Yoshinori Kitase, productor de Final Fantasy VII Rebirth, ha comentado en una reciente entrevista concedida en exclusiva para Gamer (vía Gaming Bolt) que el "vasto mundo abierto" de Rebirth es una de las grandes razones por las que el título se está desarrollando únicamente en PlayStation 5. De esta manera, con la intención de evitar el cuello de botella que habría supuesto el hardware de PlayStation 4 y complicaciones innecesarias de desarrollo, el equipo de Square Enix decidió que la segunda parte de la trilogía se lanzaría en la consola de nueva generación de Sony gracias al SSD que monta.
"Es exclusivo de PlayStation 5 por la calidad gráfica, por supuesto, así como por la velocidad de acceso del SSD", comentó Kitase. "Dado que la aventura se desarrolla en un vasto mundo tras la huida de Midgar, la tensión de carga es un cuello de botella extremo.
Pensamos que necesitábamos las especificaciones de PlayStation 5 para superar eso y recorrer el mundo cómodamente", añadió.
Naoki Hamaguchi, director de Rebirth, comentó el año pasado que el videojuego permitiría a los jugadores "explorar el mapa del mundo" y que contaría con una jugabilidad que aprovecharía la "inmensidad" de dicho mundo. A pesar de que no se ha afirmado explícitamente que el videojuego se desarrollará en un mundo abierto -Final Fantasy XVI no lo tendrá-, todo parece indicar que así será según las declaraciones de ambos creativos.
Rebirth se pondrá a la venta en invierno de 2023
A mediados del mes pasado, Square Enix anunció la segunda parte del remake de Final Fantasy VII junto al breve tráiler que podéis ver al comienzo de la noticia en el que podemos ver unos cuantos flashbacks muy reveladores y confirmó su lanzamiento exclusivo en PS5 para invierno de 2023.