A principios de mes comenzó a llegar a las tiendas una nueva versión de PS5 con cambios internos en el diseño de la consola de next-gen de Sony, un modelo CFI-1100 del que se dijo que tenía peor refrigeración que la versión original CFI-1000. Aquellas declaraciones, emitidas por el youtuber Austin Evans, levantaron polémica por el supuesto empeoramiento del hardware de PlayStation; sin embargo, posteriormente se hicieron públicos dos nuevos análisis, uno de Digital Foundry en el que se decía que la consola no se calentaba más y otro de Hardware Busters International que aseguraba que en realidad este modelo era mejor que el original.
Pues ni una cosa ni la otra. Ese es el veredicto final de Digital Foundry, que ha publicado hoy su prometido análisis técnico de la revisión de PS5. Los cambios internos de la consola, que existen y afectan a cosas como su peso o el tamaño reducido de su disipador de calor, no afectan al rendimiento de la máquina.
Richard Leadbetter, editor tecnológico en Eurogamer y uno de los componentes de Digital Foundry, ha publicado un vídeo en colaboración de Steve Burke, de Gamers Nexus, en el que hacen las pruebas pertinentes para zanjar este tema de una vez.
No hay diferencias entre ambos modelos
Aunque se han realizado pruebas de la consola funcionando con los mismos juegos, utilizando títulos como Spider-Man: Miles Morales, Godfall, Devil May Cry 5 Special Edition, Resident Evil 8: Village o Control para poner el rendimiento de PS5 a máximo, también se han llevado a cabo otros análisis con técnicas más extremas, como probar el boost clock de la consola o desmontar la placa original y volverla a montar en el diseño renovado para eliminar cualquier tipo de duda. Después de todas estas idas y venidas, la conclusión es que el nuevo modelo es idéntico al anterior y que nadie debería buscar activamente comprar uno u otro para obtener sus ventajas o huir de sus desventajas, porque no existen diferencias notables entre ambas.