Sony ha revelado datos importantes sobre los planes de la compañía, y de PlayStation en concreto, en una charla a inversores y socios. La estrategia de su división de juegos es crecer en los próximos años, hasta 2025, con varias iniciativas que potenciarán los lanzamientos en PC y móviles, además de aumentar el número de "juegos como servicio" y la expansión de PlayStation Studios, de manera orgánica y mediante adquisiciones.
Jim Ryan, director ejecutivo de PlayStation, ha reiterado que Sony no ha terminado de expandir sus estudios internos con adquisiciones y buscará nuevos acuerdos. Sony adquirió este año a Bungie, creadores de Destiny y Halo, Haven y el nuevo estudio de Jade Raymond, que se suman a varias compras a lo largo de 2021.
PlayStation quiere integrar Bungie como expertos en juegos como servicios y así ampliar un aspecto en el que no contaban con estudios dedicados a este modelo de negocio. Los GaaS -games as service- suponen casi la mitad de la inversión de PS5 y planea aumentarlo hasta el 55 % en el año fiscal de 2025.
PC y móviles supondrán casi la mitad de sus lanzamientos en 2025
Sony espera que los lanzamientos para PlayStation 4 desaparezcan gradualmente de sus lanzamientos first party e incorporarán el PC y los móviles. Además de confirmar las ventas de PC con sus primeros juegos, Sony prevé que en 2025 la mitad de sus lanzamientos serán para PlayStation 5 y el resto se repartirá entre PC y móviles. En ese año además, el 50 % serán juegos originales, a diferencia de este año en el que el 66 % son licencias conocidas. La estrategia es ir a "un futuro donde una gran parte de nuestra comunidad se extienda más allá de las consolas".
En la parte de hardware, Sony confía en que las restricciones de fabricación de PS5 se alivien para poder superar el ritmo de ventas que tuvo PS4. PlayStation 5 fue la consola que más rápido llegó a los 10 millones, pero los problemas de logística impidieron que esas ventas se mantuviesen durante el tiempo.
También están evitando la inestabilidad de los últimos meses, por la invasión rusa en Ucrania, con nuevos proveedores de suministros.