El lanzamiento de New World, el MMO de Amazon, ha sido un verdadero éxito y ha ocurrido lo inesperado: los servidores del título no han podido soportar la grandísima cantidad de usuarios que intentaban entrar para poder disfrutar del Aeternum y de la magia y hype que se ha generado alrededor de esta obra desde el mismo momento en el que apareció en la palestra. New World consiguió cifras de escándalo, con hasta 500.000 jugadores, pero el problema principal es que las colas que se formaban eran de hasta 20.000 usuarios.
Los servidores de New World están preparados para soportar un total de 2000 jugadores activos, y llegados al punto de que habían hasta 700.000 usuarios intentando echarse unas partidas al nuevo juego de Amazon, la situación empezó a ser un poco insostenible. ¡Horas y horas de espera para poder hincarle el diente!
Números que desde luego asustan y que demuestran que compañías como la misma Amazon no están preparadas para poder abastecer a tantísima cantidad de usuarios. Es más, hasta el mismo equipo de New World tuvo que confirmar a través de Twitter que se está trabajando para poder ampliar los servidores del juego y que así puedan entrar más y más jugadores en el saco, porque parece que el mismo se ha roto nada más dar el pistoletazo de salida a este nuevo MMO.
Read an update regarding New World Launch #NWstatus
📍 https://t.co/KklxZUYlzf pic.twitter.com/5czKf72Tbw— New World (@playnewworld) September 28, 2021
Uno de los más jugados en Steam
Como probablemente ya habréis podido deducir, esos números son claramente indicativos de que New World se convirtió en uno de los videojuegos más jugados de Steam en su lanzamiento y se quedó a las puertas de atrapar a CS:GO, el first person shooter de Valve que aunque muchos crean que está muerto todavía tiene una buena comunidad sólida.
New World está ahora mismo disponible, pero no será fácil poder entrar en sus servidores y disfrutar de esta nueva aventura. Habrá que tener paciencia y dejar el PC encendido un buen rato, hasta que nos meta en un servidor y podamos jugar sin parar.
