La segunda persona que voy a decir es Maye [Mac-Swiney. directora de marketing y comunicación en Riot Games España]. Muchas veces, y se lo he dicho también a ella, surgen oportunidades de entrevista y ella me las redirige a mí pero, precisamente por su posición, creo que no tiene muchas oportunidades para contar una historia con la que mucha gente se puede sentir también muy identificado. Tiene muchísima experiencia, para mí es un ejemplo para muchas empresas y muchos perfiles que quizás querrían seguir una carrera parecida a la suya y no tiene tantas oportunidades porque la gente, como dice el meme, a Maye le pregunta por otra persona en lugar de preguntarle qué tal está ella. Hay pocas oportunidades que le salen precisamente porque su rol es conseguirlas, no recibirlas y perdemos oportunidades muy grandes porque no hablamos con la gente que dedica su tiempo a trabajar en esto.