Dying Light se convirtió en uno de los juegos más populares del principio de la pasada generación de consolas. Los creadores de Dead Island dieron una vuelta de tuerca a su idea conservando los zombis, la supervivencia y el énfasis en el combate cuerpo a cuerpo, pero ofreciendo una idea muy efectiva: el parkour. Habrán pasado más de siete años desde la primera entrega cuando Dying Light 2 llegue el 4 de febrero de 2022 para casi todos los sistemas. La secuela construye sobre lo establecido, pero ahonda en el RPG, especialmente en la narrativa y la importancia de las decisiones.
Dos mundos abiertos
- Estudio: Techland
- Editora: Deep Silver
- Plataformas: PC, PS5, PS4, Xbox Series, Xbox One, Nintendo Switch (Cloud Version)
- Fecha de lanzamiento: 4 de febrero de 2022
Una de las características seña de identidad de Dying Light vuelve potenciada en la secuela. Hablamos de cómo cambia el mundo, y por tanto, cómo nos movemos por él y las acciones que llevamos a cabo, entre el día y la noche. Hasta que se pone el sol las calles son relativamente seguras, aunque no faltarán grupos de humanos dispuestos a acabar con nosotros para quitarnos lo que llevemos encima.
Será en estos momentos cuando, más allá de las misiones principales y secundarias (que en ciertos casos solo podrán completarse en momentos concretos del día o de la noche), exploremos los tejados para hacernos con recursos, visitemos campamentos, etc.
Durante la noche, la mayoría de las personas vuelven a sus asentamientos mientras que la cantidad ingente de muertos vivientes que se esconden de la luz solar en los edificios plagan las calles. La noche es peligrosa no solo por la amenaza directa de los infectados, que los habrá de distintos tipos, entre ellos zombis especiales que nos perseguirán con ahínco, sino también porque tendremos un tiempo limitado para explorar antes de sufrir las consecuencias de la infección. Bajo la luz de la luna podremos recorrer con algo más de seguridad el interior de los edificios para conseguir armas, equipamiento, recursos o ítems concretos que necesitemos para las misiones.
Un mundo y una trama cambiante por nuestras decisiones
El cambio más radical de Dying Light 2 respecto a su predecesor promete estar en la agencia de quien se pone a los mandos para alterar la historia principal, el destino de los personajes de las misiones secundarias (que no solo se consiguen en los asentamientos, pueden surgir repentinamente mientras exploramos) y modificar La Ciudad. Para disfrutar la trama no será necesario haber jugado la primera parte: se nos narra la aventura de Aiden en la búsqueda de un personaje de su pasado, pero por el camino habrá que hacer muchos favores a distintos grupos y facciones que nos ayudarán en nuestro objetivo.
En nuestra primera prueba del juego, dedicada a un par de misiones principales, nos sorprendió lo bien escrito que está y los giros de guion y jugables que pueden dar los encargos. Algunos de esos giros vendrán marcados por nuestras decisiones, que pueden afectar no solo a un personaje, sino a comunidades enteras y a La Ciudad en sí misma (un ejemplo: en un momento habrá que elegir si dar agua potable a una facción o que una parte inundada de la urbe quede al descubierto para explorarla con libertad).
Además de las opciones de diálogo constantes que se dan en las misiones habrá otras decisiones, como capturar torres y centrales eléctricas repartidas por el mundo abierto. Al asignarlas a una u otra facción cambiarán los alrededores de esa zona con más defensas contra los zombis y los grupos de bandidos, o con elementos para hacer más fácil el desplazamiento (que incluso pueden desbloquear accesos a lugares antes inaccesibles).
El parkour lo es todo
La Ciudad está diseñada como si se tratara de un nivel enorme de un juego de plataformas tridimensional. Nos desplazamos por el interior de los edificios, por los tejados, por las calles y por los muros saltando, deslizándonos, utilizando tirolinas, escalando… Vaya, haciendo parkour, lo que consigue que simplemente ir de un punto a otro sea divertido. El sistema se ha mejorado en la secuela, donde además habrá un parapente con el que volar, una acción que se combinará con el parkour.
El parkour también tendrá importancia en el sistema de combate. Aunque contaremos con una ballesta y otros utensilios para librarnos de los enemigos a distancia, el núcleo de los enfrentamientos está en las diversas armas cuerpo a cuerpo que encontraremos y mejoraremos. Los golpes y esquivas se combinarán con el parkour, que nos permitirá, por ejemplo, aturdir a un enemigo y saltar sobre él para dar un gran golpe a otro adversario, o corretear por una pared para caer con fuerza sobre el oponente.
Dying Light 2 lleva años generando altas expectativas tanto para los fans de la acción como para quienes gustan de un RPG maleable. Todo apunta a que el hype estaba justificado cuando el título se lance en menos de dos meses.