Marty O'Donnell y Mike Salvatori, compositores de la banda sonora de los primeros juegos de la saga Halo, han demandado a Microsoft por no haber recibido pago de royalties en los últimos 20 años. Se trata de una demanda registrada en junio de 2020 y que desde entonces ha ido creciendo con nuevas pruebas y descubrimientos; actualmente se encuentra en un momento previo al juicio, aunque antes hay prevista una mediación en algún momento de la semana que viene.
Según explican O'Donnell y Salvatori, su intención siempre ha sido la de tratar de llegar a un acuerdo amistoso con Microsoft, pero después de una década buscando explicaciones se han decantado por la vía legal.
Ahora han solicitado a sus abogados que lleguen hasta el fondo del asunto, incluso investigando la posible paralización de la futura serie de Halo que se estrenará próximamente en Paramount+.
¿De qué acusan exactamente a Microsoft?
Los demandantes acusan a Microsoft de haber incumplido tres puntos clave de su acuerdo: el contrato, el deber fiduciario de desarrollar los ingresos por regalías en una empresa conjunta y el deber de actuar de buena fe y trato justo, explican en Eurogamer. Además, también inculpan de no haber proporcionado una colaboración en materia de contabilidad, de enriquecimiento ilícito y de haber dañado su relación comercial a propósito.
En una entrevista telefónica concedida a Eurogamer, O'Donnell también ha manifestado su malestar por entender que la música de Halo Infinite, la última entrega de la saga, es una versión de sus composiciones originales, una regrabación por la que no ha sido acreditado ni él, ni Salvatori.
La principal defensa de Microsoft, aunque no ha querido comentar la publicación de estas informaciones, es que la banda sonora de los juegos de Halo fue un encargo puntual realizado a O'Donnell y Salvatori, por lo que la compañía se considera autora de la música. Los compositores alegan que no fue un encargo, sino un acuerdo de licencia vendida a Bungie (con quien O'Donnell tuvo problemas legales recientemente). Habrá que esperar a la semana que viene para descubrir si este confrontamiento termina amistosamente o si acaba llegando a tribunales.