En septiembre de 2019 Nintendo demandó al portal de piratería RomUniverse por facilitar la infracción de derechos de autor de multitud de juegos de Nintendo, e incluso de hacer negocio con sus cuentas premium que permitían, con un pago, eliminar el límite de juegos que podía descargar el usuario. El acusado, Matthew Storman, se defendió asegurando que la web no había infringido ninguna ley y que él no había subido ningún contenido -algo que contradice declaraciones anteriores-. El portal fue cerrado y en los últimos días la jueza Consuelo Marshall ha ordenado a Storman el pago de 2,1 millones de dólares por los daños causados, una cifra inferior a los 15 millones de dólares que pedía Nintendo, pero la compañía cree que es suficiente.
"Teniendo en cuenta la infracción intencional del demandado, el tribunal determina que 35.000 dólares en daños legales por cada derecho de autor infringido [...] compensaría al demandante por la pérdida de ingresos y disuadiría al demandado que actualmente está desempleado y ya ha cerrado el sitio web", dice Marshall. También decidió no emitir una orden judicial permanente contra Storman porque Nintendo no pudo demostrar que sufrió un daño irreparable, y el hecho de que Storman ya cerró el sitio muestra que no existe una amenaza inminente de nuevas infracciones. El texto completo se puede leer en PDF.
"Este es un caso sencillo de piratería de videojuegos, y los hechos materiales son indiscutibles", dijo Nintendo al tribunal. "Durante más de una década, el acusado Matthew Storman era propietario y operaba el sitio web RomUniverse.
Llenó el sitio web con copias pirateadas de miles de juegos de Nintendo y distribuyó cientos de miles de copias de esos juegos pirateados".
Casi 1 millón de copias descargadas de las últimas consolas de Nintendo
Según las cifras aportadas por la representación legal de Nintendo, se habrían descargado más de 300.000 copias de videojuegos distintos de Nintendo Switch y más de 500.000 títulos para Nintendo 3DS, pero no son las únicas consolas afectadas, y además la web tenía un catálogo enorme de juegos clásicos de otras máquinas de Nintendo, de otros sistemas, y también ofrecía acceso a libros, cómics, series y películas.